El incendio avanzó por unas 1 896 hectáreas de pinares en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt Autor: Tomado de Internet Publicado: 29/05/2021 | 09:59 pm
Expertos advierten que cambios en el clima, tales como la disminución de las lluvias y las altas temperaturas, así como en las prácticas de uso de la tierra, inciden en la elevada frecuencia y severidad de los incendios forestales a nivel mundial recientemente.
En Cuba, más del 92 por ciento de estos sucesos ocurren entre enero y mayo y son provocados, en su mayoría, por el ser humano, debido a negligencias perfectamente evitables, aseveró a Juventud Rebelde el coronel Manuel Lama Gómez, jefe del Cuerpo de Guardabosques de Cuba.
Reflexionó sobre las características de estos sucesos en el país, las cuales han variado debido a las sequías cada vez más intensas, la sequedad del suelo, el ascenso de las temperaturas... factores que favorecen, no solo su ocurrencia, sino también su rápida propagación.
«En Cuba, al igual que en el resto del mundo, el fuego ha sido y es utilizado por los agricultores como una eficaz herramienta económica para eliminar residuos de cosechas, limpiar terrenos y renovar pastos, y se han incrementado estas prácticas en los últimos tiempos, a partir de la entrega de tierras en usufructo, que muchas veces están en áreas colindantes con los bosques.
«Es vital para nosotros reducir tanto el número de incendios como de superficies afectadas por ellos, y elaborar estrategias que nos guíen para desarrollar un manejo adecuado del fuego en los bosques.
«Es así que la Estrategia y programa nacional de gestión y manejo del fuego en los bosques de la República de Cuba para el período 2018-2025, en la que se involucran numerosas instituciones, se hace operacional a través del Sistema de protección contra incendios forestales», enfatizó.
Previsiones aparte, realidad que arde
Raúl González Rodríguez, jefe del Departamento del Manejo del Fuego de la Jefatura del CGB, reveló que a partir de los cálculos realizados, se había vaticinado que en el periodo comprendido entre el 1ro. de enero y el 31 de mayo de 2021, tuviera lugar una frecuencia de 320 incendios forestales, aproximadamente.
Las predicciones auguraron que el período de alta peligrosidad se registraría hacia el tercer mes del primer trimestre del año y que los incendios fueran más intensos y se propagaran con mayor rapidez.
A la carencia y disponibilidad de recursos se sumaba el reto de ser creativos e innovadores, utilizando con mayor amplitud los recursos locales y aumentando las acciones de cooperación entre todos los actores, añadió.
Sin embargo, precisó, que desde enero hasta mayo de 2021 ocurrieron 362 incendios forestales (por encima de lo previsto), principalmente en Pinar del Río, además de Artemisa, Matanzas, Villa Clara, Camagüey, Holguín, Guantánamo y el municipio especial Isla de la Juventud, luego de lo cual resultaron afectadas 3 795 hectáreas de bosques y 1 226 de herbazales de Ciénaga.
«Las condiciones que facilitaron la propagación de estos incendios estuvieron asociadas, principalmente, a lo inaccesible de los lugares de origen, lo que dificultó el acceso de las fuerzas y medios para su combate.
«Además, confluyeron condiciones meteorológicas adversas de fuertes vientos y prolongada sequía, sobre todo en los cuatro primeros meses del año. En los meses de abril y mayo los incendios superaron el promedio de los últimos nueve años, siendo el mes de abril el que más incendios registró, rompiendo con el comportamiento histórico que reflejaba el mes de marzo como el de más incendios en el período crítico».
Afortunadamente, acotó González Rodríguez, el 84 por ciento de los incendios forestales reportados fueron controlados antes de las cinco hectáreas, cumpliéndose con el indicador establecido para ello.
«Pudimos determinar la causa del 99 por ciento de los sucesos, y fueron las negligencias las que ocuparon el 95 por ciento. Entre ellas, prevalecen las quemas no autorizadas para diferentes fines, la caza y la pesca furtiva, el tránsito de vehículos sin matachispas, así como las relacionadas con fumadores y transeúntes.
«Un total de 3 224 contravenciones se impusieron por un valor de 419 365 pesos, además de imponerse las medidas administrativas pertinentes al identificarse los autores de los hechos. El impacto económico, además del derivado de los incendios, fue de 12 millones de pesos, sin contar las del Parque Nacional Alejandro de Humboldt.
Advierte González Rodríguez que al evaluar los resultados de la campaña, es notable la presencia de condiciones que propiciaron la ocurrencia de los incendios forestales grandes y muy grandes.
«No obstante se pudo mantener en un rango permisible o control mínimo las afectaciones ocasionadas por estos siniestros, gracias al esfuerzo y la destacada actitud de las fuerzas del CGB y de las Empresas Agroforestales, aunque la carencia de recursos y equipamientos limita en gran medida los niveles de respuesta».
—De los incendios reportados, el ocurrido en el Parque Nacional Alejandro de Humboldt fue el más significativo de esta campaña...
—Las mayores afectaciones en esta etapa se presentaron en la provincia Guantánamo, donde además registramos el incendio en Alto del Zorzal, también con grandes dimensiones, que junto al del Parque Nacional Alejandro de Humboldt, provocó afectaciones en 2 123 hectáreas. Se comprobó la existencia de un refugio rústico utilizado por personas con interés de realizar labores exploratorias para la minería artesanal ilegal, y se constató que esa fue la causa que desencadenó el desastre.
Del lamentable suceso se tomaron lecciones, comentó. «Por primera vez se elaboró una metodología para el procesamiento de imágenes satelitales de conjunto con los colaboradores, lo que permitió mantener el seguimiento del incendio, apreciándose el área afectada.
«Además, se precisó por esta vía el punto de inicio del mismo y la severidad de las afectaciones en las diferentes formaciones boscosas. Se demostró también que para incendios forestales Grandes y Muy Grandes es imprescindible contar con el reconocimiento aéreo, tanto de la aviación de helicópteros como la ligera AN-2», dijo.
González Rodríguez insistió en que existen regulaciones para el manejo del fuego que tienen que ser conocidas por todos los tenentes de tierras y los asentamientos poblacionales colindantes a los bosques. «La prevención contra los incendios forestales no es solo labor del Cuerpo de Guardabosques, porque la población tiene una participación activa en la prevención.
«Se hace necesario que la población se informe de todas las leyes que amparan y los procedimientos establecidos para efectuar quemas en lugares colindantes a los bosques. Realmente la población es nuestro principal aliado para la prevención contra los incendios forestales. Debemos estar unidos de manera consciente».
Recuadro: Causas de los incendios forestales
- Negligencias: Son los incendios forestales que tienen su origen, por descuidos en determinadas prácticas de fuego en el bosque o zonas colindantes con los terrenos forestales, sin haber adoptado las debidas medidas de prevención. Se entiende que no existe interés ni premeditación de producirlo.
- Natural: Son aquellas causas en que se producen incendios forestales sin la intervención humana. Se reducen a la caída de rayo en el bosque o terrenos próximos durante la época de mayor peligro.
- Intencional: Son los incendios que se provocan por utilización deliberada del fuego por parte del ser humano.
- Accidental: Son las causas relacionadas con los accidentes eléctricos fundamentalmente, que a pesar de haberse adoptado las medidas adecuadas y establecidas, provocan de manera accidental un incendio forestal.
- Sin determinar: Son los incendios cuya causa se investigan pero no se puede validar una hipótesis o simplemente no se investigan.