Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Ciencia y educación para el amor y el progreso

La clausura del 3er. Congreso Internacional Ciencia y Educación devino en emotivo homenaje a la mujer cubana abanderada en la investigación científica

Autor:

Laura Fuentes Medina

El 3er. Congreso Internacional Ciencia y Educación vio su fin este miércoles con el compromiso de estimular las prácticas investigativas con enfoque inclusivo y de calidad, en correspondencia con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. De muy aportadora catalogaron esta jornada de clausura, sobre todo, por la profundidad del debate durante el panel «Mujeres de Ciencia», en el que la vice primera ministra Inés María Chapman Waugh señaló que Cuba ocupa el primer lugar en la estadística de mujeres investigadoras en el mundo. Por su parte, la Doctora en Ciencias Lis Cuesta Peraza, directora de eventos del Ministerio de Cultura, apuntó que «todavía hay una lucha por ganar contra el machismo, pero dentro de la Revolución lo denunciamos y avanzamos; hoy estamos abriendo muchos frentes de batalla, no solo en la lucha a favor de la mujer, sino para erradicar todo tipo de manifestación discriminatoria en nuestra sociedad». Al respecto, Keyla Estévez García, directora del Centro de Estudios de la Juventud, destacó que «los científicos cubanos no podemos estar en la acera de enfrente, todo lo que hacemos cada día debe ser con la convicción de que estamos propiciando que el país se desarrolle». Durante la clausura, el Consejo Mundial de Académicos e Investigadores Universitarios entregó el premio mundial Mujer de Ciencia 2024 a Inés María Chapman Waugh, Lesbia Cánovas Fabelo, Ileana Morales Suárez, Lis Cuesta Peraza, Keyla Rosa Estévez García, Vilma Celia de los Santos, Norma Goicochea Estenoz, Yumilka Ruiz Luaces, Yudith Vidal Faife, Orquídea Urquiola Sánchez, Mélix Ilisástigui Avilés, así como a Marina Cristina Velazco Parra de Paraguay y María Priscillia Serrani de Argentina. Los debates de los más de 600 delegados de 36 naciones en el Palacio de Convenciones de La Habana devino en emotivo testimonio del orgullo hacia los referentes que nos unen como cubanos en función del bienestar común, y dejó abierta la puerta a futuros intercambiamos en pos del avance, la ciencia y el amor.

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