Los artemiseños visitaron el Presidio Modelo y otros lugares históricos de la Isla de la Juventud. Autor: Roberto Díaz Martorell Publicado: 07/08/2018 | 07:07 pm
«Nunca había venido a la Isla de la Juventud; este lugar tiene sus encantos, las personas son muy amables y sus paisajes son muy bonitos», expresó Dayán Pérez Armas, uno de los jóvenes artemiseños que disfrutaron una semana de vacaciones en ese Municipio Especial, por una iniciativa de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) para la temporada estival.
Antes del regreso a su provincia, este futuro estudiante de Medicina aseguró que visitar el campamento de verano pinero fue una experiencia maravillosa, útil y necesaria.
«Lo que más me impresionó de los recorridos fue el Monumento Nacional Presidio Modelo. Allí estuvieron Fidel y los demás moncadistas en condiciones muy desfavorables y, a pesar de eso, jamás renunciaron a sus ideales», dijo.
A su colega Marlon Trujillo del Toro le gustaron la ambientación del bulevar de Nueva Gerona, su gente y la historia; también la belleza de las playas del sur. «Fue una experiencia maravillosa; me sirvió para ampliar los conocimientos y la cultura de mi país», expresó.
Como estos muchachos, son 4 000 estudiantes y jóvenes trabajadores y combatientes los que participan este 2018 en los campamentos de verano, una iniciativa de la UJC que nació hace tres años y en la que se unen el aprendizaje, la recreación, el aporte socioeconómico y el intercambio de experiencias.
En julio tuvo su primera rotación este proyecto en las 15 provincias y el Municipio Especial, y ahora, del 13 al 18 próximos, tendrá su segunda oportunidad para seguir disfrutando de Cuba.
Quizá por ello Javier Torres, estudiante de la Universidad de Artemisa, reconoció que la visita a la Isla de la Juventud «fue un espacio de confraternización entre nosotros y los pineros, quienes nos recibieron como a una gran familia, a pesar del apretado programa. Sugiero dejar espacio para el descanso u otra actividad que las personas quieran hacer».
Hendy Pérez Ponce, presidente del Movimiento Juvenil Martiano en el territorio, confirmó que durante su visita los muchachos conocieron, además, el museo municipal y otros centros de interés social y recreativo; y contribuyeron con la construcción de 14 aulas de secundaria básica que abrirán sus puertas el próximo curso escolar.
«Logramos el objetivo que nos propusimos: ellos no solo disfrutaron de la playa, el deporte y la música, sino que se insertaron en la cotidianidad del territorio y aprendieron de nuestra cultura, historia y de nuestra gente», señaló.
Programa muy atractivo
Una experiencia similar disfrutaron igualmente los jóvenes pinareños en su estancia en tierra yumurina. Atractivos recorridos por museos y plazas estuvieron entre las propuestas durante esta etapa estival. Así lo aseguró Dailín Alfonso Mora, miembro del Buró Provincial de la UJC en Matanzas.
Las actividades se concibieron también como parte del programa por el cumpleaños 325 de la Atenas de Cuba. Por eso los hijos de Vueltabajo conocieron de la promoción sobre el patrimonio histórico-cultural matancero.
Además de estar en el centro histórico de la ciudad, visitaron un hogar de impedidos físicos, el campismo popular Canímar Abajo, la Empresa Comercializadora de Combustible y el hotel Internacional de Varadero. No faltaron tampoco las labores de saneamiento ambiental y diferentes actividades recreativas en el cabaré Las Palmas, el parque La Estrella y el centro cultural Atenas de Cuba.
Motivados por programas culturales similares marcharon hacia la Perla del Sur los jóvenes capitalinos a vivir un verano diferente. Allí, después de cuatro horas de viaje, fueron acogidos en la sede pedagógica Conrado Benítez, cercana al estadio 5 de Septiembre.
Desde este centro cienfueguero cada día partía la bisoña tropa a cumplir con jornadas productivas, visitas a centros de interés histórico, socioeconómico… con bailables y sesiones de debate sobre temas de interés.
El periplo incluyó al Monumento Nacional Mal Tiempo, la cooperativa de producción agropecuaria Mártires de Barbados, la Fortaleza Nuestra Señora de los Ángeles de Jagua, el balneario Ciego Montero y la Embotelladora del lugar. Igualmente, de conjunto con la UJC, la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y las Brigadas Técnicas Juveniles, ofrecieron a los visitantes varias actividades en el Delfinario de Cienfuegos.
Acercarse a las nuevas tecnologías también está en el disfrute de los más nuevos. Foto: Malena Almarales