Grandes y chicos siguen colmando la Cabaña y otros espacios de la Feria Internacional del Libro. Autor: Raúl Pupo Publicado: 21/09/2017 | 05:45 pm
Obras que demuestran con belleza la integridad y la firmeza de hombres inmensos resultan los textos que este jueves se presentaron en la Cabaña sobre la causa de los cinco antiterroristas cubanos.
Escritos especialmente para romper los muros de silencio que todavía existen en el mundo, vieron la luz en la Feria Internacional del Libro Yo me muero como viví, que reúne 15 acuarelas de Antonio Guerrero en el aniversario 15 del encarcelamiento de esos luchadores, y Voces desde la cárcel, de la editorial norteamericana Pathfinder.
De la mano del ruso Víctor Avdéev llegó Culminación, a la vez que Zarifa Salanova, directora del Museo del Libro en Miniatura, de Azerbaiyán, nos acercó a Tonito, un volumen que mide solamente 16 milímetros. Por su parte, el chef camagüeyano Francisco Rodríguez nos develó en Cocina útil (editorial Oriente) los gustos culinarios de estos cubanos, y de otras personalidades de la Isla.
El Héroe de la República de Cuba René González convidó a los presentes en la sala José Lezama Lima a leer estos valiosos textos y continuar la batalla por el regreso de Ramón Labañino, Fernando González, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, una lucha que, como él mismo señaló, no terminará hasta que todos estén en la Isla.
En la jornada también trascendió la entrega de importantes lauros literarios. El escritor Antón Arrufat recibió el Premio Nicolás Guillén de Poesía por el texto Vías de extinción, al tiempo que los premios Alejo Carpentier, que otorga la Editorial Letras Cubanas, fueron concedidos a Pedro de Jesús López (ensayo), Daniel Díaz Mantilla (cuento), y Javier Rabeiro Fraguela (novela).