El documental El Lagunillero —sobre Mario Chávez Rivero, legendario colaborador de la gesta guerrillera encabezada por el Che en Bolivia— se estrenó en la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, en La Habana.
El material contiene testimonios inéditos de sus familiares y compañeros, recogidos por los hermanos Liván y Leandro González Cupull, hijos del matrimonio de escritores e investigadores Adys Cupull y Froilán González, sus asesores y autores de 32 importantes libros publicados dentro y fuera de Cuba sobre Martí, Mella, Mariana Grajales, Celia de la Serna, el Che y Tina Modotti, traducidos a una docena de idiomas.
El Lagunillero nació el 12 de noviembre de 1924 en Santa Cruz de la Sierra, y murió allí el 27 de enero de 2003. Apoyó a la guerrilla en diferentes momentos y maneras, en lo material y con informaciones (sobre todo vinculado a Inti y a Coco Peredo), sin que su esposa ni sus siete hijos lo supieran, y el Che lo menciona cuatro veces en su Diario de Campaña.
Antonio Peredo reveló que sus hermanos y el también boliviano Jorge Vázquez Viaña, «el Loro», propusieron que Mario radicara en Lagunillas, la capital de la provincia de Cordillera, en el Departamento de Santa Cruz de la Sierra, desde donde pudo colaborar mejor con el Che y sus compañeros. Dijo que fue «un cuadro magnífico, lleno de vitalidad, dinámico, justo y audaz».
Su viuda, Elsa Páez, cuenta en el documental que su esposo «no fue un ser perfecto, porque era muy enamorado; sin embargo, era un buen padre, militante del Partido Comunista boliviano, admirador incondicional de Fidel y el Che, le dio todo a la guerrilla y era muy reservado, honesto, honrado y valiente».
Su hermana Dora Chávez asegura que él «fue una persona entera, de la cual aprendió su nobleza, su firmeza, su fidelidad, lealtad y veracidad».
Uno de sus sobrinos recuerda que «no tenía barniz, por ser íntegro, genuino y capaz de guardar un secreto al precio de su propia vida»; mientras que una de sus bisnietas, Nicole, interpreta una canción típica boliviana que le gustaba a Mario Chávez y que dice: «Novia Santa Cruz, contigo me quiero casar», alusiva a su tierra natal. Y su nieta Roxana Akiyama relató que su abuelo «es un referente para toda la familia».
Liván y Leandro han hecho ya alrededor de 25 documentales de variados temas y los han exhibido en una docena de naciones europeas y latinoamericanas.