La sequía, la acumulación de material combustible, el impacto de otros fenómenos meteorológicos, del cambio climático y las negligencias en el manejo del fuego, obligan a ser previsores . Autor: PL Publicado: 11/01/2025 | 12:06 pm
Con el propósito de prevenir siniestros y enfrentar su estallido en la vegetación y los bosques del país, el Cuerpo de Guardabosques de Cuba (CGC) anunció el inicio de la Campaña de Protección contra Incendios Forestales, trascendió en La Habana.
El coronel Manuel Lama Gómez, jefe del CGC detalló que en la nueva cruzada participarán directivos del Ministerio de la Agricultura, de la Defensa Civil, jefes del Ministerio del Interior en las provincias y representantes de otros organismos.
Acciones de preparación, ejercicios prácticos y diversas iniciativas comunicacionales, de conjunto con colectivos de la administración central del Estado, organizaciones políticas, de masas y sociales, con el papel protagónico del pueblo, formarán parte de las jornadas.
Lama Gómez alertó sobre la necesidad elevar más la percepción de riesgo de la población, la preparación y coordinaciones entre las fuerzas responsabilizadas y de extremar las medidas profilácticas mediante mensajes de comunicación más intencionados en todos los casos, informa ACN.
Insistió en que la sequía, la acumulación de material combustible, el impacto de otros fenómenos meteorológicos, del cambio climático y las negligencias en el manejo del fuego, obligan a ser previsores y adoptar todas las disposiciones imprescindibles.
Hay que evitarle a la nación los daños millonarios, las afectaciones al medio ambiente y a la salud humana que pueden ocasionar y que siguen amenazando a la humanidad en todo el planeta, explicó.
Dagoberto Rodríguez Lozano, director de Suelos y Fertilizantes, del Minagric, se refirió a las indicaciones impartidas por Ydael Pérez Brito, su titular, para priorizar el trabajo integrado con el CGC, las acciones para sensibilizar a los productores y a la población de zonas agrícolas sobre las causas de estos hechos, incrementar las medidas de control, el rol de los inspectores y la identificación de las zonas proclives.
Los asistentes al encuentro coincidieron en socializar por todos los canales y ámbitos de comunicación acciones preventivas que permitan impedir las negligencias que constituyen el 95 por ciento de las deflagraciones.
Estas últimas ocurren, principalmente, por las quemas para varios fines, fumadores y transeúntes irresponsables, la circulación de vehículos con desperfectos técnicos (sin mata-chispas), cazadores y pescadores furtivos y castradores ilegales de colmenas.