BARACOA, Guantánamo.—Con la reciente instalación de dos puntos de alerta temprana sobre la ocurrencia de intensas lluvias, fuertes vientos y penetraciones del mar, suman ocho los emplazamientos de ese tipo que fortalecen tanto en Cuba como en República Dominicana, las capacidades de prevenir, mitigar o reducir riesgos de desastres.
Cada punto (todos se ubican en las cercanías del litoral baracoense), dispone, entre otros medios,de sirenas con fuentes luminosas que emiten destellos muy breves en rápida sucesión, banderas de colores, mapas de aviso, señales en áreas vulnerables, campanas-megáfono y un sistemas de radio VHF que eleva la calidad de las comunicaciones con otros centros ante situaciones de riesgo, lo cual permite adoptar decisiones tempranamente.
Esta inversión, ejecutada por dos organizaciones no gubernamentales y financiada por la Dirección General de Protección Civil Europea y Operaciones de Ayuda Humanitaria, conocida por las siglas ECHO, forma parte de la implementación en Cuba de un sistema efectivo para salvar vidas y recursos materiales ante el peligro de ocurrencia de eventos hidrometeorológicos extremos.
Durante las sesiones de un evento territorial sobre gestión de riesgos y reducción de desastres se informó también que a la existencia de dichos puntos de monitoreo se sumará la instalación de un mareógrafo, para cuyo emplazamiento en estos momentos se trabaja en la obra civil.
Con esta tecnologíase pueden obtener, entre otros datos relevantes, la altura de las olas, intensidad y dirección de las corrientes y temperatura del agua, lo cual permite realizar desde esta región de la Isla caribeña un pronóstico más preciso de la ocurrencia de tsunamis en el área comprendida entre Cuba, Haití y República Dominicana.
Tal reforzamiento en Baracoa de la capacidad para evitar o reducir catástrofes responde al hecho de que, además de ser el municipio de mayor influencia anticiclónica de nuestro archipiélago, en las cercanías de las costas que bordean a esta localidad existe un accidente marítimo de más de 50 kilómetros de ancho, acompañado de un intenso y veloz oleaje que incrementa su velocidad por la ausencia de obstáculos en su trayectoria hasta las inmediaciones de la Ciudad Primada que es, por eso,una de las de mayor riesgo de ocurrencia de tsunamis o maremotos en Cuba.