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En terminación planta desalinizadora en Punta de Maisí, en Guantánamo

Expresión concreta de la Tarea Vida que impulsa el Estado cubano, y con financiamiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, la obra tendrá gran impacto social, económico y medioambiental en una zona caracterizada por prolongados períodos de sequía que obligan suministrar el agua para la población y las instalaciones del lugar mediante pipas

Autor:

Haydée León Moya

 

Maisí, Guantánamo.— Como parte de la estrategia del Estado cubano para mitigar los efectos del cambio climático, está a punto de concluir la construcción civil y el montaje tecnológico de una planta desalinizadora que, con financiamiento del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), se ejecuta en Punta de Maisí.

Eidol Andrial Martínez, jefe de la brigada de la Empresa Constructora Integral de Guantánamo, a cargo de la obra, informó a Juventud Rebelde que en la primera quincena de agosto debe quedar lista la instalación, cuya puesta en marcha beneficiará inicialmente a unos 2 700 habitantes de esa apartada zona.

Ahora lo que ocupa a los constructores son detalles de terminación en el edificio socio-administrativo y en las áreas exteriores, precisó el joven ingeniero civil.

Con anterioridad construyeron los viales de acceso a la zona, tanques para salmuera, agua cruda y tratada, bases de concreto para emplazar los diferentes componentes y accesorios, aceras, contenes y cerca perimetral, entre otros objetos de la infraestructura civil.

Mientras, fuerzas especializadas del Instituto de Recursos Hidráulicos en la provincia perforaron dos pozos de 40 metros de profundidad, en los que se sumergen bombas succionadoras y una conductora de 160 milímetros de diámetro, que permitirá el tránsito del agua por las distintas fases del proceso hasta quedar remineralizada, retribuidos sus contenidos de calcio y magnesio, y con los requisitos sanitarios y de potabilidad que establecen las normas cubanas.

Por diseño, la planta, cuya vida útil se estima para alrededor de 20 años, puede procesar hasta 12 metros cúbicos de agua de mar en una hora, volumen que puede garantizar diariamente a cada habitante de Punta de Maisí, como mínimo, 130 litros del líquido, apto para el consumo humano.

Se trata de una obra de gran impacto social, económico y medioambiental. Por una parte, porque funcionará con la tecnología conocida por ósmosis inversa, la cual permite obtener agua de calidad con bajo consumo energético y sin grandes costos ni perjuicio medioambiental. Y porque se encuentra ubicada en una zona donde los frecuentes y prolongados períodos de sequía obligan a las autoridades del municipio más oriental de Cuba a suministrar el agua para la población y las instalaciones del lugar mediante camiones-cisterna.

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