RÍO DE JANEIRO.— Silbidos de alabanza, como esos que los hombres cubanos emitimos cuando una mujer nos impresiona, cosechan cada día nuestras muchachas del voli de playa en la Arena Copacabana, inmejorable sede para esta disciplina en los XV Juegos Panamericanos.
Aunque Brasil pretende llevarse el título en ambos sexos y sus representantes se han lucido hasta el momento, las cubanas también han hecho lo suyo y los aficionados locales, verdaderos fanáticos de esta disciplina, ya sueñan con verlas en la final contra las anfitrionas.
En la mañana de este miércoles, justo cuando un montón de nubes grises amenazaba con aguar la fiesta y volver a empapar esta bella ciudad, la pareja criolla de Tamara Larrea y Dalixia Fernández arrolló 21-12 y 21-12 a las ecuatorianas Mercedes Mena y Karina Torres.
Fue la tercera victoria sin reveses para Tamara y Dalixia, quienes aspiran a retener la corona ganada hace cuatro años en Santo Domingo, cuando Brasil solo obtuvo un bronce por intermedio de Larissa Franca y Ana Moreira.
Larissa, por cierto, es ahora la principal rival de las cubanas, junto a su compatriota Juliana Da Silva. Como cartas credenciales, esta dupla presenta nada más y nada menos que sus títulos en el Circuito Mundial de 2005 y 2006.
«A veces los nervios nos traicionan, pero sabemos jugarle a las brasileñas. Claro que es difícil, porque encima de todo el público aquí empuja mucho. Pero será maravilloso estar en esa final», nos dijo Dalixia.
Ello acontecería el sábado, si ambas parejas superan en definitiva los cuartos de final de hoy y las semifinales de mañana. Pero antes, la ciudad retumbará esta noche con la discusión del oro en el voleibol de sala, donde Brasil aseguró ya un puesto al barrer 3-0 a Estados Unidos (25-13, 25-20 y 25-20).
Y al cierre de esta página, la selección cubana se medía con Perú, en busca de una victoria que confirmara el gran duelo contra las anfitrionas, algo que todos esperamos con ansiedad.
VARONES POR LA MISMA RUTAY la pareja masculina cubana de voli de playa, integrada por el veterano Francisco Álvarez Cutiño y el joven Leonel Munder, también marcha viento en popa y a toda vela.
Este miércoles, por ejemplo, los antillanos lograron su segundo éxito, a costa de los salvadoreños Jeovany Medrano y David Vargas (21-14 y 21-16).
Sin embargo, el reto para ellos es mayor, pues en algún momento se cruzarán con los brasileños Emanuel y Ricardo, titulares olímpicos en Atenas 2004 y multicampeones mundiales.
«Pero cada partido es una nueva historia», nos dijo Cutiño, quien se empinó hasta lo más alto del podio en la anterior cita continental, cuando competía junto a Juan Rosell Milanés.
Y le creo, porque ese es precisamente el encanto del deporte, que cada día se nos parece más a la vida.