Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

La sinceridad es la pluma que crea la palabra

La presencia de la juventud trae cosas nuevas y una energía revitalizadora que necesita el país, considera el poeta, narrador y ensayista camagüeyano Leonel Valdivia Aguiar

Autores:

Yahily Hernández Porto
Thais Raquel Hernández Campillo

CAMAGÜEY.— Leonel Valdivia Aguiar, destacado poeta, narrador y ensayista, al mirar el panorama cultural actual lo percibe como «un todo único, en el que pensar en ello es la clave para reconocerse a sí mismo».

Desde ese enfoque Valdivia, en diálogo con JR, describió al joven escritor cubano como un ente activo del verbo, pero también como a quien le ha tocado narrar, desde su entorno, la Historia.

—En tu opinión, ¿de qué valores no puede prescindir un joven escritor cubano?

—De la sinceridad en lo que hace. Él debe estar consciente del momento que vive, pero al mismo tiempo de su Historia, de su entorno y de todas las contradicciones que lo rodean, porque es en ese contexto en el que debe apoyarse y del cual debe nutrirse para escribir. A la vez tiene que ser modesto e irreverente, y pensar siempre que todo no está bien hecho y que aún hay por hacer y perfeccionar.

Este joven graduado de Cultura Física confiesa que comenzó a escribir antes de entrar a la Universidad, gracias al Movimiento de Artistas Aficionados y los talleres literarios. Ahí dio sus primeros pasos en el arte que le permitieron adentrarse en el mundo de la poesía, aunque el deporte sigue siendo una de sus grandes pasiones.

Su destacada labor artística ha merecido lauros como el José Jacinto Milanés y el Regino E. Botti con el libro Los puertos del silencio. Además posee la distinción La Avellaneda, que otorga el Instituto Superior de Cultura Física, y actualmente desempeña el cargo de director de la Revista Digital de Literatura y Arte La Liga, y es miembro del Consejo Nacional de la Asociación Hermanos Saíz (AHS).

—La AHS es centro dinámico de la creación artística del país...

—Esta organización ha sido el espacio que le ha permitido a los jóvenes compartir, crear y sobre todo disfrutar de un diálogo intergeneracional, y eso es trascendental para cualquier cultura. La posibilidad que la Asociación brinda al artista para reconocerse a sí mismo es importante, y para el desarrollo y crecimiento espiritual de las personas.

«La misión principal de la AHS es apuntalar una forma de vida, decir y dialogar que responda a los artistas. Es, además, un espacio para que los jóvenes hablen sin tapujos y que sean escuchados.

«La organización nos ha permitido ser dinamizadores de los procesos culturales y artísticos, porque la presencia de la juventud trae cosas nuevas y una energía revitalizadora que necesita el país para cualquier proceso».

—¿Ha cambiado sus métodos de trabajo la AHS?

—Es una Asociación que pondera la superación profesional de sus creadores y la considera la clave para el triunfo, y para el reconocimiento individual y colectivo, porque conocemos que muchos de nuestros integrantes no provienen de escuelas de arte, por eso es tan significativo este aspecto para madurar, moldear y perfeccionar el talento artístico del creador.

—¿Desafíos?

—Lograr la participación de todos sus miembros, lograr cada vez más el fortalecimiento y que no quede fuera un artista joven, con una obra y una propuesta verdaderamente de vanguardia.

«Hay que cambiar las vías de promoción. A cada época le corresponde construir su nueva herramienta de promoción, y la actual no es la excepción, porque estamos en tiempos de nuevas tecnologías, de Internet. Creo que no solo la AHS, sino que las asociaciones culturales cubanas deben continuar repensando sus mecanismos de promoción».

—¿Qué siente Leonel Valdivia cuando lo reconocen en tan importantes ramas como la Cultura y el Deporte?

—Los premios son como una ruleta rusa, tienen que ver mucho con la suerte, pero también con la calidad de la creación artística. Me han marcado, sobre todo La Avellaneda, porque cuando lo recibí estaba sumergido en el arte y pensé que como deportista no obtendría ningún reconocimiento. Me fortaleció como persona, como profesional y como escritor. Y aunque desde mi perspectiva los premios no legitiman, sí son méritos a tu labor, y eso es estimulante.

Ruta creativa

Leonel (Camagüey, 1975) ha sido merecedor de múltiples lauros, como el segundo premio en el género cuento del concurso UNEAC en su provincia (2000), o la Mención en el certamen Casa tomada, de cuento breve, en Ciego de Ávila (1999). Entre sus libros de poesía publicados se encuentran Desde los puentes, Travesía hacia el naufragio y Los puertos del silencio.

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