Con su presentación en el teatro Karl Marx, Take 6 celebró 25 años en la escena. Autor: Roberto Ruiz Espinosa Publicado: 21/09/2017 | 06:19 pm
Aquellas grabaciones pasadas de mano en mano solo esbozaban algunas aristas, las de esos momentos únicos que se consiguen en estudio. Pero Take 6 devasta, arrasa en vivo, y los adjetivos no son solo una sucesión de palabras para calificar merecidamente a seis voces extraordinarias.
Cada epíteto vale para el célebre grupo vocal estadounidense, creado en la ciudad de Alabama. Más de una hora y media de espectáculo el sábado último en el teatro Karl Marx, bastó para descubrir eso que un compacto no puede ilustrarnos, la belleza de un performance en un auditorio, irradiado por el empaste que consiguen esos hombres.
Pensé que muchos desistirían de ir a disfrutarlos con el anuncio del retraso del concierto para las 11:00 de la noche de ese día «por problemas de último momento con el vuelo de uno de los integrantes que llegaba al mediodía», aunque fue tentadora la invitación de esperar dos horas más hecha por la Oficina Leo Brouwer —encargada de la presentación de la agrupación en La Habana.
Lo cierto fue que a Take 6 lo aguardó un teatro repleto. Nadie abandonó la sala hasta que los músicos pusieron punto final a una actuación memorable en Cuba.
Añoraban estar aquí, porque todos «somos hermanas y hermanos, vecinos, amigos», como dijeron en el escenario. Ellos son de los que apoyan esa idea de estar cerca y juntos, intercambiando, aprendiendo ambos pueblos de la sabiduría y la tradición mutua.
Claude McKnight, Mark Kibble, Joe Kibble, Dave Thomas, Alvin Chea y Khristian Dentley fueron más allá de ese primer concierto introductorio a su música. Quisieron aprovechar la oportunidad para dar intensamente todo y en ello incluyeron referencias sustanciales para la carrera que emprendieron en 1990.
Michael Jackson y esa inquebrantable huella que dejó en la música norteña fue reverenciada por Take 6 en el Karl Mark. Esa etapa ochentera y transgresora del rey del pop quedó puesta en evidencia por la agrupación vocal en sencillos como The way you make me feel y Remember the time.
Tampoco dejaron fuera del repertorio sabatino colaboraciones imprescindibles del grupo con Stevie Wonder y Ray Charles, ni se les olvidó regalar ese largo recorrido por el jazz, el soul, el rhythm and blues y el gospel americano. Fue en esos cuatro géneros, como en el resto de los estilos que defendieron, en los que se revelaron las particularidades interpretativas de la agrupación. Resultó sumamente cautivador el empaste logrado en el uso de la voz como bajo, el excelente trabajo del barítono Khristian Dentley... Ciertamente contagiosa la espiritualidad y la paz que emanó de los hermanos Kibble cuando en sus solos evocaron a la iglesia americana, recordando cómo esa institución religiosa es cantera perenne de músicos.
Para el maestro Leo Brouwer, quien los convidó a participar en el Festival Les Voix Humaines (Las voces humanas), dedicaron Stand by me. Un coro cerrado se hizo eco de ese éxito escrito por Ben E. King, Jerry Leiber y Mike Stoller, que se hizo popular por el propio Ben.
Con el tema agradecieron la invitación de Brouwer para que actuaran en Cuba, isla de la que han quedado tan prendados que prometieron desde el escenario del Karl Mark regresar «al menos una vez cada año».
Antes, los miembros de Take 6 habían dicho en exclusiva para Juventud Rebelde que estaban «muy contentos de estar aquí». El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y la Mayor de las Antillas le ofrece a los artistas de ambos países una oportunidad de intercambiar con los públicos de cada nación.
«Déjennos decir esto: Amamos a Cuba. Estos han sido nuestros primeros días en La Habana, pero parece que hemos estado siempre. Nuestros corazones y nuestro espíritu conectaron inmediatamente con ustedes. La comida, el sol maravilloso y la playa hablaron directamente a nuestros corazones. Esta es una oportunidad para aprender de la cultura cubana, de su música y esperamos que ustedes sientan lo mismo. La cultura se enriquece cuando estamos juntos», sentenciaron.
Una noche y más de 90 minutos escuchando a Take 6 resultó aleccionador. Celebraron en La Habana 25 años en la escena. Fue una suerte para los melómanos, o simplemente para aquellos que gustan de la buena música.