Santiago, pasión por la libertad, es una nueva entrega de la Egrem que homenajea a la ciudad heroica y su pueblo (portada del disco) Autor: Juventud Rebelde Publicado: 28/11/2017 | 10:39 pm
Santiago de Cuba.— El poema A mi hermano, escrito por el luchador clandestino Frank País García, al conocer del asesinato de su hermano Josué, y que musicalizó por vez primera el trovador holguinero Orlando Silverio, constituye la gran novedad del disco Santiago, pasión por la libertad, presentado en la oriental urbe, vísperas del aniversario 61 del alzamiento del 30 de noviembre.
La nueva producción de los Estudios Siboney, de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem), bajo la maestría creadora de Jorge Luis Pujals, constituye un homenaje a la ciudad heroica, sus héroes y mártires, su legendario pueblo y a todos los luchadores por la independencia cubana, entre ellos el eterno líder de los cubanos, Fidel Castro Ruz, en el primer aniversario de su desaparición física.
Además de la musicalización del poema en el que el luchador clandestino expresó su dolor en versos, el nuevo fonograma incluye una decena de temas de los más variados géneros —bolero, trova, guaracha y hasta una marcha—, y un bonus track con la canción de cuna que dedicara la Heroína Vilma Espín a su hija Nilsa.
Temas antológicos de la cancionística nacional como Y si llego a besarte y El mambí, de Luis Casas Romero; A Santiago, del Comandante Juan Almeida Bosque; Saberse cubanos, de Kiki Corona; la Cantata al 30 de Noviembre y la canción La Expedición, que refleja la travesía y desembarco del Granma, de Orlando Silverio, entre otras, completan el repertorio del nuevo fonograma que contribuye al rescate de piezas antológicas del pentagrama musical cubano.
El disco Santiago, pasión por la libertad debe ser conocido por la juventud cubana porque en él encontramos excelente música e historia espiritual, donde están presentes los buenos textos y magistrales músicos, sentenció el máster Víctor Pullés, autor de las notas, durante la presentación del disco, que tuvo lugar en el Museo de la lucha clandestina, uno de los escenarios del histórico alzamiento de Santiago.