Un análisis histórico y jurídico de las sanciones políticas, económicas y comerciales de Estados Unidos contra Cuba es la esencia del libro que el profesor francés Salim Lamrani presentará próximamente en su país.
El bloqueo constituye la red más desarrollada, sofisticada y larga que se haya implementado contra un país, aseguró el estudioso de las relaciones entre ambas naciones, en entrevista exclusiva a Prensa Latina durante su reciente participación en La habana, en el Encuentro de coordinadores de la Red En defensa de la humanidad.
Estado de sitio: las sanciones económicas de Estados Unidos contra Cuba, una perspectiva histórica y jurídica es el título del libro, cuya edición gala será presentada en la sede del diario L´Humanité, en septiembre venidero.
Con prólogo del ex jefe de la Oficina de Intereses de Estados Unidos (Sina) en La Habana Wayne Smith, el primer capítulo hace un recorrido por las relaciones bilaterales, desde las sanciones de 1960 hasta la actual administración de Barack Obama.
La obra también aborda el impacto del bloqueo en la salud pública cubana, la extraterritorialidad de las medidas y la oposición de la sociedad estadounidense al mantenimiento de la política hostil a la nación caribeña.
Lamrani, periodista y profesor de las universidades París-Descartes y París-Est Marne-la Valleé, expuso que las relaciones Estados Unidos-Cuba no se pueden explicar a partir de la guerra fría, aunque esa fue la retórica política que usó Washington desde 1959 hasta 1989.
Sin embargo, con el desmoronamiento de la antigua Unión Soviética se produce un recrudecimiento del enfrentamiento con las leyes Torricelli y Helms-Burton, lo que deja sin efecto las motivaciones públicas del gobierno estadounidense, señaló.
El autor citó un memorando desclasificado del Consejo de Seguridad Nacional de ese país, con fecha 23 de diciembre de 1958, que cita las palabras de Allan Dulles, entonces director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
Un análisis de las nacionalizaciones de los primeros años de la Revolución cubana, a la luz del derecho internacional, arroja un actuar legal que fue aceptado por el resto de los países afectados, incluso europeos. Solo Estados Unidos exigió indemnización efectiva, adecuada y rápida, acotó Lamrani.