Jóvenes manos a orillas del río Quibú

Más de 1 000 niños y jóvenes —acompañados por Susely Morfa González, primera Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC)—, se sumaron este sábado, desde bien temprano en la mañana, a las acciones de saneamiento y rescate del medio ambiente en la desembocadura del río Quibú, específicamente en las calles Primera y 164, Reparto Flores, municipio Playa, en la capital.

Entre los niños que, saco en mano, desandaban la zona recogiendo latas, palos y botellas, se encontraba Raúl Espinosa, de diez años, quien explicó a Juventud Rebelde que mantener la salud ambiental nos beneficia a todos.

«Trato todo los días de velar por la limpieza de mi escuela y les hablo a mis compañeros de aula de la importancia de cuidad a la naturaleza, porque de ese modo nos estamos cuidando a nosotros mismos. Incluso logré convocar a varios. Son aquellos de allá», expresó, mientras apuntaba hacia una de las pilas de escombros.

Su padre, Lázaro Espinosa, es quien le ha inculcado al pequeño tales principios. Él forma parte del proyecto Manglar Vivo de la Agencia de Medio Ambiente en Cuba, y conoce bien las consecuencias que puede provocar la contaminación de este río a la salud del entorno y de los pobladores de la comunidad.

El trabajo, dijo, tenemos que realizarlo de forma sistemática, pero no solamente los de saneamiento y limpieza, sino también los dirigidos a concientizar a los ciudadanos sobre la importancia de cuidar y mantener limpio el entorno que los rodea.

También Alejandra González, de 13 años, decidió asistir, luego de que en su escuela Rubén Martínez Villena se le explicara cómo influye la contaminación en el cambio climático, el deterioro de hábitats y la extinción de especies.

A pocos metros de ella se encontraba, Amet Castillo, un joven carismático y entusiasta que propuso unir dos sacos para trasladar más cantidad de basura. «Soy el presidente de Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Universidad de las Ciencias de la Cultura Física y el Deporte Manuel (Piti) Fajardo, y estamos aquí, en las márgenes del río Quibú, para demostrar una vez más el compromiso de los jóvenes con cualquier tarea que se nos asigne», señaló.

Eva Castellano, de 56 años, aprovechó las preguntas de nuestro equipo de prensa para secarse el sudor, ya hacían más de tres horas que estaba allí y había perdido la cuenta de la basura recogida entre ella y su amiga. Según contó, supo de la convocatoria a través de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR) del área, y no dudó en sumarse.

Cuba respalda las normas internacionales para el cuidado del medio ambiente, no nos incluimos en la lista de los grandes emisores de gases y desechos, pero aún así tenemos que continuar las labores de promoción y limpieza, tanto en la capital como en el resto del país, destacó Patricia Mejías, estudiante de la carrera de Historia en la Universidad de La Habana y miembro de la UJC.

La jornada, convocada por las Brigadas Técnicas Juveniles (BTJ) y la Red Juvenil Ambiental de Cuba(Rejac), contó con el auspicio de los jóvenes de la Agencia de Medio Ambiente y la Sociedad Cubana de Botánica, y el apoyo del Gobierno, el Partido y la UJC, detalló Jeiller Carmona Brito, presidente de las BTJ.

Tal iniciativa, forma parte, además, de las acciones a propósito del cinco de junio, Día Mundial del Medio Ambiente, y de la XII Convención Internacional sobre Medio Ambiente y Desarrollo, que sesionará en julio próximo en la capital.

La convocatoria, precisó, se extendió a los 15 municipios habaneros y forma parte del proyecto «Salvando mi litoral» y de otro importante número de acciones encaminadas a fomentar la educación ambiental, así como la conciencia ciudadana sobre el cuidado de la naturaleza y el entorno saludable.

Entre ellas destacan —explicó Yanelis Peña Guerra, coordinadora nacional de la Rejac—, eventos temáticos, trabajos voluntarios para la plantación de manglares, reforestación de determinadas zonas, y la organización de excursiones o senderismo.