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FEU Autor: Juventud Rebelde Publicado: 02/05/2018 | 02:30 pm
¿Cómo debe ser el líder una Federación Estudiantil Universitaria (FEU) genuina y transformadora? Esta interrogante ha marcado por estos días la guía de no pocas asambleas del 9no. Congreso de la organización en varias casas de altos estudios del país.
En las reuniones de las universidades espirituanas, que tuvieron lugar recientemente, se insistió en la importancia de contar en cada brigada con alumnos que constituyan referentes y ejemplos para el resto, y que sean capaces de convocar, movilizar y ser seguidos.
Para ello, será imprescindible seleccionar como presidentes en cada aula, no solo al que acepte, sino a aquel ser humano con una personalidad entusiasta, comprometida con transformar lo necesario y que trabaje en defensa siempre de sus semejantes.
Pero no bastan solamente los rasgos personológicos. Hace falta también madurez y pensamiento atinado, sentido del momento, capacidad crítica y compromiso político. Con todos estos atributos a su favor, el joven que asuma una responsabilidad de dirección en la FEU tendrá más protagonismo y propiciará en sus compañeros actitudes más dialógicas.
No solo deberá ser el primero en acampadas, trabajos voluntarios, actividades extensivas a las comunidades y todo cuanto se convoque extracurricularmente, sino el más destacado en el sacrificio que implica el estudio sistemático, el que despeje las dudas a los más rezagados, el que manifieste incondicionalidad para la tarea que haga falta, que la Revolución necesite.
Ahora bien, nada de ello será posible si la familia no apoya y se involucra en el difícil camino de la formación universitaria, si los profesores no se erigen también como ejemplos.
