Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Rostros de una epopeya siempre joven

Un estudiante de Enfermería y una joven atleta de nivel olímpico y diputada al Parlamento cubano, apuestan desde el vigor de sus años por una Cuba mejor

Autores:

Odalis Riquenes Cutiño
Lisandra Gómez Guerra
Enio Echezábal Acosta

Transpiran sueños y luchan por realizarlos. En sus venas corre el oxígeno de un tiempo que, aunque los años se deshojen, no es el mismo, pero es igual. Comparten ideales y el mismo camino, tan angosto y retador como hermoso.

Pueden o no ser conscientes, pero en sus gestos se prolonga la sonrisa de Vilma y la dulzura y seriedad de Frank, el joven maestro que con igual pasión levantaba en armas una ciudad y dedicaba amorosos poemas y dibujos a sus seres queridos, o se ponía sin ningún rubor un delantal para ayudar a su madre en la cocina.

Su empeño es heredero de la convicción y el sentido de justicia de Fidel, la generosidad y el desprendimiento de los que fueron al Moncada, la entrega de tantos otros, tan imberbes como ellos, que conquistaron la libertad.

Son presente e historia, y en su andar va el vigor de una epopeya que, con 65 años de existencia, continúa teniendo el rostro y el corazón joven.

Soñador con los pies en la tierra

El sueño infantil de Delvis Manuel Denis Macías de ser policía y astronauta solo habita en el recuerdo. El de subir al cuadrilátero para mostrar destreza y fuerza con los puños revive cuando entrena en casa. El ser un hombre de bien está vivo cada vez que labora en el Hospital Provincial Camilo Cienfuegos, de Sancti Spíritus.

«Salvar vidas lo veía como algo lejano, pero ya he comprobado que es posible. Al terminar la secundaria, decidí optar por el técnico medio en Enfermería, y cuando egrese de la Facultad de Ciencias Médicas podré aspirar a la Licenciatura, o incluso cambiar a Medicina, que es mi meta».

Tiene 17 años y habla, además de con una eterna sonrisa en los labios, con una madurez que sorprende. Reconoce que ha crecido en cada guardia, cada clase, cada interacción con los pacientes.

«A veces no me creo lo que he logrado. He estado presente en tres cirugías y me gusta mucho todo lo relacionado con la cardiología», refiere y aún se pone nervioso al recordar el día que asistió a la amputación de una pierna: «Hacerlo era de vida o muerte. No se podía titubear».

Pero, si de algo le ha valido estudiar la enfermería ha sido para dominar los nervios. Lo demostró en septiembre pasado durante la Asamblea Nacional de la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM), cuando se acercó al Doctor José Angel Portal Miranda, ministro de Salud, y expuso el reclamo de sus compañeros de usar el uniforme azul. Al regresar a Sancti Spíritus algunos incrédulos no confiaron en la aprobación de su propuesta, hasta que una llamada desde La Habana lo confirmó.

«Que tus compañeros confíen en ti para que los representes es una gran responsabilidad. Liderar la FEEM provincial es difícil, porque tienes que sacar tiempo para estudiar, ir al hospital, estar al día con las exigencias de la organización y ayudar a la familia».

Además de bailar, practicar calistenia y navegar por las redes sociales, a Delvis Manuel Denis se le encuentra con facilidad en la pequeña área cerca de su casa donde, junto a su padre, aplica saberes sobre permacultura, apicultura, cunicultura, lombricultura y cornicultura.

«Tenemos sembradas hortalizas. Me gusta el trabajo en el campo», asegura, aunque deja escapar una carcajada cuando le pregunto si ese gusto lo hará regresar a la comunidad rural Paredes, donde vivió hasta hace muy poco.

Ahora vive con la familia hacia Olivos 3, en la urbe del Yayabo: «No quería salir de allá porque están mis bisabuelos y mis amigos, pero ya solo voy de visita».

—¿Cómo te ves diez años después de este diálogo?

—Para entonces, tengo claro que ya habré concluido mi carrera, aunque estaré siempre superándome. Voy a mantener mi compromiso con mi Revolución, porque a los jóvenes nos corresponde estar a la vanguardia y ser ejemplo. Mi proyecto de vida está aquí porque lo que soy es en parte gracias a todas las oportunidades y conquistas de esta nación. Quizá tenga para entonces hijos, pero sobre eso sí no estoy todavía preparado ni para hablar.

Una diputada en la mira

Con la 10ma. Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), un grupo de nuevos diputados asumió la responsabilidad de representar a sus pares y colaborar como parte activa dentro del principal órgano legislativo en el país.

Una de las nuevas caras que se sumaron a las comisiones en este 2023 fue Laina Pérez Fagundo, atleta de nivel olímpico y multicampeona continental y centrocaribeña en la disciplina de tiro deportivo.

Acostumbrada a la intensidad de los entrenamientos y la presión de la competencia en un deporte que requiere de la más alta precisión, la joven pistolera se integró a la Comisión Permanente de Salud y Deportes con el mismo espíritu con el que enfrenta un torneo: alto sentido de la justicia y en busca del mejor resultado posible.

«Es una gran responsabilidad porque tienes que representar al pueblo y tratar de satisfacer sus inquietudes generales. Desde esta posición, o sea, desde este pedacito que me toca ahora, intento aportar algo en pos de que las cosas mejoren en nuestro país, como queremos todos», declaró.

—Vives casi todo el tiempo en La Habana, que es el lugar donde entrenas. ¿Cómo te mantienes en contacto con la realidad de tu municipio?

—Como atleta a tiempo completo uno tiene que estar permanentemente atento a la preparación, que no es poca cosa. De ahí que pueda ir tan poco tiempo a Jagüey Grande; pero en cada viaje que hago trato de dar un recorrido por el lugar, hacer algunas visitas y ver lo que está pasando. También me mantengo actualizada y en contacto con la otra diputada de mi municipio y con el Gobierno provincial.

—¿Cómo es, en detalle, el trabajo que hacen en su comisión?

—Aunque en este tiempo de Asamblea solo se nos ve reunidos en la Comisión Permanente, nosotros dedicamos a esto muchísimo más tiempo. Constantemente estamos analizando los objetivos trazados aquí, y en base a eso vamos revisando y supervisando todo lo que respecta al plan de cara al siguiente período de sesiones.

«Afortunadamente para mí, tenemos de nuestro lado la tecnología para comunicarnos y dialogar en grupo. Así es posible seguir participando del proceso y sacar adelante los objetivos que tenemos. Por esa vía la presidencia de la comisión nos hace llegar, entre otras informaciones, las guías para los controles, y también se realizan videoconferencias para recibir las herramientas necesarias y llevar a cabo el trabajo de una manera más acertada y cercana a las necesidades del pueblo».

—¿Qué te gustaría dejar como legado una vez que termine esta legislatura?

—No pienso tanto a nivel individual como colectivo, o sea, a nivel de comisión. Me gustaría que lográramos en este período que se perciban cambios tangibles que se reflejen en el bienestar del pueblo. Es cierto que muchas veces esos cambios necesitan tiempo y están pensados para un plazo mediano o largo, pero quiero pensar que es posible lograr cosas y palpar un poco el resultado de nuestro esfuerzo.

Entre sesiones, comisiones y otros menesteres de la ANPP, Laina Pérez no pierde de vista la diana. Esta mujer, que en la cita centrocaribeña de San Salvador se hizo viral por devolver una medalla de bronce, ganada por una colega mexicana en buena lid, tiene ahora mismo la mira puesta en la clasificación a París 2024, que serían sus segundos Juegos Olímpicos, luego de haber estado en Tokio 2020 hace un par de veranos.

Para Delvis Manuel Denis Macías liderar la FEEM espirituana ha sido un reto difícil, pero que asume con total convicción y deseo. Foto: Lisandra Gómez Guerra.

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