Seguimos en la capital argentina. Allí funciona una línea gratuita de ómnibus, manejada únicamente por mujeres, «con el fin de garantizar un estilo de conducción cuidadoso en el transporte de niños y ancianos», que son a quienes se dedica la ruta. Una de las choferes añadió que con ellas al timón, la línea aparece más cordial. «¡Pon el polaquito a la derecha, Pancho, que la guagua viene atrás! Se acabó el abuso».