Los Jóvenes actores Daniela Marín Brito (María Karla), Rachel Cruz ( Claudia), Ariadna Núñez (Yaíma) y Milton García (Carlos Enrique), de la serie Mucho Ruido dialogan con los lectores de Juventud Rebelde Autor: Calixto N. Llanes Publicado: 21/09/2017 | 04:52 pm
Sin saber a qué se «arriesgaban» exactamente, cuatro de los protagonistas de la gustada serie Mucho ruido: Daniela Marín Brito (María Carla), Rachel Cruz (Claudia), Ariadna Núñez (Yaíma) y Milton García (Carlos Enrique), accedieron gustosos, recientemente, a ser entrevistados on line por decenas de lectores de Juventud Rebelde. Y sucedió lo que «temíamos»: las dos horas pactadas para el diálogo virtual se convirtieron en cuatro, de manera que será imposible reproducir todas las preguntas y respuestas, mas esta selección servirá para complacer a aquellos que siguen enviando correos a nuestra redacción.
Yermáis: ¿Pensaron en algún momento que Mucho ruido fuera a ser un fracaso?
Rachel: Yermáis, te cuento que, en mi caso particular, todavía estoy deprimida. Todos, en cuanto acabó la serie, nos llamamos por teléfono y recordamos anécdotas y momentos vividos. Siempre supimos que íbamos a llegar a ustedes, porque intentamos ser lo más espontáneos posible. No sabíamos que la serie iba a tener tanta aceptación, pero aunque no la hubiera tenido, hubiéramos estado conformes con el resultado, porque nos divertimos muchísimo.
Daniela: Nunca pensé que la serie fuera a tener tanto éxito. Me impresionó muchísimo el primer concierto que dio Néstor en La Casona. Jamás imaginé que asistieran tantas personas. Fue una locura. Quedé maravillada. A partir de ahí fui más consciente de lo que estaba pasando con la serie. Me quedé con deseos de seguir haciendo otros capítulos. Como una televidente más, me sentaba todos los lunes, miércoles y viernes a seguir Mucho ruido, y la verdad que lo disfruté muchísimo. Estoy en la misma situación que ustedes.
Ariadna: Mucho ruido me ayudó a crecer. En el casting (selección de los actores) me quedé un poco frustrada, pues no fui seleccionada. Cuando llegué triste a mi casa, me encontré con la sorpresa de que la asistente me había llamado y me dijo: «Mariela, la directora, se quedó pensando en ti». A partir de ese momento empezaron a cumplirse los sueños, al poder tener la oportunidad de entrar en contacto con el medio. Sin embargo, los ruidos (los problemas que enfrentamos) me hicieron pensar por un momento que la serie no iba a funcionar. Pero, ¡qué bueno haber estado equivocada! Mariela confió en nosotros, y gracias a su empeño y fe y a las largas horas de trabajo, alcanzamos con este proyecto un éxito rotundo. Por cuestiones de trabajo, casi no pude ver el último capítulo; además, me sentí muy apenada porque mi mami no pudo disfrutarme, ya que en el horario en que salía la serie, ella estaba trabajando. Quedé con deseos de continuar, porque realmente el esfuerzo no fue en vano.
Milton: En primer lugar, uno extraña mucho porque logramos un acople muy grande durante el tiempo en que estuvimos juntos, casi tres meses. En un inicio tuvimos dudas de que fuese a funcionar la serie, pero confiábamos mucho en Mariela, que nos apoyó, y, claro, en nosotros mismos. Ahora me queda recordar y extrañarlos, aunque nos vemos con frecuencia. En verdad les agradecemos a ustedes, los televidentes, que nos han dejado con inmensos deseos de seguir haciendo «mucho ruido».
Eduardo: ¿Hacer Mucho ruido les aportó algo para su futura carrera profesional o consideran que solo les sirvió para ser populares entre los jóvenes?
Milton: Por supuesto que nos aportó. Uno nunca deja de aprender y debe aprovechar todas las oportunidades que se nos presentan; intentar aprender, incluso, de los errores que se cometen. Esta no fue mi primera experiencia en la televisión. Antes estuve en la telenovela Oh, La Habana, que dirigió Charlie Medina. Allí interpreté el personaje de Pedrito (Pelly). En esta serie, con ayuda de los actores profesionales y de mis compañeros de la Escuela Nacional de Arte (ENA), me pude adentrar un poco más en este mundo, del que tenía —y aún tengo— poco conocimiento.
Rachel: La popularidad y el reconocimiento que hemos tenido o seguiremos teniendo no es tan relevante como todo lo que nos aportó participar en esta aventura. Afortunadamente, estoy participando en la realización de una novela (Añorado encuentro) y estoy convencida de que no hubiera podido llegar a ella sin la experiencia que me ofreció Mucho ruido, sin las enseñanzas de Mariela, a quien le agradezco todo. Me siento muy feliz por lo que ha pasado con la serie y, sobre todo, por ella, que fue la principal responsable de que nuestra labor les haya gustado a ustedes y de que la serie haya tenido tanto éxito. Agradézcanle a ella.
Daniela: Mucho ruido fue mi primera experiencia en televisión. Jamás me había enfrentado a una cámara. Resultó muy difícil pasar del teatro a ese medio. Fue un orgullo haberme estrenado con este trabajo y bajo la dirección de Mariela. De todas las escenas, de todos los ensayos, de las clases con la directora y con la profesora de voz y dicción, aprendí a cada momento. De mis compañeros también aprendí, al igual que de los actores más consagrados. Como ya saben, mi tía es la actriz Dianelis Brito, quien me ayudó muchísimo a la hora de enfrentar este personaje tan complejo. Esto no quiere decir que ella haya influido en que me hubiesen seleccionado para actuar en la serie. Les aseguro que fue todo lo contrario. La serie exigió mucho esfuerzo de mí. No niego que es muy agradable saber que tu trabajo ha gustado pero, más que eso, lo más significativo ha sido lo aprendido, no solo como actores sino como seres humanos.
Ariadna: Creo que Mucho ruido ha sido un paso muy grande dentro de mi carrera. No solo porque pude interpretar un buen personaje, sino porque me preparó profesionalmente para poder asumir trabajos posteriores. En estos momentos, por ejemplo, interpreto un nuevo personaje —pequeño pero importante— en la película Boleto al paraíso, de Gerardo Chijona. Allí también trabajo junto a mi novio, Fabián Mora (Robertico), quien sí es coprotagonista.
Dayán: ¿Qué planes futuros tienen?
Milton: Ahora mismo, con Daniela, estudio en la ENA, actividad que ocupa la mayor parte de nuestro tiempo. En diciembre comienzo a grabar un corto con Yoel Ortega, un joven realizador del ICAIC. En esta obra hará de mi padre nuevamente Eman Xor Oña, con quien me comuniqué muy bien en Mucho ruido.
Ariadna y Rachel: ¡¡¡¡¡Graduarnos este año!!!!!!
Luna: ¿Los momentos más difíciles durante el rodaje?
Daniela y Rachel: El mayor reto fue el fríooooooooo que había, como seguramente se dieron cuenta en el making off del último capítulo.
Daniela: También el día en que filmamos la escena del juego de básquet de las hembras contra los varones... El sol era insoportable; nos quemamos muchísimo. Recuerdo cómo a Reinier se le quedó marcada la camiseta, y cuando se la quitaba parecía que la tenía puesta todavía.
Rachel: Luna, hubo muchos momentos difíciles, como en todos los trabajos, y más cuando se trata de uno tan extenso y complejo. Pero lo más importante siempre fue, como dijera la maestra (Mariela), mantener intacto lo esencial, lo que realmente importa. Cuando nos unimos y descubrimos que nada externo ni ajeno al proyecto podía interferir en nuestro sueño, los problemas fueron menos problemas. Y a partir de ese momento, los 17 (nosotros 16 y Mariela) empezamos a hacer «mucho ruido».
Karla: Hola, Rachel, dime cómo te sentiste al principio del rodaje de la serie.
Rachel: Tu pregunta es la idónea para decir que, de no ser por esos misterios de la vida, no hubiera tenido nada que ver con el proyecto. El primer día de casting fuimos en grupo. Y cuando me tocó sentarme para comenzar, la directora me dijo que mi imagen se veía «pasada» con respecto a lo que ella pensaba. Me fui, más que molesta, triste. Y al mes, cuando ya ni recordaba la serie, la asistente llamó y me volvió a citar. ¡Qué bueno que me llamaron! Nada, Karla, que lo que está para uno, nadie te lo quita.
Daniela Collazo: ¿Qué significó para ustedes trabajar junto a actores de tanta experiencia como Corina Mestre?
Daniela: Tocaya, cuando me enteré de que iba a trabajar con Corina me puse muy nerviosa. Incluso, en los ensayos estaba temblando, pero mientras grabamos me ayudó muchísimo y me dio fuerzas para continuar. Después de eso me percaté de que los nervios habían sido en vano, porque Corina es la persona más dulce que he conocido. Y todos aprendimos con ella.
Milton: Siempre para los que se inician en los medios —en este caso la televisión—, trabajar con actores de tanta experiencia ayuda a confiar en uno mismo. Tuve la preocupación de no estar al nivel de ellos, pero con esfuerzo, digo yo, todo se logra. Simplemente saber que estás cruzando palabras y emociones con maestros como ellos, te hace sentir muy bien. Yo me alegro mucho, no solo por mí sino por todos nosotros, de que nos dieran esta oportunidad. En mi caso particular, trabajé muy cerca con Ana Rojas (tía Matilde), actriz y profesora de voz y dicción; con Eman Xor Oña (Santiago, mi padre) y con Kike Quiñones (profesor Omar). Ellos facilitaron mi labor con sus consejos y atenciones. Entre nosotros no hubo ninguna frontera.
Rachel: Sin obviar las atenciones y todo lo que he aprendido de Corina Mestre (como profesora en la ENA y como actriz en la serie), tengo que decir que mi mayor escuela en Mucho..., por la cantidad de escenas que teníamos juntas, fue la gran maestra Martha del Río (Margarita), de quien aprendí, en cada segundo, la tolerancia, el amor y la ternura que debe existir en quien se considere artista. Otra persona a quien le debo mucho, no solo en el aspecto profesional, sino más bien en el personal, es a Amarilys Núñez (Leonor), con la cual, a pesar de no tener muchas escenas, creé una amistad para toda la vida. Solo teníamos una escena importante y puedo recordar que era la 25.21, porque todas las noches dormía con el libreto debajo de la almohada, por miedo a decepcionarla a ella y a mí misma. Así que puedes imaginar lo que representó para nosotros compartir nuestro primer trabajo con las mejores figuras que tiene la TVC en estos momentos.
Ariadna: Tuve el enorme placer de trabajar con Edith Massola, a quien admiro mucho. Gracias a Mucho ruido le tomé gran aprecio. En cuanto a los demás actores, les agradezco el habernos apoyado y enseñado a salir adelante.
José Pedro: ¿Habrá por fin una segunda temporada?
Rachel: Está claro que para nosotros resultó y resulta maravillosa esta experiencia. Sin embargo, hay que decir que Mucho ruido se pensó así, como salió, con sus 31 capítulos, «pequeñita», concentrada, con estas situaciones y estos personajes. Jamás se pensó en que tuviera una segunda parte. Siempre sería un riesgo volver a ella, pues ya se creó un precedente; difícilmente se podrá superar lo ya logrado. Creo que lo más importante sería que la TVC pensara en muchos otros proyectos como este, porque los jóvenes cubanos los necesitamos, o tal vez que Mariela, que ya ha probado que es una directora muy capaz, inteligente, sensible, cariñosa (lo demostró con La sombrilla amarilla) vuelva a preparar otra serie. Nosotros siempre estaremos dispuestos a seguirla en esos empeños.