Para Galina es fundamental contribuir a que los muchachos ganen en protagonismo y aprendan a brillar por si solos y expresar sus criterios sin miedo. Autor: Otoniel Márquez Publicado: 21/09/2017 | 06:29 pm
ARTEMISA.— Cada niño tiene voz propia, y en colectivo sus voces se alzan y llegan a cualquier sitio. De sus mentes infantiles son muchas las ideas y ocurrencias diarias, y es mucho lo que quieren hacer para transformar sus escuelas, para, además de aprender, formarse integralmente, crecer física y humanamente. Pero no pueden hacerlo solos, necesitan de una guía, y en ese empeño, no de cualquier guía, sino de la guía base de su escuela, esa que los acompaña en cada acampada, chequeo de emulación, asamblea pioneril, y que traslada sus inquietudes y las defiende en los consejos de dirección.
Esa es una de las premisas que ha acompañado a Galina Morales Toledo en su andar de más de ocho años en esta responsabilidad, primero en la escuela primaria Leonardo Licourt y ahora en la primaria Julio Antonio Mella donde, además de esta responsabilidad, asume la de maestra de sexto grado.
Y es que Galina, a sus 40 años, se siente rejuvenecida al tratar con los más de 500 pioneros del centro, y disfruta de esa energía y espontaneidad que les corre por las venas. «El guía base es quien vela porque se realicen todas las actividades pioneriles y allana el camino para que se puedan realizar acampadas, chequeos de emulación y otras actividades extradocentes que enriquecen la formación de nuestros niños. El guía es el alma de una escuela».
Todavía recuerda con orgullo y satisfacción su andar por la escuela Leonardo Licourt, donde llegó a vestirse de payasa en varias ocasiones para amenizar los chequeos de emulación, o más recientemente en el centro donde labora que fue el resorte para que entre consignas y versos, sus pioneritos recorrieran el tramo que los separaba del fragmento de trocha Mariel—Majana hasta donde llegaron reeditando la invasión de Oriente a Occidente.
Para Galina es fundamental contribuir a que los muchachos ganen en protagonismo y aprendan a brillar por si solos y expresar sus criterios sin miedo. «He logrado que pioneros del centro participen en concursos con buenos resultados, mientras que otros se han insertado como corresponsales pioneriles de la emisora Radio Artemisa. Y en las asambleas hay que ver cómo intervienen».
Compartir esta tarea con la docencia resulta un poco complejo, pero Galina quisiera hacer muchas cosas más, y aunque refiere que su centro es como un pequeño palacio de pioneros, añora que el municipio cuente con uno de verdad, donde poder desarrollar plenamente los círculos de interés y realizar acampadas reales donde los estudiantes estén en intercambio directo con la naturaleza y pongan en práctica lo aprendido en exploración y campismo.
Para esta guía base artemiseña la modernidad y las nuevas tecnologías entrañan un reto para la organización pioneril. «Con los modernos videojuegos el niño tiende a aislarse y es ahí donde jugamos un papel importante junta a la familia, rescatando los juegos tradicionales que fomentan la recreación sana, el intercambio y el aprendizaje y ayudan a los pequeños a conducirse y actuar en sociedad».
También opina que se deben reavivar los resortes emulativos y la entrega de reconocimientos a los mejores pioneros y guías base; «eso estimula la creatividad y la participación en los centros escolares, pues para un guía no hay nada que le llene más de satisfacción que recibir la condición de Reparador de Sueños y ver la sonrisa de sus niños».
Este 4 de abril, cuando el almanaque marque el 55 aniversario de la creación de la OPJM, Galina piensa estar junto a sus pupilos celebrando por todo lo alto. Para esta ocasión especial planearon una acampada en la propia escuela, con actividades de exploración y campismo, un chequeo de emulación, así como un concurso de dibujos y composiciones alegóricas a la fecha y todas las iniciativas que se propongan los estudiantes en sus destacamentos.