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Si días atrás se ha cruzado con un cromañón que recorre las calles de la capital habanera, no se trata de que algún científico finalmente haya encontrado la verdadera fórmula de viajar en el tiempo (pasado o futuro), ni que hayamos regresado a la Comunidad Primitiva, como Formación Económico Social (FES), a causa de algunas escaseces en el mercado. Este personaje deambula la urbe como parte de la campaña cubana por la No violencia hacia las mujeres, nombrada Evoluciona, cuyo eslogan, dirigido a los hombres, sentencia: El acoso te atrasa.
Abordo este tema porque mi amigo Floro me ha escrito para hacerme partícipe de sus dudas: «Estimado JAPE, ¿es cierto que ya no se podrá piropear a las mujeres por la calle? ¿Me han dicho que hasta podrías ir preso por mirar a una mujer de forma lasciva, aunque esta transite desnuda?
Estimado Floro, como siempre te digo los excesos son malos, y nada es menos saludable que guiarse por los comentarios callejeros. Igual te comento que si alguna fémina decidiera pasear ligera de ropas, no tienes derecho ninguno a reprimir o «ponderar» su actitud, ni siquiera con el pensamiento. Y si ella fuera tu esposa, sal desnudo tú también, al estilo de Lennon y Yoko Ono.
Aclaro que dicha campaña llama a redimensionar la mirada en relación con la violencia hacia la mujer, que se presenta en múltiples proyecciones, así como diferentes maneras de pronunciarse tiene el acoso. También hace un llamado a evolucionar el pensamiento hacia nuevos puntos referentes a la igualdad de géneros y derechos que hoy se incluyen en nuestra Constitución como muestra del carácter humanista y de desarrollo de la Revolución.
Para los cubanos, tan dados al piropo y al intercambio social, a veces desmedido, resulta normal meterse con la compañera que pasa y llama la atención por su belleza. Esta es una de las formas de acoso más comunes, y lamentablemente estos «piropos», en la mayoría de los casos, resultan groseros, irrespetuosos, insolentes… Amigo Floro, el acoso callejero forma parte del círculo de violencia de género, aunque suceda en espacios públicos y con personas desconocidas.
Por supuesto que esto es solo un ligero acercamiento a Evoluciona, que pretende promover espacios de capacitación y sensibilización; dirigida especialmente a los jóvenes como continuidad de la campaña Somos más.
Extendida por todo el país, esta campaña fue organizada por el Centro Oscar Arnulfo Romero, el Centro Nacional de Educación Sexual, la Federación de Mujeres Cubanas y el Centro de Estudios Sobre la Juventud.
Insisto en que aún nos queda mucho por transitar y aprender en estos términos. El acoso sexual callejero es la forma de violencia culturalmente más aceptada y debe desaparecer de nuestro entorno, en todos los sentidos. Asumo que yo también tengo mis dudas al respecto. Hace unos días, mi vecina me miró como se mira una pizza hawaiana y me dijo: «Jape, ¡te comería con ropa y todo, aunque después me pase una semana vomitando trapo!». ¿Eso también es acoso?
