El personal de un aeropuerto escocés se llevó tremenda sorpresa cuando encontró una serpiente que viajaba de polizonte debajo de un asiento de avión, proveniente de Cancún, México. Furtiva, que así la nombraron, mide 45 centímetros y es de la familia de las Dryadophis, no venenosa, pero sí «enérgica», y parece que se coló en el avión antes de despegar o enganchada en el equipaje de algún pasajero. El mito azteca de la serpiente emplumada se hizo realidad, y si tiene plumas, vuela…