El Presidente cubano, Raúl Castro, dejó oficialmente inaugurada la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe Autor: Cubadebate Publicado: 21/09/2017 | 06:33 pm
El Presidente cubano, Raúl Castro, dejó oficialmente inaugurada la VII Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe y en su discurso inaugural abogó por mantener la unidad latinoamericana y caribeña e instó a los Jefes de Estado y/o Gobierno que participan en la cita a seguir revitalizando la Asociación en aras del bienestar de nuestros pueblos.
Durante esta jornada, dijo Raúl, sostendremos un amplio intercambio sobre el tema de la unidad para enfrentar los retos del desarrollo sostenible, el cambio climático y mantener la paz. Nuestras deliberaciones, agregó, se encaminaran a fortalecer la organización sobre la base de la cohesión.
Dio la bienvenida a la colectividad francesa de ultramar de San Martin, quien ingresó oficialmente ayer como nuevo miembro asociado y saludó la adhesión de Bolivia, Kazajstán, Uruguay y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA-TCP) como miembros observadores dentro de la AEC.
Aspiramos, resaltó, a contar algún día con la adhesión de todos los territorios caribeños incluida la hermana isla de Puerto Rico como nación independiente y soberana.
Cuando en julio de 1994, recordó Raúl, se reunieron en Cartagena de Indias los Jefes de Estado y Gobierno de las 25 naciones de la región, acogiendo la iniciativa histórica de Caricom de crear una Asociación de Estados del Caribe, lo hicieron con el propósito de unirnos en defensa de nuestra identidad, acervo cultural, el impulso del desarrollo sostenible y la integración de nuestros pueblos.
La cumbre programática celebrada posteriormente en Trinidad y Tobago, en 1995, estableció el turismo, transporte y el comercio como áreas estratégicas en las cuales trabajar de manera mancomunada.
Rememoró también el General de Ejército en su discurso que en la Declaración de la VI Cumbre, celebrada en abril 2014 en México y que se realizó en el marco del 20 aniversario de la Asociación, se reafirmó que existen indudables logros y enormes retos aún por vencer.
Los problemas de transporte, sus altos costos y dificultades económicas de nuestras naciones, obstaculizan el comercio y la cooperación entre nuestros países lo que nos urge a buscar soluciones con el trato diferenciado que tienen los pequeños estados insulares.
Constituye el turismo un área priorizada y subrayó el interés de Cuba en ampliar y fortalecer turismo con los hermanos caribeños.
Un aspecto de relevante importancia lo constituyen, sin dudas, los fenómenos asociados al cambio climático que amenazan a nuestras pequeñas islas y causan grandes daños humanos y económicos por ello el desarrollo, y la cooperación mutua para la reducción riesgo de desastres constituye imperativo inaplazable para nuestros gobiernos y debe ocupar espacio especial en el Plan de Acción que emane de esta magna cita.
Otro asunto que debería tener atención priorizada en las deliberaciones, dijo Raúl, es el relacionado con la soberanía sobre nuestros recursos naturales que constituyan garantías que para el futuro y fuente de riqueza para los pueblos.
En otra parte de su discurso, el Presidente cubano destacó los esfuerzos que en los últimos años la AEC ha concentrado en el impulso a la cooperación en áreas estratégicas; es positivo y debemos continuar desarrollándola sin perder de vista que las circunstancias son desafíos que tenemos que enfrentar unidos.
No podemos permanecer indiferentes ante turbulencias que tiene lugar en América Latina y el Caribe contra gobiernos populares y progresistas surgidos lo que amenaza la paz y la estabilidad regional. La situación que enfrentamos, dijo, requiere fortalecer la consulta y concertación en la ampliación de los postulados de la proclama que declara a América Latina como Zona de Paz firmada en la II Cumbre de la Celac, en enero de 2014 en La Habana.
Los compromisos de los estados regionales de no intervenir directa o indirectamente en asuntos internos de otros estados y observar los principios de soberanía y libre determinación, fomentar las relaciones entre sí y con otras naciones, practicar la tolerancia y convivir en paz así como respetar el derecho de cualquier estado a elegir su camino, constituyen condiciones para la paz, la concordia y el desarrollo de la integración, alertó el Presidente cubano.
Ratificó Raúl la firme e incondicional solidaridad de Cuba y su gobierno con el hermano pueblo venezolano, con el gobierno legítimo de Nicolás Maduro y con la Revolución Bolivariana iniciada por el eterno Comandante Hugo Chávez, que enfrentan con firmeza la embestida desestabilizadora y la guerra económica y mediática de quienes pretender barrer los beneficios que les ha traído a la población venezolana.
A su juicio, es motivo de «profunda preocupación» el inaceptable intento del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, de aplicar Carta Democrática para intervenir en los asuntos internos de Venezuela.
La reciente declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (Minrex) al respecto explica la posición cubana y me exonera de ahondar en detalles, dijo.
Aunque reiteró que en nuestra opinión la OEA, desde su fundación, fue, es y será un instrumento de dominación imperialista y que ninguna reforma podría cambiar naturaleza e historia, por eso Cuba jamás regresará a esa organización.
También expresó la solidaridad con el pueblo brasileño y la presidenta constitucionalmente elegida, Dilma Roussef quien enfrenta valientemente el golpe de Estado parlamentario promovido por la derecha y que intenta revertir las conquistas alcanzadas durante el gobierno del Partido de los Trabajadores (PT).
Asimismo manifestó el apoyo al proceso de paz en Colombia y reiteró que mantendremos esfuerzos para contribuir a lograr la firma de un acuerdo que ponga fin al conflicto armado en esa hermana nación.
Esta conferencia, agregó, es ocasión propicia para expresar nuestra voluntad de continuar compartiendo los logros de nuestros hermanos caribeños y el ineludible compromiso de aportar en la reconstrucción y desarrollo de la empobrecida nación haitiana, así como el soporte que le ofrecemos los países de la comunidad del Caribe en su legítimo reclamo de recibir compensaciones por los horrores de la esclavitud y trata de esclavos.
Reiteró el invariable apoyo al derecho de los estados pequeños y vulnerables a recibir trato especial y diferenciado en el acceso al comercio y las inversiones y en su justa demanda de recibir la cooperación internacional de acuerdo con las necesidades reales y no sobre la base de indicadores de ingreso per cápita que los clasifica como países de renta media y, por tanto, les impiden el acceso a recursos financieros indispensables.
Nunca olvidaremos, dijo, que al constituirse la AEC, en 1994 los hermanos caribeños defendieron nuestra pertenencia a esta entrañable familia en momentos en que Cuba atravesaba una situación difícil provocada por la desaparición del campo socialista europeo y crecían las presiones para bloquear y destruir la Revolución.
Tampoco olvidaremos el permanente respaldo que todos estos gobiernos han dado por que se ponga fin al bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos le impone a Cuba por más de medio siglo. De igual forma agradeció Raúl el apoyo expresado en la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) al reclamo cubano para que le sea devuelto por Washington el territorio ilegalmente ocupado por la Base Naval en Guantánamo.
Antes de concluir su discurso, el Presidente cubano pidió rendir tributo a la memoria del profesor Norman Girvan, intelectual jamaicano, estudioso de la región y luchador por la integración regional, quien también fuera Secretario General de la Asociación. Enfatizó también en torno a la destacada labor del embajador Alfonso Múnera en estos cuatros años al frente de la AEC y saludó la designación de la doctora June Soomer, de Santa Lucía, primera mujer que ocupará ese cargo.