Fidel artífice de la democracia revolucionaria. Autor: Archivo de JR Publicado: 22/11/2022 | 11:30 pm
MATANZAS. — Heriberto Sosa Casanova, presidente del colegio electoral de la circunscripción 25 durante la experiencia del Poder Popular en Matanzas en 1974, tuvo el privilegio de atender las inquietudes de Fidel, durante las dos visitas a ese local el mismo día.
«En las asambleas de cada Comité de Defensa de la Revolución (CDR) se elegían a los candidatos a delegados, eran reuniones muy combativas, masivas, con mucha motivación en el pueblo. Las casas estaban embellecidas con banderas y había música».
«Yo trabajaba como jefe de la sección de Industria en el Comité Provincial del Partido y me eligieron presidente del colegio», recuerda Heriberto, quien contaba con 28 años de edad y cuenta que se hizo un listado riguroso, casa por casa.
«Fueron días duros en cuanto a la organización, se hacían reuniones en los CDR para explicar bien cómo iba a ser el proceso, porque eran las primeras elecciones después del triunfo de la Revolución y queríamos que todo saliera bien.
«Llegué al colegio aquel domingo a las cinco de la mañana y ya allí había más de 60 personas esperando a que abriera, incluso, un vecino, trabajador de la empresa Cubanitro, durmió en el colegio para ser el primero en votar, y así fue.
«A las siete en punto abrimos, enseñamos las urnas y las sellamos. Teníamos un auto para traer a las personas que no podían venir caminando o para llevarles las boletas a las casas.
«La mañana transcurría normal, brindábamos los partes cada una hora, pero a las 11:47 de la mañana todo cambió. Tremenda sorpresa. Llega Fidel con un grupo de dirigentes de la Revolución. Me da la mano y rápidamente me pregunta cómo estaba la votación, cuántos ya habían votado. Le contesto que alrededor del 80 por ciento, y me dice: ¿Y cómo tú lo sabes? Entonces le explico que cada una hora enviábamos un parte al colegio electoral municipal.
«Casualmente a las 12 meridiano tocaba mandar un parte y un compañero se me acerca y me dice que ya ha votado el 81,5 por ciento. Fidel sonríe y expresa jocosamente: “Te acercaste, te acercaste…”.
«Recorrió el colegio, saludó a todos y conversó con los pioneros, mientras se preocupaba por las personas que yo pensaba no votarían por diversos motivos. Le cuento que una pareja se había casado y estaba hospedada en el hotel Oasis, en Varadero, y que a un vecino le habían amputado las piernas, además de un matrimonio y otro hombre que dijeron que no iban a votar. Al final, todos vinieron.
«Nadie dudó en aquel momento que la experiencia saldría bien, no había apatía en la población, fue un día feliz, de mucho orgullo».
Fidel había llegado muy temprano a la ciudad de Matanzas para seguir el proceso. «Eran las diez de la noche, hora en que cerraban los colegios electorales durante la experiencia del Poder Popular en 1974, cuando de pronto una figura enorme y vestida de verde olivo vuelve a descender de un auto. Sube rápido los pocos pasos de la escalera del colegio, ubicado en el banco provincial de sangre. Llovía a esa hora. Despeinado y sudado, solo atina a decir: «Ya iba cruzando un puente para ir para La Habana y pedí virar para saber qué ocurrió en este colegio».
«Imagínate que a las diez en punto, a la hora de cerrar, llegó el Comandante acompañado por Machado (Ventura), Carlos Rafael (Rodríguez), (Jesús) Montané, (Jorge) Risquet…, nadie sabía que regresaría, y poco a poco se sumaron las autoridades de la provincia.
«Estaba preocupado y me pide que le explicara brevemente las cualidades de los cuatro nominados, y es cuando con tremenda humildad, en voz baja, me pregunta si le permitiría participar en el escrutinio de las boletas.
«Conversó mucho. Estaba muy contento. Explicó por qué los pioneros custodiaban las urnas, cuando en las votaciones anteriores eran los guardias y cómo en aquella época se compraban los votos. Le explicamos que habría segunda vuelta el domingo 7 de julio.
«Se marchó pasadas las 11 de la noche. Después de tantos años nunca se ha borrado de mi mente la presencia de Fidel», nos dice emocionado Heriberto, ahora jubilado con 77 años de edad y que además fue delegado durante dos mandatos.
Delegado por convicción
Ligio Barrera Kahli conserva documentos, invitaciones, fotos y libros relacionados con la primera experiencia del Poder Popular en Matanzas, en 1974.
Recuerda que en aquel entonces la Atenas de Cuba estaba dividida en seccionales: Matanzas Oeste, Este, Pueblo Nuevo Playa y Versalles.
Ligio fue delegado fundador de la experiencia del Poder Popular en Matanzas por la circunscripción 1 del Oeste y estuvo en ese cargo hasta 1981.
«Fui un delegado por convicción», asiente Ligio, ahora con 76 años de edad y quien tenía 28 en 1974.
«Acepté porque me propusieron espontáneamente y me sorprendió que fui el delegado con mayor número de sufragios, el 94 por ciento votó por mí, nadie sabía bien cómo sería todo después», refiere Ligio, quien participó en la constitución de la Asamblea Provincial del Poder Popular, precisamente en el acto por el 26 de Julio de 1974, presidido por Fidel.
«Como miembro de la primera Asamblea Provincial del Poder Popular yo participaba en la Comisión de Educación y Círculos Infantiles.
«Rendíamos cuenta a los electores en cada CDR con mucha periodicidad, eso luego evolucionó; las asambleas municipales se hacían todos los meses, había que ir de traje y corbata, después en guayaberas y luego se quitaron esas exigencias con el vestuario.
«Aunque había un día a la semana para los despachos con la población, yo atendía a cualquier hora a mis electores, cada vez que venían a mi casa o me veían en la calle recogía sus preocupaciones y problemas.
«La circunscripción tenía 20 cuadras y 15 CDR, y había que rendir cuenta con periodicidad. No era profesional del Poder Popular, sino metodólogo de la Dirección Provincial de Educación.
«Las primeras asambleas municipales eran muy combativas, los delegados emplazaban a las administraciones, que daban o no respuesta a los problemas.
«Pero el delegado en sus inicios, como una concepción no acabada de lo que era el Poder Popular, tenía en sus manos recursos que podía distribuir a los electores a través de las comisiones que él creaba en la circunscripción. Esa no debía ser realmente la gestión del delegado en la práctica, luego evolucionó. Ahora con las facultades que tienen los municipios hay que constituir asambleas fuertes, con delegados bien preparados, que ofrezcan sus criterios para las soluciones.
«Siempre se buscaba de alguna manera la colaboración de los electores en la solución de los problemas, pero no con la concepción de hoy que es más abierta y mejor pensada.
«En 1976 viene la institucionalización de la experiencia en todo el país, entonces cambia la división político administrativa, y la estructura territorial, todo se fue perfeccionando hasta el momento actual».
Heriberto Sosa Casanova recuerda la experiencia y las visitas de Fidel como algo sagrado en su vida.Foto: Hugo García.
Ligio Barrera Kahli fue elegido como delegado en la experiencia de 1974.Foto: Hugo García.