Cayos del norte de Villa Clara. Autor: Tomado de Internet Publicado: 05/11/2020 | 04:22 pm
SANTA CLARA, Villa Clara.— La noticia, aunque esperada, sorprendió: ya está en terminación el último hotel de Cayo Santamaría, al norte de esta provincia, con lo cual se completará las 12 900 habitaciones prevista para ese polo turístico que abre sus operaciones este 3 de noviembre.
Lejos están aquellos días en que todo empezó con un pedraplén, y al echar un vistazo a lo que ha ocurrido allí a los agradecidos se les desborda en la memoria y el corazón el nombre de Fidel, quien vislumbró la extraordinaria obra, y fue su promotor.
El Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, al informar sobre el acontecimiento durante la reciente visita gubernamental a este territorio, precisó que hay posibilidades de fomentar las capacidades de alojamiento un poco más en esa zona.
Se refirió también al magnífico estado del polo, que en este tiempo de la pandemia recibió un adecuado mantenimiento y, consecuentemente, está listo para acoger al primer grupo de turistas extranjeros, que vendrán de Rusia.
Igualmente está prevista allí la aplicación de los protocolos de seguridad contra la COVID-19, como también en el Aeropuerto Internacional Abel Santamaria, de Santa Clara, desde donde los viajeros serán trasladados en ómnibus hacia los hoteles de la cayería, sin escalas ni salidas hacia otras locaciones del territorio.
Lo que hoy resulta una red hotelera repartida en los cayos Las Brujas, Ensenachos y Santa María, Fidel lo predijo al afirmar que iba a ser uno de los lugares emblemáticos del turismo cubano, de influencia para el desarrollo de Villa Clara y el país.
Hay que recordar que cuando el Comandante en Jefe concibió esa idea parecía imposible, mucho más porque la obra pionera, el pedraplén de Caibarién a Cayo Santa María, comenzó a realizarse a las puertas del mismísimo período especial.
Esa carretera de 48 kilómetros resultaba imprescindible para empezar después la magna obra y toda su infraestructura, y fue hecha con una esmerada calidad técnica y de respeto al medio ambiente, que mereció el Premio Internacional Iberoamericano Puente de Alcántara, instituido por la Fundación San Benito.
Ahora también en una situación económica difícil por el bloqueo yanqui y la pandemia, llega la noticia de la inminente culminación de aquella obra extraordinaria, que ya goza de un reconocido prestigio internacional por la excelencia de sus servicios, lo cual viene a confirmar, una vez más, que vamos hacia adelante.