Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Carrillo aportó su talento en el resultado. Foto: José L. Anaya Luego de ser eliminados cada uno por su lado en el concurso individual, los «espadachines» cubanos cerraron filas juntos en la competencia por equipos y lograron avanzar hasta ubicarse en el noveno lugar del campeonato mundial que se desarrolla en la bella ciudad italiana de Turín.

Ubicada en el puesto 21 del ranking antes de desenfundar las espadas (se presentaron 34 escuadras), la cuarteta integrada por Andrés Carrillo, Camilo Boris, Guillermo Madrigal y Noel Benítez quedó bye en la ronda de 64 y luego, en la de 32, obtuvo un importante y cerradísimo triunfo de 32-31 sobre la representación de Estados Unidos (lugar 12 en el escalafón) que le abrió las puertas de la fase de 16.

Allí lógicamente el reto fue mayor y los criollos se vieron frente a frente con los italianos (quintos de la clasificación), ante los cuales cedieron 45-35. Después, los bambinos cayeron «por un pelito» frente a Hungría 39-38 y finalizaron en la séptima plaza.

Por la gran calidad de la justa, esta ubicación de los criollos nos complace, pero demuestra que se puede ir más lejos, a pesar de los pesares. ¿Cómo? Esa es la pregunta que hay que responder.

Finalmente, los mosqueteros franceses ganaron la batalla y se llevaron la medalla de oro, aventajando por la mínima expresión 42-41 a España en el asalto final. Ucrania se llevó el bronce por delante de Hungría (45-38).

Y en la prueba por colectivos de florete femenino, Rusia se llevó el título venciendo a Italia 23-22 en un asalto de infarto. Así, las «azurris» se quedaron con las ganas en esta arma, en la que hicieron el uno-dos-tres en la lid individual.

Por el bronce, Corea del Sur, monarca del 2005, superó a Polonia 43-28.

Hoy continúa el Mundial con las competencias por equipos en espada para damas (ahí estarán las cubanas) y sable para hombres.