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Siguen siendo las calles un escenario de lucha (+Fotos, Podcast, infografía y Video)

Juventud Rebelde conversa en exclusiva con Leonel Pérez Friman, presidente de la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes, quien habla de los desafíos y el contexto político en que esta plataforma llega a sus 55 años de fundada por iniciativa de Fidel

Autor:

Santiago Jerez Mustelier

Leonel Pérez Friman ha tenido que reinventarse durante la pandemia de la COVID-19 para presidir la Organización Continental Latinoamericana y Caribeña de Estudiantes (Oclae). Por WhatsApp alivia la distancia con los integrantes del Secretariado Ejecutivo. Mediante esta aplicación también coordina y diseña un frente común para las federaciones miembros, caracterizadas por sus diversidades —incluso ideológicas— y diferentes métodos de lucha.

Desde que hace un año asumió —en nombre de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU)— la misión de encabezar la plataforma estudiantil regional, no sacia su espíritu voraz de prepararse, de estar pendiente de la realidad internacional y de los pronunciamientos en materia educacional de los Gobiernos.

No disimula el orgullo, tampoco el compromiso, por ser holguinero y el primer estudiante de Ciencias Médicas en encabezar la Oclae. Aspira a recibirse como pediatra porque le encantan los niños.

Y pensar que antes de estudiar Medicina (está en el 4to. año en la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana), cursó Rehabilitación en Salud. No se rindió. Perseveró hasta que logró cambiar para la carrera que tanto le apasiona y donde no es un alumno corriente, sino de excelentes calificaciones.

Sus más cercanos lo llaman Leo o «Leíto». Tener muchos amigos es su mayor tesoro, y yo diría que es también su gran virtud. Sonríe francamente, es el típico flaco carismático y jovial. Tiene gran sensibilidad y es preocupado y responsable; ello le permite escuchar con atención cada reclamo o idea de los estudiantes que representa.

Hay noches en las que está hundido en algún libro y líderes de otros países le envían fotos donde aparecen estudiantes llenos de sangre, golpeados por la policía, reprimidos brutalmente solo porque salieron a las calles a exigir que se respeten sus derechos o el presupuesto de sus universidades.

«Ser presidente de la Oclae implica ser enérgico para condenar esos hechos. Estar presto a repudiar todo tipo de violencia. Y ser solidario; por fortuna de eso sabemos muchísimo en Cuba», dice.

Cuelga una videollamada, envía varios audios cortos, revisa una declaración de denuncia y le da su aprobación, descarga la canción por el aniversario 55 de la organización y se dispone a conversar con Juventud Rebelde, acomodado en el set de la entrevista.

—¿Cuáles desafíos tiene la Oclae por delante?

—Renovarnos cada día. Parecernos a lo que es verdaderamente hoy el movimiento estudiantil continental. Apostar por enriquecer la diversidad que nos conforma. Articularnos con mayor fuerza para enfrentar al neoliberalismo en las plataformas hegemónicas de socialización digital.

«Continuar la constante batalla por la educación que todos queremos: pública, gratuita y de calidad. Sin distinción de sexo, raza o religión. Un pueblo intelectual tiene más capacidades de pensamiento y te puede revolucionar las cosas de un momento a otro. Ese es, quizá, el miedo que tienen los Gobiernos capitalistas de la región. Seguiremos ponderando las luchas antimperialistas, las acciones descolonizadoras, el fomento de la paz y el rechazo a la injerencia.

—¿Existen similitudes entre el movimiento estudiantil cubano y los restantes del continente?

—Compartimos principios, ideales del mundo que ansiamos fundar. Cuba ha representado un paradigma para las federaciones, más allá de que cuenta con una educación pública, gratuita y de calidad, desde el triunfo revolucionario; apuestan a caminar junto a nosotros, a creer en nosotros, nos ven como ese ejemplo de lo que quieren lograr en sus pueblos. Les correspondemos con hermandad para que crezcan y conquisten sus logros.

—La Oclae está presidida por la FEU desde su fundación en 1966. ¿Existe consenso sobre su liderazgo?

—La FEU de Cuba es una organización casi centenaria, con una historia increíble de lucha y entrega, permeada por las ideas de Fidel, y se puede afirmar que es mucha la admiración que tienen las otras federaciones hacia ella. Y lo digo porque siempre nos llegan mensajes de respeto absoluto de las otras organizaciones.

«En el último Congreso Latinoamericano y Caribeño de Estudiantes (CLAE), que tuvo lugar en Venezuela en mayo de 2019, la FEU fue ratificada en la presidencia por el voto mayoritario de las organizaciones asistentes. Así ha sido en los últimos cónclaves.

«Además la FEU ha cumplido cabalmente sus funciones, incluyendo la de coordinar el área del Caribe. Ha impulsado encuentros bilaterales aportando experiencias y comentando sus estrategias de trabajo. En la FEU hay plena confianza».

—¿Cuánto significa Fidel para la Oclae?

—Él fue nuestro fundador y es un guía. Ver cómo los estudiantes de otras organizaciones hablan de su figura me llena de orgullo y representa un honor liderar una organización que nos legó. La campaña que estamos desarrollando por los 55 años de la Oclae se la hemos dedicado.

«Sus ideas son base de la estructuración del movimiento estudiantil latinoamericano. De él ponemos en práctica la solidaridad, la justicia, el acompañamiento a las buenas causas, la denuncia del maligno orden económico mundial y la defensa de la paz y la igualdad entre los pueblos».

—Háblanos de la campaña por el aniversario 55. ¿Qué actividades han celebrado?

—El lema es En pie de lucha por la educación, la unidad y el antimperialismo, tres palabras que recogen la esencia misma de lo que es la Oclae. Actividades se han efectuado muchas, desde foros online por la paz, con enfoque educacional, y uno dedicado a la labor y el pensamiento del Comandante en Jefe en pos de la lucha del movimiento estudiantil en América Latina y el Caribe.

«Asimismo realizamos el Encuentro de Estudiantes Latinoamericanos y Caribeños de Resistencia, en Guadalajara, México; el Congreso de la Unión Nacional de Estudiantes de Brasil y el Encuentro como parte de la celebración del Congreso por el bicentenario de la Batalla de Carabobo, en Venezuela.

«Este 11 de agosto, coincidiendo con el cumpleaños, develaremos un busto dedicado a José Rafael Varona, «Fefel», nuestro mártir, presentaremos un libro sobre la historia de nuestra organización, a cargo de la Editorial Ocean Sur, y en el acto central concederemos la Medalla Conmemorativa por el aniversario a personalidades e instituciones, las cuales tienen un vínculo estrecho con los valores que promovemos».

Las federaciones nucleadas alrededor de la Oclae tienen distintos métodos de enfocar la lucha, fundamentalmente por la educación. ¿Sigue siendo la calle uno de esos caminos?

—Siguen siendo las calles uno de los principales escenarios de lucha. Se hace necesario porque no existe una institución en los Gobiernos que atienda los verdaderos intereses del estudiantado en los diferentes países. Por más que ellos levanten sus voces en múltiples escenarios académicos casi nunca son escuchados. Por lo que salen a las avenidas, se movilizan, protestan pacíficamente y buscan todos los medios posibles para que se valoren sus demandas.

«Está ocurriendo ahora mismo en Brasil, como denuncia al presidente Jair Bolsonaro y a su gabinete por los perjuicios que han generado en la población del gigante sudamericano los manejos deficientes de la emergencia sanitaria y la corrupción. Ha sucedido últimamente en Chile y Colombia. Muchos han tenido logros; otros movimientos deben permanecer, desgraciadamente, por más tiempo protestando.

«Cuando acuden a la Oclae para recabar apoyo siempre se lo hemos brindado. Las esencias de sus protestas son pacíficas y respaldamos su derecho legítimo a ser escuchados sin criminalizaciones ni violencia».

—Pero se continúa reprimiendo a las protestas estudiantiles en la región…

—Lamentablemente sí. Hemos denunciado —y lo seguiremos haciendo mientras persista en sus conductas represivas— al Gobierno de Iván Duque, que ha sido de los más violentos y furibundos hacia los estudiantes. Una compañera de la Federación Estudiantil Universitaria de Colombia me enviaba un vídeo donde los forzaban a replegarse con un arma nueva y dañina llamada Venom, un cuestionado artefacto que han empleado los antidisturbios contra el pueblo. Esta arma causa lesiones graves e inclusive la muerte.

«A las acciones condenables contra los manifestantes se han sumado las amenazas de muerte a dirigentes estudiantiles, los secuestros, las golpizas… En Colombia existe un constante incumplimiento de los acuerdos de paz firmados en La Habana, algo que la Oclae ha acompañado por ser veladora del proceso. Pensamos siempre en qué más podemos hacer por seguir contribuyendo a la paz que anhelamos allí».

—¿Cuándo (hipotéticamente) las organizaciones miembros de la Oclae dejarían las calles?

—Cuando nuestro mundo esté libre de guerra y de amenazas. Cuando todos nuestros pueblos tengan paz, igualdad y bienestar social. Cuando los gobernantes sepan representar verdaderamente a todos sus sectores, sin dejar de lado al estamento estudiantil. Cuando no exista la corrupción. Cuando alcancemos la educación pública, gratuita y de calidad que tanto nos quita el sueño.

—¿Cuál es tu opinión sobre los sucesos del 11 y 12 de julio en Cuba? ¿Qué postura tuvo la Oclae?

—Fueron días bastante tristes, desgarradores. En un país acostumbrado a la tranquilidad ciudadana —poco frecuente en nuestro hemisferio— no deberían ocurrir disturbios como estos, y más alentados desde fuera. La paz y el concilio deben primar, ante todo.

«Las federaciones estudiantiles miembros de la Oclae respondieron de inmediato en defensa del pueblo y la Revolución Cubana, entendiendo que en detrás de lo ocurrido están el brazo del imperialismo y sus manuales archiconocidos de guerra no convencional y golpes blandos.

«Organizaciones de Venezuela, Uruguay, Colombia, Brasil, Panamá y Puerto Rico asistieron a las sedes diplomáticas de Cuba en esos países y se manifestaron en apoyo a la continuidad del proyecto social enarbolado por Fidel.

«La Oclae hizo una denuncia por la guerra mediática a la que está sometida Cuba, donde sin pudor se reproducen en calco los planes que se llevan a cabo contra Venezuela y Nicaragua. Igualmente denunciamos el bloqueo, que ha sido recrudecido de manera odiosa en medio de una pandemia.

«A la FEU y a la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media las convocamos a mantenerse firmes junto a su proyecto social de justicia y a preservar la tranquilidad ciudadana frente a quienes buscan perturbarla. Los logros que tenemos en materia educacional y de salud, esa paz que disfrutamos, no seguiría existiendo si el Gobierno norteamericano posa sus garras sobre este archipiélago fraterno».

—¿Cómo logran debatir y articularse al interior de la organización, teniendo en cuenta las marcadas diferencias entre sus integrantes?

—Es un reto. El respeto y la búsqueda de lazos y consensos son las fórmulas. Nos centramos en la educación y las líneas antimperialistas, las que compartimos todos. Siempre hemos dejado claro que debe prevalecer la aceptación a todas las organizaciones, más allá de su filiación política.

—¿Han analizado en sus espacios de intercambio de experiencias sobre las brechas educativas que ha profundizado la COVID-19?

—Desarrollamos el foro La Oclae y la educación ante el nuevo contexto latinoamericano y caribeño, en el que analizamos los efectos que causan en los sistemas educativos los malos manejos sanitarios a la crisis pandémica.

«Para recibir clases a distancia o vía online se precisa de acceso a Internet. Muchos no lo tienen, lo que trajo consigo que se debatiera profundamente su liberación durante este período. Se ha exigido, además, que los Gobiernos atiendan las inquietudes de los estudiantes y tomen medidas para frenar los contagios en instituciones educacionales y la deserción escolar; esta última engrosa cifras espeluznantes, lo que ocasiona un retraso en el cumplimiento de los objetivos de desarrollo sostenible».

—¿Qué pautas dejó el 18vo. CLAE y cómo las han atendido?

—Aquel magno evento, que tuvo una clausura histórica junto al presidente Nicolás Maduro Moros, dejó entre sus líneas la necesidad de reforzar el trabajo de las redes sociales de la Oclae, la puesta en marcha de un sitio oficial para la difusión de todo el quehacer del movimiento estudiantil y la creación de las escuelas de formación de líderes estudiantiles; estas últimas se han visto frenadas por causa de la pandemia, pero en cuanto se pueda arrancamos con su realización.

«Otros acuerdos apuntaron a seguir acercándonos a organismos internacionales y multilaterales como el Consejo Económico y Social de la Organización de Naciones Unidas y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura , donde tenemos estatus consultivo y categoría operacional, respectivamente. A la par, también nos corresponderá participar en eventos internacionales donde nos proyectemos y denunciemos las precariedades de los sistemas educativos en la región».

—Entonces, ¿hacia dónde va la Oclae luego de este aniversario 55?

—Hacia un enfoque de igualdad de género, de respeto a las diversidades sexuales, de rechazo al acoso o bullyng en las instituciones educativas. A funcionar atemperados a tono con estos tiempos convulsos. A seguir en contra de la mercantilización de la educación, para lo que ya preparamos una campaña comunicacional que desmonta este fenómeno.

«Nos encaminamos al 19no. CLAE en 2022, espacio que esperamos sirva para continuar unificando a nuestro movimiento estudiantil. Queremos seguir sumando nuevas federaciones y prestar mayor atención al movimiento posgraduado, tan importante para nosotros. Y seguiremos donde estén la unidad y la integración; solo así nuestros pueblos serán reivindicados y alcanzaremos, por sobre el imperialismo, la victoria».

Fotos, video y podcast: Maykel Espinosa Rodríguez

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