Fue celebrado este viernes en la capital y otras provincias, como opción cultural concebida para meses de julio y agosto. Tendrá lugar la campaña Lecturas de Verano
La noche de ayer llegó temprano a muchas calles y plazas de nuestras principales ciudades. Los libros fueron, una vez más, el motivo que aglutinó a miles de paseantes alrededor de plataformas y quioscos dispuestos a lo largo del país para la charla amena, la lectura de poesías, la presentación de cantantes, así como para la venta de títulos. La Noche de los Libros se hizo realidad, y todos quedaron satisfechos.
Desde antes de la hora señalada, cientos de transeúntes invadieron La Rampa y el resto de la avenida 23, en la capital. Desde el mar hasta la calle 14, los espacios de sombra escaseaban ante el empuje de aquellos que salieron en busca de un libro. Importantes figuras de nuestra literatura se dieron cita en diversos espacios, y desde estos conferenciaron y anunciaron próximas publicaciones. La pluralidad de géneros y temáticas fue la constante de esta pequeña feria, impulsada por la Unión de Jóvenes Comunistas y el Instituto Cubano del Libro como parte de las acciones que cubrirán todo el verano.
En Cienfuegos, cerca de 12 puntos del boulevard y el Prado se mantuvieron activos durante la jornada, con la presencia de jóvenes y consagrados en el mundo editorial; en la esquina de Prado y San Fernando, integrantes de la Brigada José Martí ofrecieron un atractivo espectáculo, a la vez que los presentes tenían acceso a la biblioteca virtual montada por especialistas de los Joven Club de Computación.
Igualmente, los habitantes de Nueva Gerona, en la Isla de la Juventud, tuvieron la oportunidad de compartir con escritores del territorio y de otras provincias, los cuales participan del concurso Mangle Rojo 2008. Los más pequeños se concentraron en el parque de los Hexágonos, y allí intercambiaron ideas con autores de literatura infantil.
El boulevard de Santa Clara abrigó una tarde noche muy especial. Las peñas Café Contigo y Luces de la Ciudad, entre otras, garantizaron esa intimidad que hace más asimilable el intercambio entre el creador, la obra y el público.
Las Tunas y la Villa Azul de Puerto Padre le hicieron un auténtico homenaje a la cultura con la celebración de La Noche de los Libros en medio de un público que colmó todos los espacios y se deleitó con la tertulia gigante, la actuación de trovadores, la presentación y venta de libros y las lecturas de textos.
La popular calle Enramadas, en Santiago de Cuba, dejó a un lado su ajetreo constructivo para ceder a un tiempo signado por la promoción de la lectura, y el cual arrancó con la proyección del filme El viajero inmóvil, el más reciente abrazo entre literatura y Séptimo Arte del cine nacional. En la ciudad más caliente de la Isla, La noche de los Libros coincidió felizmente con el ambiente festivo que propone por estos días la XXVIII edición del Festival del Caribe.