Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, cuya convocatoria seguirá abierta hasta el venidero 30 de agosto Autor: Juventud Rebelde Publicado: 20/07/2020 | 10:36 pm
El 42 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano responderá a los nuevos tiempos generados por la Covid-19, por lo que muchos aficionados del séptimo arte se preguntan ya cómo será la dinámica del evento y cuánto cambiará su espíritu.
Al decir del presidente de la cita, Iván Giroud, citado por PL, el nuevo coronavirus puso de manifiesto la necesidad del ser humano de sociabilizar, el deseo de encontrarnos y el cine deviene espacio ideal para compartir. Creo que la pandemia ha hecho más evidente la necesidad espiritual del individuo de ir al cine, al teatro, de compartir esa experiencia que es única y diferente, aseguró.
El diseño de varias estrategias para afrontar el 42 Festival, en La Habana, del 3 al 13 de diciembre, con el estricto cumplimiento de las medidas dispuestas por las autoridades sanitarias ocupa por esots días el trabajo del comité organizador del evento. La imagen promocional de la edición 42 alude a la medicina y al personal de la salud, en agradecimiento a su labor ante la Covid-19;pero sin duda no será lo único que cambie en esta edición del esperado encuentro de cinéfilos.
La Covid-19 no es un problema de Cuba; sino global; entonces, haremos un Festival diferente, adecuado a las posibilidades y condiciones del momento, comentó el director. Con la firmeza de costumbre, la cita no renunciará al tema propuesto desde la clausura del evento anterior: el cine joven en América Latina, para ahondar en qué están produciendo las nuevas generaciones, qué sucede en el cine latinoamericano hoy y muchas otras interrogantes.
El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, hará gala de un mayor uso este año del espacio virtual para las presentaciones, foros y conferencias de prensa habituales de la cita. Para eso contamos con todo el apoyo del Ministerio de Cultura, del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y la dirección del país.
También ocurrirá una restricción de la programación, o sea, menos títulos en cartelera con la idea de disponer de mayor número de exhibiciones en los cines. El escenario futuro resulta imprevisible aún, pero parece bastante probable que los cines no puedan llenarse al cien por ciento de su capacidad, esto nos obliga a plantearnos una selección todavía más restringida, buscando mayor calidad siempre, explicó Giroud. Todavía la inscripción de obras para el Festival permanecerá abierta hasta el 30 de agosto y al especialista le satisface estar trabajando al nivel del año anterior en la misma fecha.
Un evento de esta magnitud demanda esa intensidad y la situación en América Latina no deja de preocuparle al comité organizador; pero el festival nunca se ha suspendido y los realizadores intentan defender la continuidad, conscientes de que los efectos de la Covid-19 durarán años. Aún no podemos hacer una evaluación a fondo en ese sentido, evidentemente se va a notar no solo este año, posiblemente el próximo más todavía porque ha sido un año en el que prácticamente se han paralizado todas las filmaciones, reflexiona Giroud.
El 42 Festival hereda obras que fueron filmadas antes de la pandemia y ya están concluidas, más algunas que atraviesan los últimos procesos. La idea de un festival totalmente virtual es imposible por muchas razones, entre ellas que no puede dañarse la vida natural de las películas, ni aunque vivamos en un marco excepcional, explica.
Además, el público es el que le da la dimensión real al Festival de La Habana, y una cosa es ver una película en las plataformas, otra verla por televisión y algo diferente verla en el cine, considera Giroud y cataloga la última experiencia como única.
Así, con una inteligente suma de responsabilidad, tecnologías y el público que siempre es el ingrediente imprescindible de esta cita, tendrá lugar nuevamente este encuentro de realizadores y consumidores de lo mejor del cine latinoamericano.