El Cementerio Americano de Columbia —como también se le conoce— es la huella más evidente e importante de la existencia de una comunidad norteamericana en esta isla. Autor: Juventud Rebelde Publicado: 30/01/2019 | 05:08 pm
NUEVA GERONA, Isla de la Juventud. — El Cementerio Americano de Columbia —como también se le conoce— es la huella más evidente e importante de la existencia de una comunidad norteamericana en esta isla, producida durante un proceso de expansión del imperio de EE.UU. que traspasó las fronteras continentales.
Lo anterior lo confirmó Guillermo Maquintoche, especialista de Patrimonio en Isla de la Juventud, al tiempo que resaltó que esos valores patrimoniales e históricos lo acreditan como Monumento Nacional de la República de Cuba.
«La proclamación oficial será el 13 de marzo de este año, fecha que coincide con la ratificación del Tratado Hay- Quesada que le devolvió la condición de cubana a la entonces Isla de Pinos, tras 21 años de lucha que involucró un intenso movimiento social entre los cubanos», acotó.
El especialista explicó que el principal valor radica, fundamentalmente, «en que el sitio es un llamado a que la historia no se revierta, porque es la expresión de un período de materialización de las pretensiones imperiales contra Cuba, que aún no han retirado de su agenda», dijo.
Asimismo, insistió que el cementerio es una alerta, una advertencia de lo que se produjo en un momento de la historia y que tiene en la unidad y en los principios de la Revolución, el principal antídoto de cubanía para que la historia no se repita.
Según consta en el archivo de la oficina de Patrimonio local, la primera inhumación corresponde al ciudadano canadiense Freeman Cooper Armstrony, realizada en noviembre de 1907 y el último enterramiento de que se tiene referencia fue el de la ciudadana Stefania Koenig en 1981.
Por su parte, Beatriz Gil Sardá, también especialista de Patrimonio en el territorio, informó que trabajan en la elaboración de un plan de acción para la restauración y conservación del lugar, hoy deteriorado por el paso de los años.
«En estos momentos ya existen las necesidades materiales para restaurar la cerca perimetral, entrada, capilla —local donde se preparaban los cadáveres— levantar las lápidas y recuperar otras, deterioradas o dañadas al paso de eventos hidrometeorológicos, además de rescatar el jardín y establecer las normas para su mantenimiento.
«Otra etapa de este proceso incluye otorgarle iluminación al lugar, normar el recorrido y el tiempo de las visitas, proyecto que en estos momentos está en manos del gobierno local porque requiere respaldo financiero y de asignación de recursos para su ejecución», comentó.
En un área de más de 17 kilómetros cuadrados, parcelado en 135 lotes, con capacidad para 6 u 8 enterramientos cada uno, se registran hoy un total de más de 300 cuerpos (270 naturales EE.UU). Todos blancos entre los que figuran la familia Mills, dueños de la Compañía de Vapores de Isla de Pinos, los Pearcy importantes comerciantes, y otros como la señora H. Wheeler, promotora en los años 20 de la cerámica artística y utilitaria.
Ambos especialistas coincidieron en señalar que el Cementerio Americano o de Columbia, es un campo santo tipo jardín norteamericano, sin un solo enterramiento de cubanos, sui-generis en el panorama nacional y regional, que por sus valores culturales, políticos, sociales, históricos, arquitectónicos y artísticos que trasciende del contexto territorial, amerita su condición de Monumento Nacional.
De igual modo, subrayaron que esta proclamación resalta el compromiso de conservar y proteger este importante testimonio material, al tiempo que contribuye a la reafirmación de la identidad nacional y local desde el antimperialismo, el independentismo y la soberanía.
Isla de la Juventud cuenta ahora con cinco Monumentos Nacionales: El Presidio Modelo, el museo Finca El Abra, La Cuevas de Punta del Este, el buque El Pinero y ahora el Cementerio Americano.
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