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Las Tunas.— Doce jóvenes se «enfrentaron» y cruzaron versos. Mientras pensaron cada estrofa, una fina y rica melodía, salida del multilaureado Quinteto Criollo, los ayudó a inspirarse. La escena fue vista en seis ocasiones este viernes, en el primer día —de tres previstos— del Concurso Nacional de Repentismo Justo Vega.
La Jornada Cucalambeana reúne en la ciudad a un grupo importante de artistas que se miden para ganar el certamen. Como gancho, cada participante recibe el pie forzado de un nutrido público, amante de esta música.
Para el pinareño Sindy Torres Rodríguez, vencedor de la edición pasada y que regresa para mantener su corona, a Las Tunas es necesario acudir cada año, como también a Limonar (Matanzas), porque han logrado mantener competencias que reverencian la tradición y la defensa del repentismo.
Con 33 años y profesor de Lengua Inglesa en la Facultad de Filología de la Universidad de La Habana, el novel artista se arriesgó a contornear las cualidades de un repentista: «Debe tener chispa, un enganche que lo conecte con el público. Creo que eso nace. Pero quien se dedique a esto debe tener preparación».
La décima ha ganado en sangre joven, aseguran no pocos en la Jornada Cucalambeana. El escritor Juan Carlos García, miembro del jurado del concurso, reconoció que «hace unos años era más difícil encontrar la afluencia de talento joven, pero ahora ha aumentado su presencia, con la ayuda de los talleres de repentismo».
El Balcón del Oriente no solo exhibe su alta convocatoria en estos resultados. Puede apreciarse en varios momentos del amplio programa del evento, que hasta el lunes acoge la ciudad. Fue el espectáculo infantil Alegrías de mi campo una muestra efectiva de esa labor. La intención, explicó a JR su guionista y directora Anaís Ray Haynes, fue que los niños disfrutaran de las tradiciones y del arte del campo.
