Liara Marqués Barcelos, una brasileña acusada de asesinar a su amante, fue salvada en el juicio por el testimonio de un fantasma. Nada menos que el espíritu de Ercy da Silva, la víctima, le dictó a un médium un par de cartas en las que aseguraba que la mujer no lo había matado. El abogado defensor —a todas estas, ¿qué hizo él entonces?— reconoció que las misivas, «como un susurro», fueron decisivas para el veredicto de inocencia.