Ramiro Guerra sobresalió por sus investigaciones sobre el mundo de la danza. Autor: Radio Rebelde Publicado: 01/05/2019 | 09:44 pm
Ramiro Guerra, premio nacional de Danza (2000), falleció este miércoles a los 96 años de edad en La Habana, Cuba, donde marcó la historia cultural como coreógrafo, teórico, investigador y pionero de la danza contemporánea en el país, reportó la Agencia Prensa Latina.
Como creador, su estética estuvo determinada por una extensa fusión de técnicas y estudios, que abarcan desde el ballet clásico hasta los principios básicos de la danza moderna de Estados Unidos, donde recibió clases de Doris Humphrey y José Limón, aunque reconocía como su mayor influencia la técnica de Martha Graham.
A su regreso a Cuba, se dedicó al estudio del folclor cubano y fundó, en 1959, el Conjunto Nacional de Danza Moderna, compañía que en la actualidad conocemos con el nombre de Danza Contemporánea de Cuba y en la cual, de manera inédita para mediados del siglo XX, incluyó a hombres y mujeres de todas las razas.
También fundó el Conjunto Folklórico Nacional, en una época en la cual no existía ni tradición danzaria, ni público, ni cantera de bailarines en la Isla, y se atrevió a llevar a la danza los temas cubanos, y a investigar y escribir obras sobre arte con dotes literarias que llenaron de valor varias revistas o se convirtieron en libros.
Entre sus textos cabe destacar Apreciación de la danza (1968), Teatralización de la danza y otros ensayos (1988), Una metodología para la enseñanza de la danza (1989), Calibán danzante (1998), Coordenadas danzarias (2000) y Eros baila. Danza y sexualidad (2001).
Guerra se había graduado en Derecho en el año 1949 de la Universidad de La Habana y poseía la categoría de Doctor honoris causa en la Universidad de las Artes.
Además de ser considerado el padre de la danza contemporánea cubana y un pionero en los estudios sobre la danza en la Isla, se le recuerda como el coreógrafo de obras trascendentales como Impromptu galante, Mambí, El decálogo del apocalipsis, El milagro de Anaquillé, Medea y los negreros, Orfeo antillano, Tiempo de quimera y Suite yoruba, entre otras.
El maestro e investigador fue distinguido, además, con la Medalla Alejo Carpentier, la Orden Félix Varela, y el Premio Alejo Carpentier en ensayo.