Una educación inclusiva, de calidad y a lo largo de toda la vida es la mira de estudio del más reciente informe regional de la Unesco, que reconoce los logros de Cuba en esta área a pesar del bloqueo y la COVID-19.
En su edición de América Latina, el Informe Mundial para el Seguimiento de la Educación 2020 evaluó los progresos de la zona y la respuesta educativa de los países a la crisis del coronavirus Sars-Cov-2.
De los estudios de casos presentados destaca la Isla, donde el alumnado con discapacidad en general asiste a escuelas especiales con docentes especializados y personal auxiliar multidisciplinario, y donde los niños y las niñas con severas limitaciones físico-motoras son atendidos en sus hogares por maestros ambulantes y en aulas especiales en centros hospitalarios, refiere el documento.
Reconoce, además, el plan de transición para cada estudiante que pasa de una escuela especial a una convencional y recoge que Cuba cuenta con 203 Centros de Diagnóstico y Orientación, en los que equipos multidisciplinarios determinan y evalúan las necesidades del alumnado con discapacidad aplicando un enfoque sicopedagógico y asesoran a las familias. Esos Centros también pueden ofrecer servicios de educación en el hogar.
En Cuba se dispone de un currículo único para cada nivel educativo, que se puede adaptar para quienes lo necesiten y las escuelas para alumnos con discapacidad intelectual tienen la opción de ofrecer un ciclo adicional, orientado a preparar para el mercado laboral a aquellos que completen el noveno grado, ejemplifica también.
Asimismo, reconoce la orientación inclusiva que el Programa de Educación de la Sexualidad con Enfoque de Género y Derechos Sexuales promueve en el plan de estudios de todos los niveles educativos, desde la educación preescolar hasta la profesional.
El informe GEM se realiza en colaboración con la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (Orealc/Unesco Santiago) y el Laboratorio de Investigación e Innovación en Educación para América Latina y el Caribe-Summa.