En Estados Unidos muchos hacen las cosas a lo grande. Algunos «talentos», por modestia, no quieren crédito al respecto. Tal es el caso de quien robó, en Klamath Falls, Oregón, nada menos que… una casa. El propietario llegó de vacaciones a su vivienda de campo y descubrió que había sido robada. La cargaron, la vendieron más de una vez y ahora tres personas diferentes reclaman su propiedad mientras el sheriff no sabe qué casa, digo, qué cosa, hacer.