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La odisea de los giles cuenta en las actuaciones protagónicas con Ricardo Darín, Luis Brandoni y Chino Darín. Autor: Tomado de Internet Publicado: 09/12/2019 | 10:04 pm
Durante los días de la cita más cinematográfica del año será preciso que entrenemos bien los ojos si es que queremos lograr ver la mayor cantidad posible de propuestas. ¡Muchos son los atractivos! Le propongo entonces «echar un vistazo» a la nómina de los largometrajes en competencia.
Desde la tierra del tango llegan cinco. El hombre que ha estado detrás de cámaras en filmes como La suerte está echada, Sin memoria y Un cuento chino: Sebastián Borensztein, nos entrega ahora La odisea de los giles, protagonizada por Ricardo Darín y su hijo, Chino Darín, así como por Luis Brandoni.
Basada en una novela de Eduardo Sacheri (autor de El secreto de sus ojos), este largo que dejó inaugurado el festival, se sitúa en un pequeño pueblo de la provincia de Buenos Aires a fines de 2001, donde, debido a una estafa, un grupo de amigos y vecinos pierde el dinero que había logrado reunir para un proyecto colectivo. Por eso deciden organizarse y armar un minucioso plan con el objetivo de recuperar lo que les pertenece. Esta fue la obra que representó a Argentina en la categoría Mejor Película Internacional en la edición 92 de los premios Oscar.
Otro aclamado y laureado director, Juan José Campanella (El hijo de la novia, Goya a la Mejor película hispanoamericana; Luna de Avellaneda, Metegol y El secreto de sus ojos, Oscar a la Mejor Película Extranjera) somete a la valoración del jurado El cuento de las comadrejas, en la cual repite Luis Brandoni, esta vez junto a Graciela Borges y Oscar Martínez.
La historia, que se inspira en Los muchachos de antes no usaban arsénico, de José Martínez Suárez, cuenta los empeños de una bella estrella de la época dorada del cine, un actor en el ocaso de su vida, un escritor cinematográfico frustrado y un viejo director por conservar el mundo que han creado, el cual se ve en peligro ante la llegada de dos jóvenes.
Los sonámbulos se titula la cinta de Paula Hernández, un nombre que no resulta desconocido, pues en 2001 escribió y dirigió Herencia, su ópera prima con la cual compitió en La Habana. Al decir de muchos especialistas, con esta obra, su quinto largometraje, da muestras de plena madurez artística, visible en la excelente dirección de actores, la puesta en escena y el virtuosismo.
«Visualmente elegante y con un clima que va creciendo en inquietud, actuada a la perfección por un elenco sin casi fisuras, Los sonámbulos tiene un desenlace un tanto brutal. Es allí donde se abandona la sutileza, la sensación es desagradable pero el impacto es furibundo. Allí, la película retoma la oscuridad y negrura del comienzo y torna a este drama familiar en un relato de terror, de esos en los que solo sobreviven los que se escapan a tiempo», refiere el crítico Diego Lerer en un artículo publicado en su blog.
La filmografía argentina en concurso se completa con Un rubio, de Marco Berger, y La deuda, de Gustavo Fontán. La primera nos introduce en el ambiente lleno de tensiones eróticas que viven dos compañeros de trabajo quienes se enamoran en un contexto adverso; mientras la segunda se centra en una mujer (y sus apuros personales y sociales), que tiene una deuda de dinero en su trabajo y debe reponerlo al día siguiente.
De los preferidos por los espectadores es siempre el cine de Brasil, del cual estarán concursando cuatro largometrajes: A vida invisível de Eurídice Gusmão (La vida invisible de Eurídice Gusmão), Bacurau, Divino amor y Três verões (Tres veranos).
De la mano y el talento del director y guionista Karim Aïnouz (O preso, Paixão nacional, Habitat Felicitas, Madame Satâ, O abismo prateado, Praia do Futuro) nos viene A vida invisível..., ganadora del premio Una Cierta Mirada, en Cannes, y la pieza escogida precisamente para representar a su país en los Oscar. Nos presenta a una pareja de hermanas jóvenes, quienes luchan por sus sueños a pesar de la separación a la que las obliga su padre.
Como sorprendente e intrigante ha sido catalogada Divino amor, tercera propuesta de Gabriel Mascaro (Ventos de agosto, BoiNeon). Mostrada en la sección World Cinema Dramatic del Festival de Sundance y proyectada en el Panorama de la Berlinale, nos aproxima a un Brasil futurista y en extremo conservador mediante las «aventuras» de la devota burócrata Joana, quien usa su posición como notaria para intentar que parejas al borde del divorcio reconsideren su decisión invitándolas a un grupo de terapia religiosa en la que exploran su sexualidad y «se acercan» a Dios de una manera inusual.
Bacurau (Kleber Mendonça Filho y Juliano Dornelles) ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes y los galardones en Mejor dirección, Premio de la Crítica y Jurado Joven en Sitges Film Festival. Es un «western retrofuturista y lisérgico a la brasileña (...) una extravagancia visualmente muy gozosa», asegura una crítica del diario El Mundo. Udo Kier, Sonia Braga, Barbara Colen y Jonny Mars se encargan de centrar esta ficción que nos remite a una villa matriarcal ubicada en un Brasil del futuro, que ha perdido a su matriarca. Poco a poco salen a la luz detalles escalofriantes, sin embargo, los residentes se prepararán para una formidable resistencia.
La cuarta propuesta, Três verões, de Sandra Kogutnos, se ubica en la actualidad. Regina Cassé interpreta a la cuidadora de un lujoso condominio playero, en una trama que apunta a sucesos que acontecen a lo largo de tres veranos: 2015, 2016 y 2017. «Similar a Roma en cuanto a la denuncia sutil de las diferencias sociales entre patrones y empleados, el filme opta decididamente por la comedia y por la oda a la lealtad, el buen talante y el espíritu emprendedor de la protagonista; mientras se refiere, en segunda instancia, a escándalos de corrupción que engrosan la agenda noticiosa diaria de los medios brasileños», comenta Joel del Río en una crítica que publicó en La Jiribilla.
Para aquellos que a este punto de la lectura se estén preguntando por la presencia del séptimo arte cubano en el concurso, les hablaré de Buscando a Casal, un título que está generando mucho interés.
Jorge Luis Sánchez (El Benny, Cuba Libre) nos entrega esta obra, que tiene un antecedente en su documental Dónde está Casal (1990), como un debido acercamiento a la figura del poeta modernista Julián del Casal, centrándose en su quehacer como intelectual y como representante de la libertad de expresión frente al poder español. Para la construcción del relato fílmico, el cineasta se remitió a la opresión que experimentó el poeta después de publicar un artículo sobre el Capitán General de la Isla. El elenco está formado por Yasmani Guerrero, Yadier Fernández, Blanca Rosa Blanco, Armando Miguel, Marlon López, Enmanuel Galbán, Malú Tarrau, Oscar Ibarra, Frank Mora y Rolando Rodríguez, entre otros actores (también nuestra, pero en el apartado de Ópera prima, compite Agosto, de Armando Capó, la cual aborda la llamada crisis de los balseros ocurrida en 1994).
Otras dos naciones que pisan fuerte en el concurso son México y Chile, con tres películas cada una. Con marca azteca podrá verse Asfixia, de Kenya Márquez; Esto no es Berlín, de Hari Sama, y Los lobos, de Samuel Kishi Leopo. En tanto, Algunas bestias, de Jorge Riquelme Serrano; Araña, de Andrés Wood, y Blanco en blanco, de Théo Court, conforman la lista de títulos chilenos.
El panorama se completa con las cintas: Litigante, de Franco Lolli, y Monos, de Alejandro Landes (Colombia); La bronca, de Daniel Vega y Diego Vega (Perú); y Así habló el cambista, de Federico Veiroj (Uruguay). Cada una, desde sus estilos, enfoques y géneros aportan una mirada necesaria y válida del quehacer cinematográfico latinoamericano. ¡A disfrutar!
Bacurau ha sido definida como una extravagancia visualmente muy gozosa.
