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Las calles de Cartagena se han embellecido de cara a los Juegos. Foto: Juan Moreno, enviado especial Cartagena de Indias, 15 de julio de 2006
Amigos rebeldes:
Esta vez les escribo más reposado, desde la sala de prensa del hotel Caribe donde sesionó, hace unas horas, la reunión de la Organización Deportiva Centroamericana y del Caribe.
Hoy nos levantamos con el ánimo por las nubes, deseosos de vivir el momento nocturno en que el fuego de los Juegos corone la cabellera antigua de Cartagena y comience así, oficialmente, la fiesta deportiva regional más antigua del mundo.
A partir de este sábado los cerca de 5 000 atletas de nuestra área geográfica conocerán durante 15 días de relámpago la dulzura o la «acidez», según venzan o pierdan.
Nos han dicho que los colombianos han preparado para hoy un convite de película en el estadio Pedro Heredia, sede de la inauguración. Incluirá un espectáculo con la participación de unos 300 artistas de este país, entre los que sobresale el popular cantautor Carlos Vives (el de la gota fría).
A la ceremonia también han sido invitados varios ex atletas gloriosos del patio, incluso algunos de aquellos que ganaron el oro aquí en el campeonato mundial de béisbol, en 1947. ¡Cuántas canas y arrugas han brotado luego de 59 años!
Ayer, habitantes de la ciudad, como preámbulo mágico de la apertura, dedicaron la tarde a limpiar y embellecer fachadas públicas y disímiles rincones, otro gesto de recibimiento a los visitantes.
«Limpie su calle, su casa, su parque, las playas, su espacio para hacer deportes», rezaba la orientación expresa de las autoridades locales.
Mientras, el canal de Televisión de Cartagena (el 5) coloca en sus anuncios sin voz: «No botes basuras a las calles, Cartagena es tuya, cuídala. Es tu casa». Dicen que, al margen de la competencia, es una costumbre particular de la ciudad.
Muchos nos preguntan a cada paso cómo Cuba pare tantos campeones todos los años. Y se sorprenden cuando les explicamos la armazón extraordinaria de nuestro sistema deportivo.
Quiero comentarles, por último, que por acá tienen costumbres similares a las del Caimán, aunque uno de los platos preferidos es una rareza allá: el arroz con coco. Es decir, arroz preparado con el agua de ese fruto.
Por hoy es todo. Otro abrazo
