Los frutos de la labor educativa del proyecto Sonrisas Guardería Infantil fueron palpables en la fiesta por el primer aniversario. Autor: Odalis Riquenes Cutiño Publicado: 07/03/2024 | 04:27 pm
SANTIAGO DE CUBA.—Para madres trabajadoras como Katherin César, es la confianza de ver a su Wilfredito crecer, desarrollarse, arropado por el cariño y la profesionalidad de muchos.
En niños como Amaya, que dio aquí sus primeros pasos, hilvanó por vez primera frases completas y consolidó hábitos que hoy le convierten en monitora de su salón, tiene los colores de los comienzos que nunca olvidará.
Al decir de educadoras cálidas y empáticas como Inalvis Acosta Téllez, una de las seños del Segundo año de vida, es la realización de transmitir lo que sabe y ver el avance, lo gratificante de conseguir que los niños conquisten los logros del desarrollo: fomentar habilidades, prepararlos para la escuela, educarlos.
Para los socios fundadores y líderes del proyecto Isabel Torres Berenguer, Williams Boix y Norma Torres, es el sueño hecho realidad desde el amor, la sensibilidad, el abrazo perenne de personas e instituciones diversas.
Así de tiernas y firmes son las huellas que ya deja en la vida de muchos el proyecto Sonrisas Guardería Infantil, un emprendimiento santiaguero, que este 6 de marzo celebró su primer año de vida con la satisfacción de contribuir al cuidado y acompañamiento de niños de la primera infancia, con énfasis en su desarrollo físico, intelectual, emocional y en valores y la educación complementaria de escolares de la enseñanza primaria en materias como el idioma inglés, las artes plásticas, música y expresión corporal, entre otras.
Mucho más que un cuido
Más que una alternativa ante la demanda insatisfecha de las madres trabajadoras para acceder a una plaza en un círculo infantil; más que un cuido, como popularmente se denomina este tipo de servicios, Sonrisas Guardería Infantil es un empeño de amor que defiende la felicidad de educar.
Así lo definen sus líderes y lo han constatado en un año de existencia el más de un centenar de pequeños en edades preescolares y unos 300 del nivel primario que han recibido los servicios de la iniciativa, que en estos momentos trabaja para convertirse en un proyecto de desarrollo local, signado por la entrega y la sensibilidad.
Sonrisas Guardería Infantil, es un empeño de infinito amor, asegura la máster Isabel Torres Berenguer, socia fundadora y líder del proyecto. Foto: Odalis Riquenes Cutiño
Destaca el creativo proyecto por el rigor pedagógico con que asumen su labor con la primera infancia y la puesta en práctica de novedosas concepciones educativas que incluyen la temprana familiarización con el idioma inglés, y el aprovechamiento de las bondades de manifestaciones artísticas como la música y las artes plásticas para el desarrollo de los pequeños.
Con la misma resiliencia de su nombre, Sonrisas Guardería Infantil descuella igualmente por su capacidad para tejer alianzas con otros proyectos de la urbe santiaguera vinculados al trabajo con la infancia como Almas, dedicado a la atención a pacientes oncopediátricos; Sin Barreras, donde el arte es camino para sobreponerse a cualquier limitación, y la colaboración con instituciones educativas como el círculo infantil Bebé, para niños con necesidades educativas especiales, y el hogar para niños sin amparo familiar La casita, de Vista alegre, entre otros.
Con el gusto de sentirse una familia que apuesta por el bienestar de sus hijos, más de 50 emprendimientos, instituciones y nuevos actores económicos de la urbe apoyan de diversas maneras en la materialización de un entorno de confort y comodidad para los niños; entre ellos sobresale la pequeña empresa WBoix Fábrica de Juguetes, cuyos líderes, socios y fundadores de Sonrisas, han desplegado todas sus potencialidades para el aseguramiento del mobiliario, juguetes, medios de enseñanza, y cuanto haga falta.
Como otra evidencia del crecimiento de este empeño y muestra de que sus líderes no se cansan de soñar aunque los tiempos sean difíciles, el proyecto ha anunciado la entrega de tres becas comunitarias durante el año que harán más expedito el acceso a sus servicios, en este caso para padres pertenecientes a los sectores de Salud y Educación y una familia en situación de vulnerabilidad, previo estudio sicosocial. La primera de ellas fue otorgada durante la celebración del cumpleaños al pequeño Nicolás Garcés.
Reconocido por la dirección de Educación en el municipio Santiago de Cuba, por su aporte al propósito común de formar a las nuevas generaciones, Sonrisas Guardería Infantil, ha dado sus primeros pasos como un espacio de oportunidades, paciencia y dedicación.
Entre los salones de la casona de Barnada, entre Bayamo y San Gerónimo, que sirve de sede del proyecto, unos 60 infantes desde el 2do. hasta el 5to. año de vida y un amoroso colectivo pedagógico se empinan hoy hacia un mañana mejor, pues como enfatiza al que llega Adriana Morales, coordinadora de procesos, les anima la satisfacción de ser un entorno que entrega sonrisas, por el bienestar de la infancia.