Manuel Fernández Rondón, director de Ciencia y Colaboración Internacional de la AENTA. Autor: Ledys Camacho Publicado: 01/01/2022 | 12:14 pm
La Agencia de Energía Nuclear y Tecnologías de Avanzada (AENTA) mantiene la primacía en el país en la actividad de ciencia e innovación tecnológica en el campo de las aplicaciones nucleares, la óptica, el láser y el ultrasonido, según trascendió en un resumen de sus principales resultados durante 2021.
Manuel Fernández Rondón, director de Ciencia y Colaboración Internacional de la institución, afirmó que los logros no solo responden a entidades de la Agencia sino además a otros centros que trabajan de conjunto con la AENTA, cuya labor se ha distinguido por una elevada interdisciplinariedad y profesionalidad, con una marcada integración y cooperación con las universidades.
En entrevista con Juventud Rebelde, el directivo de la AENTA, perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), destacó como prioridad en el nuevo año el acompañamiento al país en los primordiales encargos de esa rama, con impactos considerables en la salud, la producción, la economía y la sociedad en general.
“El impacto de los más de 30 trabajos se concentran –dijo- en el sector de la salud, cuyos principales encargos se relacionan con el enfrentamiento a la COVID-19; también en lo referido al medio ambiente, asociado al cambio climático, la adaptación y mitigación, seguido de la seguridad, inocuidad y producción alimentarias y las investigaciones en el frente de las ciencias básicas, dirigidas a la creación y desarrollo de nuevos fármacos.”
Explicó que en este año que concluye han sido significativas las cuatro propuestas para Premio Academia 2021, como la relacionada con una técnica muy novedosa de nanotecnología (de espectroscopía) para identificar la molécula de SARF COv-2 lo cual permitió dar respuesta a problemáticas urgentes asociadas al diseño de estrategias diferenciadas de tratamiento antipandémico.
“Haber identificado desde el punto de vista de la espectroscopía la ubicación del virus y hacia dónde se dirigía posibilitó ayudar a decidir en cuanto a tratamientos que facilitaron una cooperación muy concreta a la hora de enfrentar la COVID-19”, subrayó Fernández.
Es este un resultado del Centro de Estudios Avanzados de Cuba (CEA), de conjunto con el Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), además del Instituto de Cibernética, Matemática y Física (ICIMAF), que contribuyó al procesamiento analítico de todas las imágenes.
Se corrobora así la necesaria interdisciplinariedad y la oportunidad de propiciar confluencias entre epidemiólogos, especialistas de espectroscopía de masas, y los estudiosos de las ciencias básicas.
Apuntó como otro resultado esencial de este calendario, reflejo del beneficio que genera establecer alianzas, el relacionado con el procesamiento de imágenes de alta resolución, a partir del cual se logró emplear por primera vez una tecnología para aislarlas y colorearlas, brindando a los científicos una forma mucho más simple para interpretar todo el análisis de los virus.
Sobresale otra investigación que aunque es del año precedente, fue mejorada en 2021, y se basa en la caracterización sismológica del archipiélago cubano a cargo del Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas (CENAIS), de la oriental provincia de Santiago de Cuba, una entrega de probada incidencia para los estudios de peligro, vulnerabilidad y riesgo que despliega esa entidad.
Se trata de un colectivo con una alta contribución para identificar y dar respuesta a cualquier posible efecto que se presente en el campo de la sismología.
Los profesionales del Instituto de Información Científica y Tecnológica (IDICT) hicieron su aporte también con la creación del Observatorio de ciencia y tecnología, producto encargado por la alta dirección del país para procesar materiales divulgativos y comunicativos destinados a diferentes públicos, que faciliten el acceso a fuentes de información de primer nivel mundial, con una alta incidencia en varios sectores.
“Son productos con una novedad y frescura que permite el acceso a la información de una manera más simple y detallada, el cual ya está a disposición de toda la comunidad científica del país”, alegó.
Otra contribución relevante es el desarrollo del primer producto nanotecnológico cubano, la obtención de un kit que permitió al país suplir uno similar de importación para hacer los estudios de PCR durante la situación más crítica de la pandemia.
Es un resultado productivo del capitalino Centro de Estudios Avanzados (CEA), desarrollado totalmente con tecnología cubana que permitió al país un ahorro de cerca de 22 millones de USD.
“Se realizó en tiempo récord, con los máximos estándares de calidad además de cumplir con una necesidad nacional al dar respuesta durante el pico pandémico cuando no había posibilidad de adquirir los reactivos para las pruebas de PCR; el kit cubano de evaluación nos permitió dar respuesta a la alta demanda que se había generado.
“Este logro se presentó a premio Innovación de este año por su impacto tanto científico como económico para el país y, desde el punto de vista productivo para el CEA significó un ingreso en el orden de los 30 millones de pesos; como elemento distintivo resalta que ese proceso estuvo liderado por jóvenes insertados en esa institución, muchos de ellos recién graduados con un año máximo de experiencia”, puntualizó Fernández.
Exaltó la importancia de las investigaciones sobre la polución ambiental de ciudades cubanas, entre estas Cienfuegos y Villa Clara, realizados por el Centro de Estudios Ambientales de Cienfuegos (CEAC), que permitieron una caracterización muy exhaustiva de los principales contaminantes allí, en el ámbito de un proyecto de programa en esa materia.
Esto ha tenido la participación de muchas instituciones para evaluar los principales problemas de ambas urbes y diseñar estrategias con el fin de mitigar los efectos en la salud y en el plano socioeconómico.
Mencionó cómo dentro de las ciencias exactas también hay avances centrados en investigaciones de punta en la microbiología y la física, con una cifra importante este año en revistas de alto índice de impacto, que revelan el elevado nivel y potencial científico de nuestros profesionales e instituciones.
Insistió en la significación de alcanzar más de 30 resultados en 2021, un año marcado por una crisis sanitaria y económica sin precedentes a escala global, que suma un recrudecido bloqueo en el caso de Cuba.
“Este representa un momento importante de integración y colaboración de nuestro sistema con las universidades, pues muchos académicos, profesores y estudiantes se involucran en estos trabajos, lo cual ha permitido captar jóvenes y motivarlos como garantía de la continuidad”, insistió.
Otra nota distintiva de este año es la incorporación de instituciones de varias provincias del país con soluciones referidas por ejemplo a estudios en zonas semiáridas en la parte más oriental de Cuba y al desarrollo de nuevos productos que próximamente pudieran suplir importaciones, como son los aceites con factibilidad de uso en producción de fertilizantes biodegradables para la producción de ajo y cebolla en plantaciones de Artemisa y Mayabeque, a partir del encadenamiento con sectores más cercanos a la producción de alimentos.
De aportes, retos y oportunidades
Este año se premia la puesta a punto del ciclotrón que tiene una gran incidencia dentro del programa de la salud en Cuba, teniendo en cuenta que el país dispone por vez primera de una fuente propia de producción de material radioactivo (FDG) que ya se usa en el diagnóstico del cáncer y enfermedades crónicas no transmisibles.
En 2021 se logró concluir esa inversión y las licencias tanto del órgano regulador nuclear como del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) en cuanto a las buenas prácticas para su uso.
De muy exitosas calificó Fernández Rondón las investigaciones dentro de las ciencias biomédicas con miras a obtener un nuevo producto farmacéutico con el objetivo de introducirlo en el programa de control del cáncer, en el enfrentamiento al Alzheimer y las enfermedades degenerativas.
Insistió en las prioridades de la AENTA para continuar potenciando el crecimiento de los planes con vistas al saneamiento ambiental, así como una línea de trabajo para elevar el desarrollo de nuevos equipamientos de alta tecnología, fundamentalmente en el láser.
“Para 2022 prevemos disponer de un láser de alta potencia que incidirá en el mejoramiento de los tratamientos terapéuticos y se favorecerá la introducción de tecnologías para mejorar y mantener la calidad en cuanto al diagnóstico y al tratamiento de cáncer”, comentó.
En ese sentido subrayó que en tiempos de COVID no se pararon los servicios de medicina nuclear ni el tratamiento de radioterapia para la atención y control de los enfermos de cáncer en Cuba.
También en el nuevo año se buscará consolidar los resultados productivos de impacto en virtud de que algunas instituciones se incorporen al sistema empresarial para garantizar una considerable mejora económica y mayor estimulación al personal.