Ámbar Carralero Díaz es actualmente miembro de la AHS. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 15/07/2020 | 08:17 pm
Cuentan que cuando niña jugaba a disfrazarse y pasaba mucho tiempo junto a un librero en la casa de sus abuelos en el reparto Pueblo Nuevo, de Holguín, a donde llegó la pequeña desde La Habana. Llenaba libretas de poesías, cuentos, fantasías… y hasta grababa supuestos capítulos para una novela de radio. Sus padres la llevaban a talleres y cursos. Recibió clases de piano, danza española, radio y televisión, de catecismo, narrativa, teatro…, por eso no sorprende su pasión por la creación y la capacidad para cultivarla y analizarla.
Mucho ha crecido aquella infante desde entonces. Ahora tiene obras publicadas y obtiene reconocimientos a nivel nacional, como el premio de narrativa La llave pública y el Especial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en el Regino Boti, ambos otorgados este junio.
Ámbar Carralero Díaz es actualmente miembro de la AHS, licenciada en Arte Teatral, graduada del Centro de Formación Literaria Onelio J. Cardoso, directora de la Casa Editorial Tablas-Alarcos, profesora en el Instituto Superior de Arte, asesora del grupo Teatro La Proa y autora de los libros: Habitaciones solo para dos: Itinerario de citas teatrales y El personaje autoficcional: la reconstrucción del testimonio (Análisis de la obra del dramaturgo franco-uruguayo Sergio Blanco).
Ella recuerda con agrado el primer taller de teatro en el que participó. Fue en el Guiñol de Holguín, y más tarde entró a esa especialidad en la Escuela de Instructores de Arte. También aprobó los exámenes para matricular en Dirección de Radio, Cine y Televisión en la filial de la Facultad de las Artes de los Medios de Comunicación Audiovisual en aquella provincia. Luego apareció la posibilidad de estudiar Teatrología mediante el Curso por Encuentros en el ISA, y fue «corriendo» porque el teatro es su mayor pasión.
«Soy curiosa, inquieta», dice sonriente la codirectora y coguionista del documental Clownfabulación, dedicado a los 20 años de Teatro Tuyo. «Ahora esa es otra de mis fascinaciones», manifiesta esta joven que ha dirigido cuatro espectáculos escénicos.
La escritura estuvo desde el principio en ella y antes que todo lo demás, como algo tan íntimo y en solitario que pensaba no merecía ser compartido, como una necesidad personal y alejada de otras ambiciones, la quería solo para ella, según nos expresa.
«Eso cambió, porque un par de amigas leían los textos y los elogiaban. Una de ellas, actriz, los leyó en voz alta y me convenció de que debía sacarlos de la oscuridad. Después una editora colega y otro grupo pequeño de mujeres me hicieron sentir que podían servirles a más personas».
—¿Cuáles consideras que son los principales valores de tu obra Teatro-peutas en Youtube. Canales para heroínas, ganadora del premio La llave pública?
—No proyecté un libro con un concepto definido. Escribí cuentos y prosa poética durante años. Para esta convocatoria tuve que prescindir de muchos de esos textos, lo cual exigió un ejercicio difícil. Tenía más y solo dejé el Canal de Elektra (Sobre las ventajas y desventajas de ser Hija Única) y el Canal de Helena & Andrómaca (Sobre el Trastorno de Bipolaridad Crónica), que cuenta con dos partes o semicapítulos.
«El libro tiene un par de tesis sobre las relaciones humanas, pero específicamente las filiales y las de pareja, el universo femenino que se desborda de sus relatos que a ratos no son ni siquiera cuentos convencionales, con desenlaces y grandes caracterizaciones de personajes. Es la representación mía y mi manera de ver el mundo y observar a la gente.
«Hay también una referencia a síndromes, complejos, tendencias, trastornos, fetiches, para marcar una conducta continuada de revisión de análisis, de comportamientos que se repiten, como si cada personaje fuera una especie de puerta para volver a incidir sobre esos delirios, hábitos y lugares comunes del corazón».
Añade que nunca pensó ser premiada por un jurado integrado completamente por hombres. «Pensaba que un cuaderno que abordara temas tan del universo femenino necesitaba la sensibilidad de las mujeres para ser valorado. Me alegra haberme equivocado. Había terminado la versión del cuaderno muy enfadada por todo lo que tuve que podar. Solo semanas después lo leí nuevamente y pensé: tiene lo que debe tener», manifiesta con alegría.
«Este premio significa que debo y puedo seguir escribiendo. Hacerlo no es una opción para mí, lo necesito para vivir y punto, aunque suene cliché es así. A partir de ahora lo haré más feliz y esperanzada en que las heroínas puedan ser escuchadas. Quisiera que fuera leído por mujeres en público, sueño con eso».
—¿Por qué el interés en la cultura griega clásica, tema recurrente en tus textos?
—En la cultura griega clásica está todo. Imparto clases de Historia del teatro, en el ISA, el programa va desde la Antigua Grecia hasta el renacimiento inglés con Shakespeare. Estoy apasionada con el juego de intertextualidades, de referentes. Todo eso está reflejado en nuestra cultura, por eso es universal y clásica. La mayoría de las series televisivas, y mucho de lo que hoy consumimos, tienen una conexión o derivan de esa literatura, de esa gran mitología, por muy alejado que parezca.
«La cultura occidental de la que formamos parte se ha construido sobre esos fundamentos. Actualizar y traer esos personajes a Cuba y mezclarlos con lo que somos siempre será un ejercicio liberador y con cierta dosis de socarronería. No importa cuántas veces se mencione, se tome el nombre de Elektra, de Helena, siempre de acuerdo con el hábitat donde las hagas resurgir serán clásicas y contemporáneas al mismo tiempo, siempre serán rebeldes, por algo son heroínas».
—¿Crees que todavía se puede aspirar a lo verdaderamente nuevo en la literatura?
—La aspiración «por lo nuevo» es absolutamente vieja, vanidosa e ingenua. Qué es lo nuevo y qué es lo viejo, qué es un cuento y qué no lo es, las categorías y tendencias deberían servir para ampliar la mirada y no para reducirla, pero reconozco que detrás del canon hay mucha gente que se cansó y no se atrevió a salir de su zona de confort, y eso es lo que quieren jerarquizar.
«¿Por qué vemos tanta reiteración?, la gente posee una idea del éxito asociada a la superproducción y claro que el discurso se agota pronto. ¿Cómo lo sostienes después? Pero hay aspectos que no se enseñan ni se aprenden. Esa es la única esperanza: tener o no una determinada sensibilidad que sea solo tuya es la única novedad posible en la que creo, lo único que puede distinguirte y salvarte de la repetición al menos por un tiempo. Cuando hay una voz, una sensibilidad legítima, lo ideal sería que llegara a donde debe, pero no siempre se encuentran los canales ni las maneras. Es complicado».
—¿Cómo es la escritora y la persona que quieres llegar a ser?
—No sé. Soy lo que puedo. Hay etapas en las que he dado más importancia a ciertos aspectos que a otros. Quiero ser feliz, solo eso. Deseo seguir creando sin que me impida disfrutar de la zona más llana de la vida, pasar tiempo junto a gente amada, tomarme un café con mis amigas, irme a bailar, insertarme en proyectos que realmente me aporten al espíritu y al crecimiento profesional. Cada vez quiero pensar más en el presente, dejar a un lado el futuro, lo que los demás esperan o entienden que debo ser y hacer.
—¿Sueños en el mundo creativo?
—El presente es el sueño, esto que se va ahora mismo. «¡El sueño del presente produce… monstruos!», con el permiso de Goya.