Karina Pardo Rodríguez, presidenta provincial de la AHS en Holguín. Autor: Héctor Carballo Hechavarría Publicado: 21/09/2017 | 05:13 pm
HOLGUÍN.— Karina Pardo Rodríguez pertenece a esa nueva hornada de jóvenes promotores culturales, artistas, escritores e intelectuales, quienes en tiempos más recientes han venido insuflándole no solo frescor de ideas, sino realizaciones, a la vida de la Asociación Hermanos Saíz (AHS) en esta provincia, y por consiguiente al devenir sociocultural holguinero.
Aunque no proviene precisamente del mundo de las artes, es fruto de la primera promoción de licenciados en Estudios Socioculturales de la universidad holguinera Oscar Lucero Moya, una especialidad a la que cabría dedicarle un espacio aparte para la evaluación de sus aportes dentro del ámbito cultural y social del país durante los últimos años.
Recientemente fue elegida como presidenta provincial de la AHS en Holguín, pero entre sus méritos se le reconocen haber sido fundadora de la Cátedra de Pensamiento de esa misma filial, en la cual permaneció a lo largo de varios años, además, de estar al frente de su sección de Crítica e Investigación.
Laboró como especialista de relaciones públicas de la Casa de Iberoamérica en Holguín, fue coordinadora del Premio Memoria Nuestra de las Romerías de Mayo, y actualmente cursa la maestría de Historia y Cultura en Cuba, en la Universidad de Holguín.
«Pertenecer a la AHS no es algo que se utiliza para legitimarte; no encierra ninguna ventaja o beneficio. Entras a ella por puro compromiso con la creación, con el resto de los asociados y con la población, que es lo que verdaderamente nos da sentido como organización».
De esa forma resume Karina lo que considera «la más importante responsabilidad» que le hayan otorgado en su corta existencia, y que presupone llevar a planos siempre superiores un prolífico legado de más de 23 años de quehacer, que son cuantos acumula, de fundada, la Asociación en Holguín.
—¿Cuánto consideras te aportó la especialidad que estudiaste en tus posteriores elecciones e inquietudes creativas?
—Se lo debemos casi todo, y en especial a nuestros profesores. Los programas de estudio de esa carrera han ido evolucionando con los años, pero lo más significativo siempre fue la vinculación que se nos exigió, desde el comienzo, con los principales acontecimientos culturales del territorio, y no simplemente como espectadores, sino como entes participantes, organizadores.
«Tuvimos el privilegio de contar, casi como otra escuela, con las celebraciones de la Fiesta de la Cultura Iberoamericana, las jornadas de la cultura en los municipios, y más intensamente, las Romerías de Mayo. Cada uno de esos espacios nos permitió interactuar desde muy temprano con personalidades de la cultura de todo el país, lo cual sin dudas nos enriqueció. Pero, al mismo tiempo, fueron espacios en los cuales también se nos permitió materializar nuestras propias iniciativas».
—El fomento de espacios para la discusión teórica y la investigación han sido prioridades de la organización. ¿Cuánto ha podido lograrse?
—Por solo citar dos de los más significativos, te nombraré las peñas Sin urna de cristal y, por supuesto, el evento Memoria Nuestra, de las Romerías de Mayo. Junto a las exposiciones de nuestros asociados, ambos espacios han podido contar con una importante presencia de reconocidos profesionales tanto de la provincia como del resto del país, y eso les otorga un profundo rigor académico en temas como el recate de tradiciones, costumbres, manifestaciones artísticas; el fortalecimiento de la identidad nacional; las experiencias comunitarias, y sobre las condiciones actuales en que se desarrollan estos procesos.
—Novedades en la celebración del aniversario 25 de la organización…
—Acaba de salir el primer volumen, publicado por nuestra Editorial La Luz, bajo el título Hacer Memoria, en el cual se compila una selección de ponencias, de corte histórico, presentadas durante varios años en el evento Memoria Nuestra. Es algo muy valioso, porque las investigaciones necesitan socializarse, necesitan difundirse.
«También impresa por ese mismo sello editorial, el cual está celebrando su aniversario 15 de creado, la antología La Isla en versos: cien poetas cubanos se estará presentando en los próximos días en varias provincias del país».
—¿Cuáles son los retos actuales de la Asociación en Holguín?
—No descuidar el soporte académico ni popular de los eventos. No permitir jamás que nuestro trabajo pueda confundirse, como dicen, con fiesta y pachanga. Continuar desarrollando nuestras relaciones con el resto de las instituciones culturales del territorio, y de otras organizaciones afines, como son las Brigadas Técnicas Juveniles.
«Continuar propiciando la difusión de las creaciones de los jóvenes valores en las distintas manifestaciones artísticas. Y algo muy importante, fortalecer el sentido de pertenencia de nuestros afiliados. No debemos retroceder en el logro de que sea nuestra filial provincial la que mayor número de células y de asociados posea en el país, con presencia en cada uno de los municipios.
«Un desafío constante es no dejar diluirnos en las llamadas “cuestiones de bodega”, que nada aportan a la creación, y trabajar hombre a hombre, mujer a mujer, desde su vida como asociado.
«En lo personal, seguir aglutinando, sumando, estimulando, respaldando, porque son los mayores placeres que comparto.
«No soy una artista. Me considero con orgullo una promotora cultural, porque disfruto mucho cuando contribuyo a organizar, a darle cuerpo a las buenas ideas. Si estas nunca faltan y cuentas con el respaldo de la gente, ¿¡qué puede ser más gratificante!?».