Logotipo conmemorativo por los 50 años del CLA, de la autoría de la Premio nacional de diseño, Marta Mosquera. Autor: Internet Publicado: 23/01/2021 | 01:17 pm
SANTIAGO DE CUBA.— El impacto de sus logros tiene la mejor defensa en la felicidad de un niño; ese que tras largas horas de cola en una Feria del Libro le dice eufórico al amiguito: «¡Mi mamá me compró el Diccionario Básico Escolar!».
Habita en el agradecimiento de los docentes de cualquier provincia cubana que han encontrado en sus propuestas útiles herramientas para erradicar las molestas faltas de ortografía o propiciar el desarrollo del lenguaje.
Pero también puede palparse en el reconocimiento de importantes personalidades del mundo de la Lingüística. Como el académico barcelonés Francisco José Cantero, para quien el libro Entonación Coloquial Santiaguera, fruto de la acuciosa investigación del doctor Alex Muñoz Alvarado, constituye un relevante aporte a la Entonología y un hito en el estudio del español de Cuba.
Diccionarios y numerosos textos imprescindibles para el buen uso de la lengua entre los escolares, figuran entre los aportes del CLA. Foto: Tele Turquino.
Su producción científica nunca queda engavetada: nace pensada para beneficiar la práctica social. Mucho le deben la enseñanza de la lengua materna, la formación de maestros y locutores como verdaderos referentes del buen decir; la visión integradora de las ciencias lingüísticas.
De esa naturaleza es la huella del Centro de Lingüística Aplicada (CLA), institución perteneciente al Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), con sede en esta oriental ciudad, que por estos días está celebrando 50 años de entrega en función del estudio especializado e interdisciplinario del español de Cuba y la creación de herramientas científicas que contribuyan a elevar la cultura del idioma.
DIACRONÍA DE UN SUEÑO
Los orígenes del CLA están en la inquietud innovadora y el inconmensurable amor por su profesión de sus padres fundadores, los doctores Julio Vitelio Ruiz Hernández y Eloína Miyares Bermúdez, quienes, a pesar de alcanzar la cumbre en más de un campo de las ciencias lingüísticas, nunca abandonaron su condición de pedagogos.
Eran dos magníficos maestros normalistas para quienes la mayor recompensa estaba en la mirada chispeante del niño que escribe y se expresa con corrección. Por eso, aunque los primeros pasos en enero de 1971 del entonces Departamento de Literatura y Lingüística de la Academia de Ciencias estuvieron vinculados con indagaciones en esas áreas, pronto se decidieron por la investigación aplicada.
Caracterizar el español de Cuba y generar recursos lingüístico-pedagógicos que contribuyeran al mejor uso del vocabulario, la ortografía y la redacción, fue el propósito que animó a los Doctores Ruiz y Miyares durante casi 70 años, y en ese empeño, cual sueño en diacronía, creció el CLA.
No fue casual que el 22 de diciembre de 1991, en la clausura del 7mo congreso del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte, la larga visión del Comandante en Jefe Fidel Castro, distinguiera como loable el empeño de confeccionar el diccionario cubano que necesitaban nuestros estudiantes.
Así, tras una monumental investigación, como el Estudio del léxico activo-funcional del escolar cubano, se confeccionaron el Diccionario Escolar Ilustrado; el Diccionario Básico Escolar; la Vacuna Ortográfica VAL-Cuba —metodología para corregir los errores lapsogramáticos en el nivel primario—; la Ortografía Integral, el Diccionario Ortográfico del Español y el Diccionario Inverso y Anagramas del Español, entre otros textos que mucho agradece la Educación cubana.
Por aquel entonces ya constaban como aportes del CLA la creación de los Laboratorios de fonética en las Escuelas Formadoras de Maestros Primarios, para lograr formas más cultas en la pronunciación de los futuros docentes, y la introducción de sus estudios en la formación de los locutores de radio y televisión.
Después vendrían iniciativas como las caravanas científicas nacionales, con las que generalizaron sus resultados a cientos de escuelas, desde Pinar del Río hasta Guantánamo; y más recientemente la concreción de los estudios sobre la entonación en Santiago de Cuba, que abren el camino hacia una caracterización de la entonación del Español de Cuba.
La consolidación de áreas como la Lingüística Computacional puede incluirse igualmente entre las realizaciones del CLA que han dado frutos, entre ellos el desarrollo del primer etiquetador gramatical automático de corpus textuales, sostén de sus logros, y las versiones electrónicas del Diccionario Básico Escolar y el Diccionario auditivo para ciegos y débiles visuales, entre otros, disponibles tanto en línea como en soportes portátiles.
El intercambio científico con universidades cubanas y del mundo ha sido profundo y sostenido. Quizás la mayor evidencia de ello está en el Simposio Internacional de Comunicación Social, abarcador evento que con carácter bienal celebran desde 1987, y en el que, según datos del CLA, han participado más de 3 000 estudiosos cubanos y unos 800 extranjeros, de 35 países de los cinco continentes.
«El Centro de Lingüística Aplicada es amor, entrega, contribución, con Eloína y Vitelio constituimos una gran familia», ha dicho a la prensa en estos días de celebración la licenciada Nancy Álamo, quien confiesa que durante casi 40 años en la institución ha encontrado su realización como investigadora.
En el CLA me siento realizada como investigadora, explica la licenciada Nancy Álamo con casi 40 años en el Centro. Foto: Tele Turquino.
«Eso que mis padres soñaron desde 1971 es ya una realidad», enfatiza con la pasión que lo caracteriza, el Doctor Leonel Ruiz Miyares, actual director del CLA.
Los empeños y realizaciones de hoy son tributo perenne a los fundadores y motivación para los nuevos. El sueño es certeza, pues durante medio siglo de laboriosa entrega, con la autenticidad de su producción científica el CLA ha sabido defender la identidad nacional.
VEINTITRÉS SEGUNDOS POR EL BUEN DECIR
Con la presentación de 12 spots lingüísticos conmemorativos, que el Doctor Leonel Ruiz Miyares ha definido como «una mini caravana científica por el buen decir en 23 segundos» el CLA ha sumado la satisfacción de contribuir a la jornada por su medio siglo de existencia.
«Eso que mis padres soñaron desde 1971, es ya una realidad», significó el doctor Leonel Ruiz Miyares, actual director del CLA. Foto: Betty Beatón Ruiz.
Las singulares cápsulas promocionales sintetizan los principales resultados de la institución en estos años, y con la producción de Aramis Fonseca, Lía Videos y la realización de Amel Rodríguez, apuestan por la elegancia en la expresión y la buena escritura, y demuestran que desde el aporte concreto se saborea mejor un cumpleaños.
Transmitidos desde finales del 2020 por el telecentro santiaguero, tele Turquino, constituyen una excelente y necesaria propuesta que deberían tener en cuenta canales nacionales como Cubavisión o el canal Educativo.
Además de la presentación de los spots lingüísticos, la jornada por los 50 años del CLA, que como consecuencia de la COVID-19 ha traslado los festejos al mundo digital, ha incluido importantes momentos, como la inauguración del canal de Youtube del Centro, la apertura de la exposición virtual 50 Años en Imágenes, y la presentación on line del libro Sueños y realidades. 50 años del CLA, 1971-2021.
Los efectos del peligroso rebrote por la COVID-19 que vive Santiago de Cuba obligaron a posponer el Simposio Científico Internacional 50 años del CLA, que debió realizarse del 20 al 22 de enero, y con él, los festejos por el importante aniversario para cuando las condiciones lo permitan.
En tanto, y porque todo cumpleaños es sin dudas motivación para nuevos empeños, los especialistas del CLA han anunciado la preparación de la quinta edición on line del Diccionario Básico Escolar, su obra más reconocida, que esta vez incluirá términos relacionados con la pandemia como coronavirus y nasobuco; la terminación del Corpus del Español en Cuba y un novedoso estudio sobre el Idiolecto poético de Nicolás Guillén.