Manuel Aguilera (izquierda), director general de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, y Alfonso Múnera, secretario general saliente de la Asociación, valoraron en conferencia de prensa los resultados de la Cumbre. Autor: Abel Rojas Barallobre Publicado: 21/09/2017 | 06:33 pm
Como una cumbre exitosa, con un debate sustancioso en el que predominó la armonía y donde quedó evidenciada la necesidad de la unidad para enfrentar los problemas y retos comunes que enfrentan las naciones caribeñas, calificaron la recién concluida 7ma. Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe el diplomático Manuel Aguilera, director general de América Latina y el Caribe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, y Alfonso Múnera, secretario general saliente de la Asociación.
En una conferencia de prensa conjunta, celebrada al concluir la 7ma. Cumbre de la AEC, ambos funcionarios coincidieron en el éxito de esta cita, donde quedó demostrada la profundidad en el tratamiento de los problemas principales de la región.
Destacable fue, apuntó Múnera, que en un diálogo franco y afable, varios líderes se refirieron a la situación política del Caribe con un alto grado de consenso.
El Embajador colombiano, quien ejercerá el cargo hasta el 1ro. de agosto próximo cuando le suceda la titular recién elegida en esta cita, June Soomer, consideró como magnífica la reunión, matizada con intensos debates. Destacó que, de todas las cumbres desarrolladas anteriormente, esta ha sido la de mayor participación de Jefes de Estado y de Gobierno y representantes a nivel ministerial, por lo que estuvo prácticamente toda la Asociación representada a altos niveles.
«Ha quedado demostrado no solo que tenemos la voluntad para fortalecer la cooperación, sino para la concertación política. Y no solo tenemos la voluntad, sino que estamos en capacidad de hacerlo», expresó por su parte Aguilera.
En los documentos consensuados y aprobados por los Jefes de Estado y de Gobierno —la Declaración de La Habana y el Plan de Acción 2016-2018— se recogen las posiciones comunes sobre los principales problemas y retos a enfrentar y las propuestas sobre lo que se debe hacer en un futuro inmediato, añadió.
La Declaración reafirma la vigencia de temas y de objetivos de la AEC recogidos en sus estatutos fundacionales, y reafirma su importancia como organismo de consulta, concertación y cooperación para avanzar en la unidad latinoamericana y caribeña en beneficio de nuestros pueblos.
El texto ratifica la vigencia de la proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Sobre este fundamental mecanismo que agrupa a todas las naciones latinoamericanas y caribeñas, la AEC acordó trabajar en pro de su consolidación y subrayó la importancia de fortalecer los vínculos entre ambas organizaciones también en aras de alcanzar el diálogo, la concertación y la unión.
El tema de Venezuela fue ampliamente tratado en la mayoría de las intervenciones de los Jefes de Estado y de Gobierno que hablaron en la cita, y posteriormente fue aprobado un comunicado especial donde se reafirma el respaldo unánime a los esfuerzos de diálogo dentro de la nación bolivariana, con el fin de encontrar alternativas para la estabilidad política y el desarrollo social venezolano.
Ambos diplomáticos resaltaron la elevada participación de Jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros y la aprobación de otro texto que reconoce la labor del colombiano Alfonso Múnera al frente de la AEC, aspecto este que, junto a la elección de la santaluceña June Soomer, fueron destacados por los oradores, incluyendo las dos intervencio-nes del Presidente cubano Raúl Castro.
Destacable fue también, resaltó Aguilera, la admisión de un octavo miembro asociado, la colectividad de Saint Maarten y la aprobación de Bolivia, Kazajstán, Uruguay y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA-TCP) como observadores dentro del mecanismo.
Las intervenciones de los dignatarios, los documentos y acuerdos aprobados, expresaron la voluntad unánime de continuar fortaleciendo la unidad de nuestra región y el papel de la AEC como organismo no solo de cooperación, sino de consulta y concertación política, reflexionó el funcionario del Minrex.
A nombre del Gobierno y pueblo cubanos, Aguilera expresó a los países miembros el agradecimiento por el renovado respaldo a nuestras justas demandas sobre el cese del bloqueo que nos impone Estados Unidos y el reclamo para que sea devuelto el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo.
Retos y desafíos comunes
Alfonso Múnera, quien concluye su labor como secretario general, reafirmó a los periodistas que en el año 2012 la AEC enfrenta-ba gravísimos problemas. «Sin embargo, teníamos la voluntad y decisión de los países miembros de revitalizarla porque creíamos y seguimos creyendo que es instrumento de importancia trascendental para promover la cooperación entre aquellos países que comparten costas del Mar Caribe».
«Hay grandes temas que ningún país por sí solo puede enfrentar. Se necesita la unidad de los países caribeños», y puso como ejemplo los esfuerzos para atenuar los efectos del cambio climático.
El Caribe es una de las zonas más vulnerables y necesitamos la ayuda del mundo, en particular de los países desarrollados, para enfrentar este proceso que es de sobrevivencia, añadió el saliente Secretario General.
Otro asunto en el que se necesita la unidad, reflexionó Múnera, es el referente al turismo, el comercio y a la conectividad aérea y marítima entre nuestras naciones. «Casi todos tenemos a la industria del ocio como rubro económico fundamental y no podemos permitir que las grandes compañías nos sigan enfrentando entre las islas». Instó, en ese sentido, a construir y fortalecer esta actividad económica de forma mancomunada y para nuestro propio bien.
No es la cooperación una mera cuestión técnica, sino que tiene un trasfondo político importante, reflexionó Múnera. Y repasó la historia para recordar que, durante siglos esta fue una región fragmentada por los imperios colonizadores y en medio de la tremenda diversidad que es el Caribe —con lenguas, razas, culturas, religiones diferentes—, es complicado promover la necesidad de aprender a trabajar juntos sin interferencias de naciones poderosas. Aprender a tratar problemas comunes, juntos. Y se ha logrado.
Por último agradeció al pueblo y al Gobierno de Cuba —que ha sido un protagonista de primera línea en la AEC, dijo—, por el apoyo permanente para hacer posible que la Secretaría avanzara en el proceso de revitalización.
«A partir de esta Cumbre, la AEC está no solo en mejores condiciones de fomentar la cooperación sino de buscar maneras para promover la concertación política entre las naciones que la integran», reconoció Alfonso Múnera.