Díaz Cannel en Pinar del Río Autor: Estudios Revolución Publicado: 13/10/2022 | 11:27 pm
Sin planificación de agenda con las autoridades de la provincia, el Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, llegó en la mañana de este jueves a Pinar del Río para realizar su quinta visita al territorio y chequear los trabajos de recuperación de los daños provocados por el huracán Ian.
En la sede del Comité Provincial del Partido, evaluó algunos de los lugares por donde aún no había estado, y les pidió a sus anfitriones que le sugirieran una ruta a cubrir en la jornada en la que lo acompañarían el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández; la presidenta del Consejo de Defensa Provincial y primera secretaria del Partido en Pinar del Río, Yamilé Ramos Cordero; y el gobernador del territorio, Rubén Ramos Moreno.
Esta vez el camino se trazó a través de los municipios de Consolación del Sur y Viñales. El nuevo recorrido de Díaz-Canel por Pinar del Río terminó con un encuentro a fin de analizar la estrategia que permitirá, con la conexión al sistema electroenergético nacional (SEN), acelerar y mejorar el abasto de agua a la ciudad cabecera.
Una sola familia, eso es Cuba, y está en Pinar del Río
En Consolación del Sur los vientos huracanados y las lluvias provocaron perjuicios en más de 20 000 hogares —principalmente en techos— de los 34 000 que conforman el fondo habitacional del municipio. Los materiales de la construcción para subsanar los daños han estado arribando progresivamente a la jurisdicción y casi 200 familias ya han podido rehabilitar sus casas, fundamentalmente las cubiertas ligeras.
Es una tarea que llevará tiempo, una casa no se reconstruye o se hace de nuevo en un día, aunque el ciclón las destruyó parcial o totalmente en unas pocas horas, tal vez en minutos. Las limitaciones que tiene la nación son más que conocidas.
Todo el esfuerzo del país está puesto en Pinar del Río, todas nuestras reservas, y nadie va a quedar desamparado, reiteró Díaz-Canel a los vecinos de Consolación del Sur que se congregaron en el parque central de la pequeña ciudad para saludarlo.
Se agruparon espontáneamente para agradecer su permanente acompañamiento, no solo cuando vuelve una y otra vez a la provincia, sino cada tarde de los últimos 15 días, cuando bien aquí mismo o desde el Palacio de la Revolución, lidera a punta de lápiz cuánto se hace para recuperar los daños, cuánto falta.
Y como la electricidad es uno de los problemas que siguen afectándolos, ejemplificó (la cobertura en el municipio estaba a un 25 por ciento), los linieros del Ministerio de Comunicaciones han aplazado algunas tareas y están, junto a sus compañeros de la Unión Eléctrica, plantando postes de las líneas de transmisión.
Les explicó que la estrategia que ahora se acelera es llevar el servicio del SEN a las fuentes de abasto de agua, para darle energía a las bombas y resolver de forma robusta un servicio que es vital para la vida cotidiana, la higiene, la salud, la producción.
Lo que le pedimos a ustedes, expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido a los lugareños, es que participen en todas estas tareas.
En octubre, explicó el mandatario, tenemos que resolver el problema de la electricidad, del abasto de agua, de la higienización, y después continuar con las reparaciones de la vivienda y la construcción, porque eso lleva más tiempo.
Piloto es solidaridad
De la ciudad de Consolación del Sur, el Presidente de la República se trasladó hacia el consejo popular de Piloto, también en este municipio, donde decenas de personas, ya enteradas de que estaba por la región, se congregaron en el parque del pueblo para recibirlo. Llegó exactamente a las 12:00 del día.
Junto a ellos estaban representantes de mipymes de varias provincias, del proyecto social comunitario Quisicuaba de Centro Habana, liderado por el Doctor Enrique Alemán; también aguardaba el Héroe de la República de Cuba Ramón Labañino Salazar, vicepresidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), entre otros más o menos conocidos, pero que están en Consolación del Sur, como en toda la geografía pinareña, para brindar su ayuda solidaria.
Sé que hay muchas insatisfacciones, y son lógicas, pero en seis horas el ciclón provocó unas afectaciones tales que no las podemos recuperar en breve tiempo, señaló Díaz-Canel.
Las pérdidas son duras, pero el país no abandonará a nadie, estamos echando para adelante, para Pinar del Río, las reservas que tenemos, y también está la solidaridad, la internacional y la de mucha gente nuestra, como quienes ahora están aquí. Y todo lo que hagamos, insistió, tendrá que quedar mejor.
El Primer Secretario visitó luego la escuela primaria Francisco Valdés, a una cuadra del parque del pueblo. Los 72 centros escolares del municipio de Consolación del Sur sufrieron daños por el huracán Ian, y en esta se ensañó con las cubiertas.
Las clases, empero, no se han detenido. En la escuela, que no es pequeña, se han habilitado espacios para continuar las lecciones, y otros niños las reciben en casas de familiares que han abierto sus puertas para garantizar la enseñanza de sus hijos.
Viñales quedará más hermoso
En la ciudad de Viñales, también pequeña pero icónica, el Presidente de la República visitó la oficina de trámites, donde comprobó la eficacia que se ha logrado en la atención a las personas cuyas casas están dañadas, que suman hasta la fecha 1 474.
Según se le informó, la oficina ya ha confeccionado 1 248 planillas donde se recogen las afectaciones de cada hogar y así facilitar los materiales de la construcción que recaban para su rehabilitación al menos los más urgentes, que se concentran en las cubiertas ligeras.
Al territorio han llegado tejas de fibrocemento, bloques, puntillas, cemento y otros insumos, y los almacenes se vacían, muestra del trabajo que se hace circunscripción por circunscripción —le explicaron— para adelantar cuanto se pueda la reparación de las viviendas, aunque aún muchas necesidades quedan.
Cuando todo se organiza, todo fluye, reconoció Díaz-Canel, y un trabajo similar —recomendó— tiene que hacerse para controlar el uso correcto de los recursos. Es necesario —añadió— visitar por lo menos una vez a la semana a los afectados para ver cómo van recuperando los daños, y eso les permite saber que no están solos.
Al ir al encuentro de un pequeño grupo de personas que se encontraban en los portales de una entidad ubicada en una esquina donde está la oficina de trámites habilitada transitoriamente, el Primer Secretario les explicó la estrategia de recuperación que se sigue en la provincia. «Viñales —les afirmó— seguirá siendo bello, y todos tenemos que trabajar para que quede mejor».
Por donde salió el huracán
Sobre las 2:15 de la tarde, el Presidente de la República llegó al poblado costero de Puerto Esperanza, consejo popular de Viñales, el mismo lugar por donde salió al mar el huracán Ian tras dejar una enorme estela de daños y tristezas en Pinar del Río y adentrarse en el golfo de México, movimiento que provocaría más daño aún en la provincia de Artemisa y en La Habana.
Díaz-Canel hizo una caminata hasta mitad del pueblo empezando por la misma costa, frente al mar bravo, pero dulce que es el centro de la vida y la cultura de quienes habitan estos parajes.
De ahí fue avanzando hasta el policlínico, donde se le informó sobre la habilitación del centro para atender las urgencias de la población local, que suma unos 6 624 habitantes.
En Puerto Esperanza el ciclón provocó daños en 1 444 viviendas, la mayoría de ellos por pérdida parcial (962) y total (252) de techos, además de unos 230 derrumbes parciales y totales. El pueblo ya muestra una mejor cara, aunque la falta de electricidad aún sigue lacerando el ánimo.
Para la rehabilitación del vecindario han llegado, inicialmente, unas 30 toneladas de cemento, más de un millar de tejas de asbestocemento y decenas de tanques de agua, entre otros artículos.
Las labores de recuperación incluyen la recogida y depósito de unos 14 186 metros cúbicos de residuos forestales y otros dejados por el ciclón. El objetivo es que este propio jueves la comunidad quede limpia con el apoyo que llegaba de combatientes de las FAR.
Entre los lugareños hay insatisfacciones, la mayoría de ellas por problemas y planteamientos que persisten desde antes del paso del ciclón, pero Puerto Esperanza, decía una y otra vez una anciana, es un pueblo revolucionario, certeza que asumieron decenas de habitantes de la localidad que agradecieron al Presidente.
A la salida del pueblo, dos jóvenes de piel curtida por una extraña mezcla entre el salitre que marca al pescador y el sol que curte al campesino, saludaban al mandatario, que volvió a detenerse. Los muchachos le hablaron lindo, pero sin lisonjería, no eran hombres de eso. Antes de irse, ambos le pidieron un abrazo a Díaz-Canel. Y lo compartieron.