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Santa Clara, Villa Clara.— La ansiedad resulta tan descomunal por tirar para la cuneta a la COVID-19, que cada vez que su renuevo empieza a serenar, mucha gente piensa que ya se fue y baja la guardia.
Por ese motivo acaban de aplicar la sirena en esta provincia, porque, aunque existe una discreta reducción de la tasa de incidencia de transmisión y la cantidad de casos autóctonos, continúa la delicada situación.
La doctora Gretza Sánchez Padrón, directora de Salud en la provincia, alertó durante un análisis en el Consejo de Defensa Provincial que nadie debe descuidarse ante la esperanzadora mejoría, según reseñó la prensa del territorio.
Los municipios de Santa Clara, Ranchuelo, Camajuaní, Caibarién, Sagua la Grande y Quemado de Güines disminuyeron su tasa de incidencia con respecto al registro presentado en días anteriores.
Según Sánchez Padrón no se puede bajar la guardia en las acciones higiénico-sanitarias a todos los niveles, y es preciso profundizar en las pesquisas en la provincia, donde hay 117 villaclareños con coronavirus ingresados en la red hospitalaria.
Para reforzar el enfrentamiento al virus se retomaron las pesquisas en las comunidades del territorio por estudiantes de la Universidad de Ciencias Médicas de Villa Clara, que en anterior etapa realizaron una encomiable labor de apoyo a la comunidad.
Desde el lunes último, el Consejo de Defensa restableció el transporte público ofrecido por porteadores privados en Santa Clara, Sagua la Grande, Ranchuelo y Camajuaní, servicio que habían paralizado por estar en fase de transmisión autóctona limitada.
Esa prestación solo se podrá ofrecer de cinco de la mañana hasta la seis de la tarde, al 50 por ciento de las capacidades de los vehículos y solo dentro de la localidad, debido a que la transportación intermunicipal continúa suspendida en esos territorios.
