Mipymes espirituanas, cimientos en la nueva coyuntura económica

SANCTI SPÍRITUS.— A Lázaro Adrián Ramírez Rodríguez le bastó leer el Decreto-Ley 46 Sobre las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes), publicada en la Gaceta Oficial No. 94 de 2021, para decidirse a cumplir uno de sus sueños.

«Vi las ventajas que tiene ser una persona jurídica y entonces tomé la decisión de formar parte de ese proyecto porque, además de ser beneficioso para nuestro país, tendría buenos dividendos para mis finanzas personales», reconoció el día que inscribió en el Registro Mercantil a su microempresa ElectroLARR, junto al emprendimiento Señor de las frutas, las dos primeras de su tipo en estos predios.

Con experiencia en el trabajo por cuenta propia como reparador de equipos de oficina, este joven espirituano es por el momento su representante, único socio y trabajador, pero ya tiene muchos planes para insertarse en la dinámica de la economía local del municipio de Sancti Spíritus.

«Ahora tengo personalidad jurídica. Comercializaré al por mayor equipos de oficina, periféricos, partes y piezas y programas informáticos a personas jurídicas y trabajadores por cuenta propia en calidad de comercializadores. Esos productos los importaré a través de las empresas aprobadas para esa función.

«Pensé en este proyecto porque conozco que en la provincia existen varias entidades estatales sin capacidad líquida suficiente para adquirir los servicios que propongo. Entonces me inserto en el mercado para que puedan pagar en moneda nacional. Así logramos entre todos satisfacer la alta demanda».

La posibilidad de escoger voluntariamente hacia dónde dirigir los esfuerzos y capitales, a juicio de Yhovani Reyes Castro, asesor jurídico de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí, es una de las grandes ventajas de las nuevas figuras dedicadas a la producción de bienes y servicios en el país.

«Antes solo tenían dos opciones: trabajadores por cuenta propia o formar parte de cooperativas no agropecuarias. En algunas entrevistas que se realizaron por el grupo Estudio, perteneciente a nuestra institución, nos dijeron que ellos realmente lo que querían era ser empresarios, pero que como la legislación en Cuba y la constitución de entonces no se los permitía, tenían que conformarse con lo aprobado hasta ese momento».

Del papel a la práctica

De golpe y porrazo no se aprobaron en Cuba los nuevos actores económicos. Estudios de experiencias foráneas con mirada objetiva hacia el escenario nacional y el análisis del volumen de ventas anuales y el valor de los activos, prepararon el camino desde lo legal para que las Mipymes transiten sin muchos obstáculos.

«Ordenar lo que tenemos hoy es el primer paso… Liberar las fuerzas productivas, quitar trabas y fomentar una responsabilidad social en estos actores económicos», fue uno de los primeros anuncios sobre el tema, hecho por el vice primer ministro y titular de Economía y Planificación (MEP), Alejandro Gil Fernández, en la Mesa Redonda en que se presentaron las primeras ideas de esta nueva posibilidad.

«Desde el punto de vista de la economía particular, tanto representantes como sus trabajadores se beneficiarán, y desde el punto de vista social le corresponde al Gobierno insertar a las Mipymes en los planes de desarrollo local —aclaró Reyes Castro—. Se precisa que realmente se conviertan en ese eslabón que va a dinamizar todo lo que tiene que ver con la autonomía municipal.

«De ahí la necesidad de potenciar a empresas que realmente sean más beneficiosas para la sociedad. Para ello hay que tener una estrategia de desarrollo local y, sencillamente, establecer licitaciones públicas, mediante las que, además de dar prioridad a las necesidades locales, también se dé posibilidad a los emprendedores a decidir qué lugar puede ser más beneficioso para ellos, pero también cumpliendo con un compromiso social».

Con los pies en la tierra

Sin ánimo de correr, en Sancti Spíritus hasta el cierre de este reportaje se han aprobado 25 Mipymes, una novedad en el escenario económico nacional, vigente desde el pasado 20 de septiembre.

Su potencial también llamó la atención del ingeniero Fernando Luis Matienzo Lizano, quien ya reunió a 11 socios y a alrededor de 40 trabajadores para una mediana empresa, ASTRAL S.R.L., cuyo objeto social es «producir y comercializar componentes de sistemas eléctricos y automáticos para contribuir al cambio de la matriz energética que pretende hacerse en Cuba en los próximos años, e ir sustituyendo el combustible fósil por energía renovable», contó a la prensa yayabera el día en que quedó constituida su firma en escritura notarial.

Como su coterráneo Lázaro Adrián, este joven fungió anteriormente como cuentapropista, liderando el bar El Pícaro burlado, uno de los más visitados en la urbe espirituana. Mas sabía que no era esa la actividad que realmente le hacía feliz.

«Queremos masificar el ensamblaje y construcción de paneles fotovoltaicos porque eso va a nutrir a otros proyectos relacionados con parques solares, sistemas de alumbrado… Vamos a enfocarnos en la agricultura, principalmente en el montaje de paneles en termos recolectores de leche, cuyas averías eléctricas perjudican la calidad de ese producto y generan grandes pérdidas.

«También tenemos estudios de varios proyectos de desarrollo urbano, en los que debemos comenzar por instalar pequeñas estaciones de carga distribuidas en varias partes de la ciudad espirituana, que sustenten el cambio de la matriz de los motores de combustión hacia otros eléctricos.

«Por ejemplo, tenemos en eso a los mototaxis, y conocemos que la División Territorial de Etecsa ha comprado vehículos con esas particularidades energéticas. Se necesitan estaciones de carga para hacer posible esa necesaria transformación en otros sectores».

Son muchos los planes que desvelan a Matienzo Lizano y al resto de los emprendedores que despuntan por estos días en Sancti Spíritus, con el fin de aportar como actores económicos al país.

Foto: Tomada de Cubahora

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