Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Invitación a pensar, debatir, decidir, hacer

El 11no. Congreso de la UJC, cuya convocatoria se realizará este jueves, es una responsabilidad inmediata con los jóvenes de hoy y con los de mañana; es un pacto ético y político contigo y con Cuba, que se cumple con el compromiso y la entrega de todos, sostienen las máximas dirigentes de la organización

Autor:

Yuniel Labacena Romero

Los tiempos actuales reclaman de organizaciones que no apaguen la chispa de la creatividad, el entusiasmo, la participación, el protagonismo, la rebeldía, el dinamismo… Cuando faltan esos ingredientes mueren los deseos de hacer y de crecer.

Convencida de esas certezas ha andado la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en los últimos años, pues sus miembros —y los que no también— han comprendido que este es un tiempo de fundar, de revolucionar, de ser propositivos e impetuosos, de prepararse para el futuro.

Aunque todavía falta para lograr lo que se quiere y se necesita, como reconoce Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, la vanguardia política juvenil ha conseguido en muchos escenarios barrer con el burocratismo, la inercia, la formalidad y, sobre todo, no estar encerrada en las cuatro paredes de la reunión, el acta, la cotización y las sanciones.

«Ese camino se ha consolidado a partir de los acuerdos adoptados en el 10mo. Congreso de la UJC —del cual han trascurrido casi cuatro años— y además de los cambios que han experimentado el país y nuestra sociedad. Todo lo hecho ha sido sin perder los principios fundacionales de la organización, su esencia, los valores y el camino trazado por la Revolución.

«Nuestro principal propósito ha sido perfeccionar el funcionamiento (y, en consecuencia, el existir y actuar de la UJC como vanguardia política), así como afianzar el liderazgo e influencia en un amplio universo de niños, adolescentes y jóvenes. Alcanzar esos objetivos ha estado en las manos y la capacidad de nuestra gente de cambiar escenarios, métodos, realidades, concepciones y conductas».

Cuando se le convida a hablar de los 59 acuerdos tomados en el 10mo. Congreso, Susely afirma, sin titubeos, que en ellos han estado las líneas de trabajo de la organización para representar los intereses y las aspiraciones de los jóvenes y garantizar la participación real y efectiva de cuantos estén dispuestos a aportar al presente y futuro de la Juventud Comunista y de la Patria.

«No esperamos el 19 de julio de 2015, cuando terminó la sesión plenaria del Congreso, para sentarnos a evaluar lo que debía cambiar de cara al futuro, sino que lo hicimos durante todo el proceso orgánico. Por ello se diseñaron más de 250 acciones, bien para cumplir los acuerdos o para seguir de cerca aquellos cuya ejecución es permanente o a mediano y largo plazos.

«Treinta y seis se han cumplido y 23 están implementados. En todos se ha tenido un proceso de seguimiento y control cabal, en especial de nuestros Partido, Gobierno y Estado.

«Entre los elementos que se deben destacar están el impulso de resoluciones para atender la reserva científica en todos los sectores, la ubicación laboral y el adiestramiento, así como estimular la incorporación de jóvenes a carreras que son prioritarias para el desarrollo el país.

«Asimismo se ha trabajado en el desarrollo de los activos juveniles como espacio para la reflexión, el debate y para que los Organismos de la Administración Central del Estado comprendan cuál es su encargo con la fuerza laboral que demandan y atiendan las preocupaciones de sus jóvenes.

«Se avanza en el aporte de contenidos a las redes sociales para que la verdad de Cuba y sus jóvenes esté también en el mundo digital, y hemos logrado sostener en el tiempo proyectos tan valiosos como los campamentos de verano.

«Han pegado mucho en los jóvenes las rutas históricas, el senderismo, las excursiones y las campañas comunicacionales, con las cuales se ha buscado cambiar la imagen de la organización. Hemos creado además espacios para el enfrentamiento a la continua subversión del enemigo, que en su propósito de destruir  la Revolución tiene como blanco predilecto a las nuevas generaciones».

¿Temas pendientes?, pregunto a la dirigente juvenil. Responde que existen muchos, pero de gran impacto el relacionado con la recreación, la cual «tiene que ir más allá de la etapa de verano. Se trabaja en una política integral de recreación que diversifique las opciones, los horarios, los escenarios y tenga en cuenta gustos, edades…».

El poder del comité de base

Más allá de proyecciones nacionales, la materialización de cada nuevo desafío de la UJC tiene su cauce en el poder de un comité de base y las flexibilidades que logre. Así piensa Yenisey Cruz Carreño, segunda secretaria del Comité Nacional de la UJC. Las estructuras de base tienen que adecuarse a su tiempo y procurar ser atractivas, originales y frescas, señala.

Para esta artemiseña que mucho ha aprendido del trabajo en la base, lo logrado ha permitido a la organización estar «en mejores condiciones para representar a las nuevas generaciones, favorecer el diálogo y convertirse en espacio de todos para participar, transformar y aportar.

«El real protagonismo de los jóvenes —militantes de la UJC o no— se ha sentido en el orden económico, productivo, docente y de los servicios, en los cuales han dado aportes concretos en la producción de alimentos, la zafra azucarera y en las tareas de higienización y recuperación tras el paso de fenómenos meteorológicos y otros.

«Y si hablamos de nuestro funcionamiento orgánico y del fortalecimiento del comité de base, tenemos que pensarlo como lo más importante: activo, dinámico, movilizador y vanguardia, que desde él se generen las iniciativas, las tareas de choque, el enfrentamiento a cualquier manifestación que debilite la Revolución o afecte los valores que defendemos. Por eso hay que darles oportunidades de crear y de hacer, de concebir y construir sus espacios, de probar y medir sus fuerzas, de decidir y asumir la responsabilidad que conllevan sus decisiones, pero, incluso si se equivocan, tenemos que ayudarlos a rectificar y construir entre todos lo que queremos. Sobre esas certezas hay que trabajar en cada centro, municipio o provincia».

Cruz Carreño reconoce que si no somos capaces de abrirle cauces al diálogo, de exponer y defender nuestros argumentos, de escuchar, de tratar de convencer y no de vencer, no se alcanzarán los propósitos que la organización defiende.

«Nos toca seguir consolidando esa gran familia que somos la UJC, las organizaciones estudiantiles y los movimientos juveniles. De ello dependerá un mejor funcionamiento en todos los aspectos».

Así, reconoce la dirigente juvenil, el 11no. Congreso de la UJC —cuya convocatoria se hará este jueves desde Birán, Holguín— busca afianzar en los más nuevos ideas como esas y, sobre todo, pensar qué más se puede hacer desde cada pedacito para canalizar ese futuro que nos pertenece.

«Para ello nos hemos reunido con todos los secretarios generales de cada municipio del país, lo cual no es una excepción ni se debe solo al comienzo del proceso orgánico, es continuidad de un estilo que llevamos implementando desde hace algunos años.

«Cada mes los miembros del Buró Nacional de la UJC van a centros de producción o de ciencia y a universidades, unidades militares, hospitales y comunidades. Dialogan con cientos de muchachas y muchachos, los escuchan y les trasladan también sus mensajes.

«Cuba cuenta con una juventud fuerte y firme, que cada día tenemos que preparar mejor, informarla, guiarla, explicarle las cosas, pues solo así podrá ser verdadera continuidad de la Revolución. En este sentido trabajamos con los símbolos, con el rescate de lo patriótico y con el reforzamiento de la imagen Cuba. Lo hacemos con estética y buen gusto, promoviendo valores y sentimientos», señala.

¿Qué cualidades no debieran faltarle a un joven en la Cuba de hoy?, indago con la Segunda Secretaria. Y responde: la sencillez, la humildad, el protagonismo, la entrega y las ganas de hacer.

«Esas cualidades también las reforzaremos con el 11no. Congreso. Se trata de otra cita inclusiva, transformadora y dinámica, que llega con espacios nuevos, los cuales se han pensado desde nuestras estructuras de base y se diseñarán a partir de lo que ocurra en todo el proceso de balance.

«Ahora la conexión necesaria con todos los jóvenes, militantes o no, además del diálogo y la reflexión, volcará todos sus esfuerzos hacia la historia, la productividad, la economía y lo social. También nace un nuevo espacio: Zona joven, mediante el cual nos vamos a vincular con el barrio, con la comunidad, a través de ferias recreativas, exposiciones, talleres de intercambio… expondremos todo lo bonito y bueno que nuestra juventud hace.

«Nos vamos a concentrar en que todos aporten, se sientan parte y valoren la importancia de lo que cada cual puede hacer en su espacio, en su puesto y desde allí sentir que el Congreso ha sido efectivo porque se vieron reflejados en él y contribuyeron con sus criterios, sus inquietudes y su trabajo», precisó la Segunda Secretaria de la UJC.

La participación y el futuro

Un talón de Aquiles en los últimos años, no solo para la UJC como organización, sino para el país, ha sido la participación, reflexiona y pregunta ahora el reportero.

Susely Morfa precisa que «participar hoy es ser parte de una Revolución que llegó a sus seis décadas a pesar de constantes agresiones; es contar con la energía, el compromiso y la contribución de la juventud en todos los frentes, en especial en la defensa y la batalla económica, que como nos ha dicho el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, son las dos tareas principales del país.

«Participar es contar con la inteligencia, los criterios y los conocimientos de los más nuevos en todos los sectores de la economía, algo que está muy presente en el artículo 87 de la nueva Constitución de la República, en el que se plantea que el Estado, la sociedad y las familias reconocen a las personas jóvenes como activos participantes en la sociedad, y a tales efectos crean las condiciones para el pleno ejercicio de sus derechos y su desarrollo integral.

«Por eso —agrega Susely— desde este 4 de abril apostamos por un 11no. Congreso de la UJC que no significa ruptura con el anterior, sino que es continuidad de todas esas líneas de trabajo que como país, sociedad y organización se han venido desarrollando y cumpliendo; es parte de esa prioridad de formar a un revolucionario de vanguardia que se prepare cotidianamente para ingresar al Partido Comunista, máxima aspiración de un militante de la UJC y resultado principal del quehacer de la organización juvenil».

Y les dice desde aquí a los jóvenes cubanos:

«El 11no. Congreso es un espacio para ti, para construir juntos ese futuro que comienza hoy; es una invitación a participar; es una responsabilidad inmediata con los jóvenes de hoy y con los de mañana; es un pacto ético, político e histórico contigo, con Cuba, un pacto que se cumple con el compromiso y la entrega de todos.

«Participar implica comprometerse, entregarse, entender críticamente el presente, responsabilizarse con el ahora y transformarlo por un mañana mejor; es formar parte, pensar, hacer, debatir y decidir. En la participación se decide el hoy y se construye el mañana, es la apuesta por un país mejor y más tuyo, porque lo haces tú cada día».

Afianzar el liderazgo e influencia en los niños, adolescentes y jóvenes es una prioridad de la organización, señaló Susely Morfa, primera secretaria.Foto: Abel Rojas Barallobre.

Para la recién electa Segunda Secretaria de la UJC, en el comité de base se materializan los desafíos. Foto: Yuniel Labacena Romero

 

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