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Ciudad de Ciego de Ávila Autor: Radio Rebelde Publicado: 28/11/2019 | 09:25 am

«El día que no haya combate será un día perdido o mal empleado». La frase es como el lema genésico de los habitantes de Ciego de Ávila. Fue dicha por el Generalísimo Máximo Gómez el 30 de noviembre de 1895 durante la conformación definitiva del Ejército Invasor en la localidad de Lázaro López, en la jurisdicción de Majagua.

La jornada anterior, su Lugarteniente General, el Mayor General Antonio Maceo Grajales, había cruzado la Trocha de Júcaro a Morón como siempre él hacía las cosas: a lo épico.

De norte a sur, en la zona más estrecha del centro de la Isla, el baluarte de la siempre alicaída corona española se presentó desde los años 70 del siglo XIX como impenetrable, pero siempre «hizo aguas».

Como «regalo de Día de Reyes», el General en Jefe la burló por primera vez el 6 de enero de 1875 para iniciar la Campaña de Las Villas. Los mambises orientales y camagüeyanos ningunearon la trocha más de una vez, y los villareños, también.

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En lo que hoy es la provincia de Ciego de Ávila, los patriotas locales se sumaron a la Guerra Necesaria el 21 de abril de 1895, con el levantamiento en la finca Jagüeycito, Florencia.

Hombres y mujeres curtidos en la lucha, muchos se incorporaron al Ejército Libertador desde la Guerra de los Diez Años: el 8 de noviembre de 1968 se dio el Alzamiento de Las Piedras, finca localizada en el actual municipio de Ciro Redondo.

El territorio también sería parte de la campaña de La Reforma, desarrollada entre 1896-1897 por Gómez y elogiada por los historiadores militares del mundo como la más «exitosa campaña militar» de las guerras independentistas de América entonces.

El linaje patriótico y libertario de los avileños se demostraría durante toda la etapa neocolonial, y florecería definitivamente el 5 de enero de 1959, cuando en la tarde-noche entró por sus calles el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz.

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Buena parte de la Caravana de la Libertad, con la que compartía el pueblo avileño, había llegado a la ciudad desde el amanecer, pero Fidel se mantuvo en Camagüey durante casi todo el día «por cuestiones trascendentales para el curso inmediato de la Revolución», narran los anales de la época.

El líder cubano estuvo al menos 36 veces en Ciego de Ávila entre el 5 de enero de 1959 y el 26 de julio del 2002, cuando se celebró allí el 49no Aniversario de los Asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

El Comandante en Jefe había liderado igual acto en 1980. Y en 2011, tercera vez que se celebraba el Día de la Rebeldía Nacional en la provincia, estaría presidido por el General de Ejército Raúl Castro Ruz.

José Ramón Machado Ventura, entonces vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros y Segundo Secretario del Partido tuvo a su cargo las palabras centrales, donde diría que Ciego de Ávila «es tierra de mambises como los hermanos Gómez Cardoso y el coronel Simón Reyes, de líderes obreros incorruptibles como Tomás Grant y Enrique Varona, de jóvenes revolucionarios como Raúl Cervantes, Ricardo Pérez Alemán, Pedro Martínez Brito y de Roberto Rodríguez, «El Vaquerito», todos ellos dignos y gloriosos representantes de esta provincia e inspiradores de la nueva generación.

Donde la tierra pare más

La economía avileña se apoya fundamentalmente en el sector agropecuario —que es el principal— y el turismo, aunque también posee un amplio plantel industrial y constructivo.

Según datos estadísticos, el territorio dispone de un índice de 1,05 hectáreas (ha) de superficie agrícola por habitantes y 0,45 ha de superficie cultivada por habitantes. Tiene la más alta distribución por este concepto en el país, pues el 64,8 por ciento de sus tierras son agrícolas, y de este porcentual cultiva el 60,6 por ciento, donde predomina la caña de azúcar, que ocupa sobre el 40 por ciento de la superficie cultivada.

Foto: Tomada del Periódico Invasor

Los laboriosos hombres y mujeres de la región cosechan viandas, frutas, tubérculos, granos y raíces. Son altos los rendimientos aquí de la papa, el boniato, la calabaza, la malanga, el plátano, la yuca, la naranja, la piña (símbolo frutal de la provincia), el mango, la guayaba...

 Sus resultados productivos y laboriosidad llevaron a que en Ciego de Ávila se aprobara el primer Polo exportador agropecuario del Archipiélago, liderado por la empresa Ceballos.

Las industrias, en tanto, se desarrollan principalmente en la ciudad capital y Morón. Las fábricas más conocidas son las dedicadas a la elaboración de tuberías y artículos plásticos, pero también dispone de otras encargadas de confeccionar calzado, textiles, muebles, bebidas..., y por supuesto: azúcar.

Ciudad de los portales

La capital de la provincia es su ciudad homónima. Fundada en 1840, reitera la arquitectura de las villas cubanas del siglo XIX (cuyo principal exponente es la afrancesada Cienfuegos) inspiradas en la Ilustración española y que formaron parte del llamado Urbanismo moderno de la América Hispana.

Con sus manzanas o bloques distribuidos en un plano de cuadrícula con absoluta regularidad geométrica, debe subrayarse en la ciudad de Ciego de Ávila, sin embargo, los portales corridos con columnas neoclásicas cuyos variados diseños hacen muy singular la imagen de la urbe.

Parrandeando a lo avileño

Los lugareños, como sus vecinos de Villa Clara y Sancti Spíritus, alardean —y con razón— de tener algunas de las fiestas populares más antiguas del país, como las parrandas, declaradas en diciembre de 2018 por la UNESCO como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Las pioneras son las de Remedio, en Villa Clara, pero nada tienen que envidarles las que se realizan en Chambas o Punta Alegre; ni tampoco los bailes guajiros de Majagua con sus bandos azul y rojo. 

Igual pasa con los guateques campesinos del Rincón de Mabuya y de Sitio Molina, que miran a las parrandas como iguales, no por gusto el Punto Guajiro o Punto Cubano, el de aquí y el del resto de los campos del Archipiélago, fue declarado también por la UNESCO, pero en 2017, como Patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.

Los cayos de Ciego de Ávila se han convertido en una formidable plaza vacacional para nacionales y extranjeros. Foto: Periódico Invasor.

Ciego de Ávila: de tierra y mar

Constituida como provincia en 1976 por la División Político-Administrativa de entonces, Ciego de Ávila ocupa el séptimo lugar en extensión entre sus iguales, con 6 946,90 kilómetros cuadrados o el 6,3 por ciento de la superficie total del país.

Sus dos costas están bordeadas por un arco de islas y cayos que forman mares poco profundos. El área de tierra firme llega a 6 194,90 kilómetros cuadrados (Km2) y la suma total de la superficie de los cayos representa 776,74 km2.

El territorio está distribuido en diez municipios, siendo el de Ciego de Ávila la capital. Al cierre del 31 de diciembre de 2018, residían en la provincia 435 006 personas; de ellas, 219 280 varones y 215 726 hembras.

En la jurisdicción predominan las llanuras planas, suavemente onduladas y colinosas. La Llanura Júcaro-Morón ocupa la mayor parte de la provincia. Hacia las costas las llanuras son bajas, pantanosas acumulativas con vegetación de manglar.

Sus diferentes tipos de suelos están vinculados a la topografía; son mayormente del tipo ferralíticos rojos, profundos, de buen drenaje —tanto interno como externo— y con poco riesgo de erosión.

Limita al norte con el Canal Viejo de las Bahamas. Destacan en esta zona las bahías de Los Perros y Buenavista, ecosistema declarado por la UNESCO Reserva de la Biosfera. Sobresalen también los cayos del archipiélago Sabana–Camagüey, como los muy célebres Coco y Guillermo, integrados al polo turístico Jardines del Rey.

Al sur, la provincia limita con el Mar Caribe, donde descuella el golfo de Ana María, con su arco de cayos, los que «avanzan» desde la costa hacia el interior del golfo y están declarados como refugio de fauna. La línea de islotes en el borde de esta plataforma forma parte del archipiélago Jardines de la Reina.

Al este, Ciego de Ávila limita con la provincia de Camagüey y al oeste con Sancti Spíritus.

El clima de la región no difiere mucho del resto de Cuba. El promedio anual de precipitaciones es de 1 400 milímetros (mm) en tierra firme y menos de 1000 mm en los cayos, donde los meses más lluviosos son, por orden, septiembre, octubre y junio.

De ríos pequeños y poco caudalosos, el principal cauce es el Chambas, en la vertiente norte, y el de mayor longitud, el Majagua. Sus principales montañas son Pico Bandera (Sierra de Jatibonico), con 443 metros sobre el nivel medio del mar; Loma de Cunagua, con 332 metros de altura; Loma de Punta Alegre (138 metros), y Alturas de Turiguanó (105 m).

Ciego de Ávila: destino de viajes (para nacionales y extranjeros)

Con tierras bastante fértiles y mujeres y hombres sumamente laboriosos, la provincia de Ciego de Ávila es conocida nacionalmente por sus resultados agrícolas, tanto por su abundancia como por su calidad, pero también se ha convertido en una formidable plaza vacacional.

Es el tercer destino de viajes del país —después de Varadero y La Habana— como parte del polo turístico Jardines del Rey, el que comparte con Villa Clara y ahora con Camagüey luego de la apertura allí del primer hotel de Cayo Cruz.

La «industria del ocio» en Cuba es reciente desde una perspectiva histórica, y tuvo en el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz su principal inspirador y planificador. Entre otras iniciativas, promovió la construcción de pedraplenes y el desarrollo de una amplia infraestructura hotelera en el archipiélago Sabana-Camagüey.

Como es conocido, en la primera parte de los años 80 comenzaron los estudios para realizar estas obras, y a finales de la década se concluyó —en menos de dos años— el camino sobre el mar que dejó unido a Cayo Coco con la Isla Grande.

En noviembre de 1993 el Líder Histórico de la Revolución inauguró el primer hotel en la zona, el hoy conocido como Tryp Cayo Coco. Muchos otros se le sumaron después, una obra magna que incluyó extensos acueductos, obras viales al interior de los islotes y una amplia trama extrahotelera que hace las delicias de los viajeros nacionales y foráneos. 

Ciego de Ávila dispone de más de 9 000 habitaciones distribuidas en 23 instalaciones de alojamiento, la mayoría de ellas en el destino Jardines del Rey, con sus playas irrepetibles.

Actualmente se le están sumando al inventario otros 493 cuatros, con la entrada en funcionamiento de los hoteles Grand Muthu Rainbow y Cayo Guillermo Resort Kempinski, el cual visitó el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la primera Visita del Consejo de Ministros a la provincia en noviembre de 2018.

Ciego de Ávila: servicios sociales

Según consta en la sección Educación del Portal del Ciudadano de Ciego de Ávila (www.ciegodeavila.gob.cu), al cierre de 2018 la provincia contaba con una red escolar de 385 centros distribuidos por municipios. Dispone además de entidades de educación superior.

Del total de centros de la enseñanza general y técnica, 34 eran círculos infantiles, 241 escuelas primarias, 15 escuelas especiales, 36 secundarias básicas, 16 preuniversitarios, 14 politécnicos, dos escuelas formadoras de maestros, un IPVCE y 17 escuelas de adultos.

La matrícula total estaba compuesta a fines de 2018 por 69 124 estudiantes, de ellos 2 331 internos y 31 810 seminternos.

La provincia cuenta con otras instalaciones educativas, entre las que se encuentran ocho palacios de pioneros, un campamento de pioneros exploradores y un hogar de niños y jóvenes sin amparo familiar.

Todo por la vida

La esperanza de vida al nacer en la provincia de Ciego de Ávila para el período 2011-2013 —el último de referencia utilizado en las estadísticas oficiales— es de 78,51 años, superior a la media para el país, que llega a 78,45 años.

Para los hombres la esperanza de vida al nacer es de 77,03 años (a nivel nacional asciende a 76,50), y para las mujeres a 80,09 años (país: 80,45). Las cifras siguen un patrón donde la tendencia es a incrementar el tiempo de vida, al igual que ocurre en todo la Isla.

Según se explica en las definiciones metodológicas del Anuario Demográfico de Cuba 2018, de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (www.onei.cu), «la esperanza de vida representa el número promedio de años que le correspondería vivir a una persona bajo las condiciones de mortalidad del período para la cual se realiza el cálculo, desde el nacimiento hasta la última edad que se considere.

«En específico cuando el cálculo se hace para la edad Cero, se denomina esperanza de vida al nacimiento, que constituye el valor más utilizado, sobre todo en las comparaciones entre países o entre distintos territorios dentro de un mismo país».

Según informa la publicación de la Onei El Envejecimiento de la población cubana 2018 (edición 2019), el pasado año en Ciego de Ávila residían 83 108 personas mayores de 60 años de edad; de ellas, 39 893 eran hombres y 43 215 mujeres. El 77 por ciento vivía en zonas urbanas.

En el país el índice de individuos de la llamada Tercera Edad —siempre en 2018— fue del 20,4 por ciento; pero en Ciego de Ávila representó el 19,1 por ciento, por lo que constituye la cuarta provincia menos envejecida de la nación junto a Santiago de Cuba (la anteceden Artemisa, donde la población mayor de 60 años es el 18 por ciento; Guantánamo: 18,1 por ciento; e Isla de la Juventud (18,6).

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En 2018 en Ciego de Ávila hubo menos defunciones (4 015) que en el año precedente, cuando fallecieron 4 099 personas; también ocurrieron más nacimientos (4 827) que en 2017, cuando «vieron la luz» 4 698 bebes; sin embargo, la tasa de mortalidad infantil en 2018 fue superior al período anterior.

Si en 2017 la Tasa de mortalidad infantil por mil nacidos vivos llegó a 3,8 —por debajo de la media nacional—, en 2018 subió hasta 4,4 (en el país fue de 4,0) para ubicarse como la cuarta provincia del país con más altos índices en este sentido, detrás de Guantánamo (6,3), Mayabeque (6,3) y La Habana (4,9).

Como en todo el Archipiélago, la provincia de Ciego de Ávila disfruta de indicadores de salud a nivel de un país o una provincia del llamado Primer Mundo, solo que en Cuba, como en casi ningún otro lugar del planeta, estos servicios son gratuitos y generales.

Los resultados aquí son garantizados por más de 17 000 trabajadores de la Salud Pública, de ellos (excluyendo personal en funciones de dirección) 2 337 técnicos medios, y 8 535 técnicos superiores, según informa el Anuario Estadístico de Salud. Cuba 2018. 

Vida buena

El bienestar de las avileñas y los avileños también es garantizado por el sólido sistema de seguridad social y asistencia social que ha desarrollado la nación y que aquí beneficia a miles de personas. Solo en Seguridad Social el Presupuesto del Estado erogó más de 224 millones de pesos, y en asistencia social, otros seis millones de pesos.

Ciego de Ávila: dinámica poblacional

Ciego de Ávila se incorporó en 2018 a la relación de provincias cubanas que experimentan en la dinámica poblacional, tasas de crecimiento anual negativa (solo mostraron incrementos demográficos entonces: Artemisa, Matanzas, Mayabeque y La Habana, según el orden de la Tasa Anual de Crecimiento para ese período).

Al cierre del 31 de diciembre de 2018, la población calculada en la central provincia era de 435 006 personas, 168 menos que en igual fecha de 2017. Vivían aquí 219 280 varones y 215 726 hembras, para una Tasa de masculinidad de 1 016 hombres por cada mil mujeres. Solo hay más personas del sexo femenino en el municipio cabecera —Ciego de Ávila— y en Morón, situación vinculada directamente a la relación emigración y mujeres (las mujeres tienden a emigrar más que los hombres).

De los diez municipios en que está distribuido el territorio, solo en dos la población se incrementó: también en la capital provincial y en Morón, en cuyos cayos se desarrolla un impetuoso desarrollo turístico.

El municipio más habitado es la capital provincial, con 155 237 personas, seguido de Morón, con 70 126; el de menos población es el territorio eminentemente agrícola de Bolivia, con 15 485 residentes. (Ver Tabla-6).

El análisis de los datos relativos a los Componentes del crecimiento poblacional revelan que en comparación con 2017, en 2018 hubo más nacimientos y menos defunciones; o sea, la provincia tuvo una Tasa de crecimiento natural positiva. Sin embargo, el saldo migratorio interno (diferencia entre los inmigrantes hacia la provincia e emigrantes hacia otros territorios del país) en 2018 cayó de forma brusca en comparación con años anteriores. (Ver Tabla-7).

En 2017, 4 076 personas provenientes de otros lugares de la Isla establecieron residencia en Ciego de Ávila; mientras que 3 252 salieron hacia otros territorios de la nación, para un saldo migratorio interno positivo de 824 personas más. En 2018, empero, la diferencia entre estas entradas y salidas fue de apenas 30 habitantes más.

La relación entre inmigración y emigración externa (hacia otros países), aunque negativa, fue más favorable que en 2017; sin embargo, no compensó la emigración interna.

En 2017 vinieron para Ciego de Ávila 237 ciudadanos que residían en el extranjero, y emigraron desde aquí hacia otras naciones 1 404, para un saldo migratorio negativo de 1 167 personas. En 2018 este índice fue menor: de -1006.

En 2017 el saldo migratorio total (interno y externo) en Ciego de Ávila fue de 343 personas menos, pero en 2018 llegó a menos 976 individuos. Los datos no siempre pudieran ser exactos, por insuficiencias y sesgos en su recopilación u otros pasos, no obstante, muestran las tendencias.

Para un vistazo final al asunto, observen la tabla que colocamos a continuación, la que informa sobre las Tasas de los componentes del crecimiento poblacional por municipios en la provincia de Ciego de Ávila en el año 2018.

Fuentes:

—El Portal del ciudadano de Ciego de Ávila, en www.ciegodeavila.gob.cu.

—Anuario Estadístico de Ciego de Ávila 2017. Oficina Nacional de Estadísticas e Información (en www.onei.cu).

—Enciclopedia colaborativa cubana Ecured (www.ecured.cu).