Díaz-Canel reconoció el trabajo del cuerpo de bomberos. Autor: Estudios Revolución Publicado: 09/08/2022 | 11:23 pm
Matanzas.— «Hoy ha sido el mejor día; victoria genera victoria», afirmó al filo de las cuatro de la tarde, desde el Puesto de Mando de Avanzada que en estas horas monitorea las acciones de enfrentamiento al fuego en la zona industrial, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Entre miembros del Buró Político y del Secretariado del Comité Central del Partido Comunista, entre integrantes del Gobierno, entre jefes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Ministerio del Interior, y entre autoridades de la provincia, el Jefe de Estado analizó los últimos detalles relacionados con el combate al incendio.
Junto a experimentados combatientes nuestros, y entre expertos de la brigada venezolana que ha llegado por estos días en apoyo a Cuba, se escuchaban ideas diversas, todas confluyentes en el propósito común de llegar al éxito. Y una frase alentadora emergió de entre todos: «Estamos pasando a la ofensiva».
El Presidente Díaz-Canel comparó el paisaje del siniestro con el golpe arrasador de un volcán en erupción. Se conversó sobre explosiones, sobre presión del agua, sobre lo perdido y lo preservado; sobre los drones que han sido tremenda herramienta; y un hermano de Venezuela compartió la expectativa, de él y de sus compañeros, de que se ha «avanzado bastante».
Al salir del recinto, el dignatario intercambió con el grupo de expertos venezolanos que trabajan codo a codo con sus hermanos de México y de Cuba. «Gracias por la confianza», dijo un hijo de la patria bolivariana al Presidente, y esa confluencia de emociones fue la antesala de la presencia del Jefe de Estado en el segundo punto del itinerario.
El escenario al cual se dirigió Díaz-Canel es el típico paisaje, en tonos grises, de la devastación, pero también del movimiento de hombres que no cesan de luchar contra el fuego.
Cubanos y mexicanos que han estado trabajando sin pausas en el escenario del desastre se acercaron para saludar al mandatario. A los hijos de la tierra de Benito Juárez, el dignatario expresó: «Muchas gracias por la solidaridad y por el apoyo». Desde los rostros serenos y curtidos de los interlocutores se escuchó una voz: «Venimos con todo el corazón a apoyar al pueblo de Cuba. Estamos a la orden».
«Lo han hecho muy bien», valoró el Jefe de Estado en un paisaje estremecido por camiones gigantes, salpicado de aire caliente y transido de polvos oscuros, ocupado por seres humanos que llevan sobre sí las trazas del trabajo descomunal y la carga de una voluntad a prueba de volcanes.
El pueblo cubano no ha perdido sus virtudes
Los periodistas que estaban en el segundo punto de la agenda del mandatario pidieron a Díaz-Canel declaraciones sobre estas horas. Quisieron conocer sobre su certeza de que este martes es el mejor de los terribles días que se han vivido, y sobre su idea de que victoria genera victoria.
El mandatario valoró que se ha logrado un control, pudiera decirse en una primera etapa del enfrentamiento al incendio, y dijo que tal logro «tiene que ver con la estrategia trazada de conjunto entre las fuerzas cubanas, las fuerzas mexicanas y las fuerzas venezolanas».
El mandatario destacó además el hecho de que hubiesen podido crearse «todas las capacidades de bombeo de agua que se necesitaba para enfrentar la magnitud de este incendio, y ustedes saben que para eso hubo que hacer muchos trabajos técnicos, tuvimos que recibir plantas de bombeo, de Venezuela y de México, con determinadas especificaciones, y además rehabilitar parte del sistema dañado aquí por los incendios, y hacer un grupo de transformaciones».
Creatividad en el terreno, improvisación de estructuras, conexiones para unificar técnicas diversas; de tales labores hizo mención el dignatario, quien también habló sobre la búsqueda de lugares donde emplazar bombas hidráulicas con las cuales extraer la mayor cantidad de agua posible.
El Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista reconoció el esfuerzo «de los constructores y los trabajadores hidráulicos, que han creado todos estos muros de contención con arena, que fueron los que impidieron, en los momentos más complejos, que se propagaran las llamas del incendio, sobre todo las que venían con los arrastres de combustible incendiado hacia objetivos fundamentales».
De igual manera destacó «el trabajo de las fuerzas del Ministerio del Interior, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, de nuestros bomberos, de los compañeros que han estado operando sin descanso en los helicópteros –y los helicópteros han sido decisivos aquí con el rociado de agua para apagar los incendios».
Sobre la fuerza amiga de Venezuela y México, Díaz-Canel afirmó que el compromiso de esos hermanos «uno lo ve cuando se expresan, cuando saludan, cuando conversan». Ellos —definió— «vinieron también con un compromiso de pueblo, con un compromiso que está marcado por la amistad entre nuestras patrias, entre nuestros pueblos, y entre nuestros Gobiernos». Y elogió el ambiente de trabajo creado, la complementación entre todos, lo cual ha sido clave para llegar a los resultados de este martes.
El Presidente informó que resulta vital que «la confianza por el resultado no nos quite capacidad de pensamiento», porque la experiencia en este tipo de eventos, dijo, deja en claro que «todavía quedan posibilidades de que el combustible vuelva a incendiarse; por lo tanto ahora hay que seguir trabajando en concluir, en apagar lo que está encendido, y después seguir con vigilancia y con unas tecnologías donde se remueva el combustible, donde se siga enfriando y se apliquen otras sustancias químicas para evitar que resurjan los fuegos».
En la medida en que se avance y en el menor tiempo posible, expresó el mandatario, «podremos entrar entonces a recuperar a las víctimas». Lo hizo en alusión a «los bomberos que ofrendaron sus vidas en el primer momento de enfrentamiento a este siniestro». Es un momento, reflexionó, «que tiene que ver mucho con el dolor de las familias que han estado durante días en la angustia, esperando saber de sus seres queridos. Yo creo que va a ser un momento duro, va a ser un momento difícil, para el cual también tenemos que estar preparados. Tenemos que brindar todo el apoyo a esas familias».
Como misiones futuras, y en cuanto puedan acometerse, el Presidente cubano habló de hacer un levantamiento «de todos los daños y de todas las afectaciones», para entonces «programar los trabajos de restauración». Díaz-Canel compartió esta certeza: «Vamos a recuperar esta base de supertanqueros».
El Jefe de Estado enunció que la dirección del país y todas las autoridades responsables están siguiendo muy de cerca la situación de la contaminación, «para que haya la menor afectación posible», para mitigar esa polución que persistirá mientras se combate por la extinción del fuego.
A los periodistas que han estado reportando cada suceso relacionado con el siniestro, Díaz-Canel quiso reconocerles, una vez más, por «todo el apoyo que ha dado la prensa», por «lo efectiva, lo objetiva que ha sido, lo creativa que ha sido, y sobre todo por cómo se han apoyado en las bellas historias de vida que hay aquí de entrega, de trabajo, de muchos de los protagonistas que están en los escenarios fundamentales y que ustedes han sabido reflejar desde el punto de vista emocional, sentimental. Eso da mucha credibilidad en lo que se está haciendo».
Del pueblo matancero, el dignatario valoró que ha sido muy disciplinado. Y en su reflexión no obvió que ha habido «mucho ataque en redes sociales, mucha falsa noticia, incitación a desconfiar, y eso podía haber provocado un desorden, podía haber provocado alguna desconfianza»; pero, resaltó, los matanceros, además de mostrar disciplina, han participado, han donado sangre, han tenido múltiples gestos de entrega y de solidaridad.
Más allá de un territorio el Presidente habló después del pueblo de Cuba: «Aquí ha llegado gente de casi todo el país». Y enumeró el trabajo de las cooperativas, de los trabajadores por cuenta propia, de las mipymes, de las instituciones estatales, de las organizaciones de masas.
«Creo, declaró, que eso ha ido dando una demostración de que el pueblo cubano no ha perdido virtudes, al contrario, y lo demuestra en los momentos en que hay que realmente demostrarlo: solidaridad, amor, confianza, apoyo, y voluntad, mucha voluntad y mucho compromiso. Y así vamos a seguir venciendo, adversidad tras adversidad, y victoria tras victoria».