Regulación, fotografía de Nadal Antelmo, perteneciente a la serie Cuestiones de estados. Nadal Antelmo (Nadalito) es un fotógrafo reconocido, sobre todo, por sus obras eróticas o erotizantes, imágenes que desde la semiabstracción o el énfasis en partes nítidamente definidas del cuerpo humano, apelan al eros sublimado(r).
Seguir explorando territorios ya conquistados, conforme han procedido históricamente otros creadores, podría perfilarse como la senda más expedita en aras de consolidar el éxito artístico y/o de mercado. Mas, no en vano, juventud suele identificarse con audacia y experimento.
Por ello quizá no resulte tan sorpresiva la propuesta que Nadalito expone en la galería Espacio Abierto, en 4 y 11, Vedado. Con el título Cuestiones de estados, el joven artista exhibe una suerte de ensayo fotográfico protagonizado por el objeto.
Este último, captado varias veces en posición dominantemente vertical, pudiera remitir a un atávico falocentrismo, al poder del sexo masculino. Visto así, ello entroncaría, hasta cierto punto, con algunas fotos eróticas hechas por Nadalito.
Ahora bien, esos objetos hallados en el camino son detonantes para muchas otras reflexiones, que este fotógrafo matancero registra y subraya, apoyándose en palabras clave, palabras-conceptos. Aunque fueron objetos encontrados de modo contingente, el autor no deja totalmente al libre albedrío del espectador las lecturas de las imágenes finalmente expuestas.
Sintetiza y aúna lenguaje visual y lenguaje escrito. Se podría aventurar que igualmente pone a contribución al minimalismo y al conceptualismo. Pero haciendo la salvedad, en este último caso, que Nadalito no juega con la designación nominal del objeto. Antes bien, opera con el sentido que la apariencia de aquel y su relación con el enclave le sugieren.
Ausencia, desorden, opresión, duda, falsedad, nostalgia, soledad, apoyo, memoria, tolerancia, protección, alianza y regulación, son estados y actitudes inherentes a individuos y conjuntos de individuos. Nadalito los sustantiva y asocia a objetos, en una fusión compositiva y conceptual a la vez. En lugar de acudir a seres humanos para alegorizar tales cuestiones, él (des)cifra sus señales en entornos preteridos y objetuales que, sin embargo, nos contienen y reflejan en nuestra complejidad existencial.
Aprovechando las posibilidades que ofrece la tecnología digital, este fotógrafo manipula, a través de objetos, la llamada realidad objetiva. Conjuga lo preexistente con la sugerencia apuntada. Crea situaciones híbridas, parcialmente virtuales, mas no por ello despojadas de credibilidad.
En estas fotos «objetualistas», Nadalito sigue confiriendo beligerancia al detalle, al gesto selectivo, y continúa magnificando sus implicaciones. Al jugar con la iluminación sobre los objetos y la sombra que proyectan, hace pensar incluso en la acepción etimológica de la palabra «fotografía»: dibujar con la luz. Pero también dibuja en la fotografía con los trazos caligráficos hechos por el mouse de la computadora.
A fin de cuentas, ilumina algunas zonas de la realidad individual y social. Al margen de sutilezas u obviedades, de cuán logradas puedan parecer las obras, el artista indica otras maneras de «enfocar» el mundo inanimado que nos circunda. Pareciera animarnos, emplazarnos inclusive, a redescubrirlo y redescubrirnos, a procurar otras miradas posibles.