Como estaba previsto en el cronograma legislativo, antes de concluir febrero Cuba ya cuenta con una norma jurídica que establece las necesidades básicas de los animales, promueve y fomenta su bienestar. Autor: Tony Hernández Mena Publicado: 28/02/2021 | 10:42 am
De los proyectos de decretos leyes presentados ante el actual Consejo de Estado desde su constitución en octubre de 2019, el de Bienestar Animal resultó de los más debatidos y de los que más propuestas generó por parte de los miembros de este órgano que representa a la Asamblea Nacional del Poder Popular entre uno y otro período de sesiones.
Como estaba previsto en el cronograma legislativo, antes de concluir febrero Cuba ya cuenta con una norma jurídica que establece las necesidades básicas de los animales, promueve y fomenta su bienestar; fija los principios que rigen su cuidado o comercialización, las funciones de instituciones como el Centro Nacional de Sanidad Animal, así como las obligaciones de las personas naturales y jurídicas, el control de las poblaciones callejeras, y lo que constituyen contravenciones.
En defensa de los animales la Revolución ha recorrido un largo camino. Ello ha hecho posible llegar en mejores condiciones a la aprobación de este Decreto-Ley, luego de un democrático proceso de consultas bajo el impulso y la voluntad política de nuestro Gobierno, de modo soberano y con total transparencia.
Desde 1972 Cuba integra la Organización Mundial de Sanidad Animal y acoge los estándares internacionales, normas, directrices y recomendaciones de esta Organización que asume el liderazgo de la ciencia del bienestar animal.
El hecho de que algunos, dentro y fuera del país, pretendan utilizar el tema para intereses muy distintos de los que sí ven en esta sensible causa una necesidad, no implica desconocer los problemas que en la cotidianidad sufren estos seres con los cuales también convivimos, señaló el miembro del Consejo de Estado Gerardo Hernández Nordelo, a la vez que veía positivo en la norma que los animales no sean sometidos al maltrato ni a acciones degradantes.
Durante el análisis del Proyecto el pasado viernes, los miembros del Consejo de Estado hicieron énfasis en el denominado «enfoque a una Salud» y la necesidad de ahondar más en lo que significa esta dimensión multisectorial, a tono con lo estipulado por los organismos internacionales.
La intervención del destacado científico cubano Jorge Berlanga resultó de mucho interés, a partir del componente ético que supone el experimento con animales vivos, que solo podrá llevarse a cabo en una institución debidamente autorizada, bajo la dirección y supervisión de personal calificado y con la presencia de un médico veterinario que garantice que los animales no sufran innecesariamente.
En un plazo de hasta 90 días hábiles a partir de su aprobación, el Consejo de Ministros deberá emitir el Reglamento. Foto: Tony Hernández Mena.
Otros miembros del Consejo de Estado, así como su Presidente, Esteban Lazo Hernández, abordaron la importancia de diseñar, ejecutar y controlar acciones para elevar la cultura general de la población en esta materia y de propiciar desde los medios de comunicación, las escuelas y la
comunidad un ambiente de respeto hacia los animales, así como la denuncia oportuna frente a cualquier tipo de maltrato.
Nada limitó el intenso trabajo de los especialistas, de conjunto con las instituciones y los ciudadanos, a fin de redactar un texto moderno y atemperado a la realidad cubana actual, como lo calificara el Presidente de la República.
En un plazo de hasta 90 días hábiles a partir de su aprobación, el Consejo de Ministros deberá emitir el Reglamento. Desde ahora se impone una comunicación más eficaz sobre las decisiones adoptadas, que han sido recibidas con agrado por la población, como lo reflejan las publicaciones en redes sociales tras conocerse la noticia de la aprobación del Decreto-Ley. Aunque es herramienta válida y necesaria, la norma por sí sola no basta. En aras del bienestar animal, resulta necesario también educar y sembrar conciencia.